Porque aún te amo [YiZhan]

CAPÍTULO 10

Oficinas de X Corporations

Yubin se dirigía a la oficina del señor Xiao, pero antes de golpear la puerta, notó que se encontraba entreabierta y logró escuchar los últimos movimientos que Zhu Zanjin había realizado junto a la complicidad del viejo Xiao.

Apretó los puños hasta que los nudillos se tornaron blancos de la impotencia. Ambos habían utilizado uno de sus tantos medicamentos con alguno de los hermanos Wang. El Beta supuso que sería con el menor, ya que sería más fácil suministrarle alguna dosis diferente dentro de su tratamiento pasando completamente inadvertida.

Se alejó rápido cuando escuchó los pasos del Omega abandonado la oficina del mayor de los Xiao para esperarlo en la propia. Cuando Zhu Zanjin entró, exclamó furioso sin aviso.

-¡ No puedes hacer eso Zanjin!, mañana Yibo tendrá una importante competición, ¿sabes los riesgos que puede sufrir por culpa de tu maldita obsesión?-.

- ¿Qué tipo de manía o fetiche raro tienes de escuchar conversaciones ajenas Yubín?-. Objetó con un claro tono de burla.

- ¡Solo pasaba a dejarte las carpetas con los informes del mes!- aventando el puñado de papeles sobre el escritorio- ¡Joder!, No debes involucrar a más personas inocentes es los planes del señor Xiao-.

-Yubin, Yubin ¿Puedes dejar de meter tus narices dónde no te llaman? ¿En qué momento dije que las utilicé con Wang Yibo?-. Sonrió mientras admiraba sus uñas perfectamente cuidadas.

- ¿Acaso fué con Haikuan?-. Recordando la enfermiza obsesión que tiene con el mayor de los Alfas Wang.

- Si no tuviera tantos guardaespaldas la noche hubiese sido perfecta- suspiró profundamente poniendo sus ojos en blanco- pero ese Alfa es un tanto sentimental. De igual manera pude recolectar bastante material para sacarme de encima de una buena vez al estúpido de Zou Cheng -.

- ¿Qué demonios hicistes?-. Yubin rodeó el escritorio y sujetó de los hombros a Zhu Zanjin.

-¡Suéltame!- gruñó empujándolo- Te advertí que no volvieras a ponerme ni uno de tus mugrosos dedos encima. Dentro de poco podrás llevarte a tu querido Omega... jajajaja -.

Zanjin abandonó la oficina planeado los acontecimientos del día siguiente. Mientras que una sonrisa perversa adornaba su rostro marcando sus clásicos hoyuelos.

-Si te niegas a ser mio Haikuan, no serás de nadie...-. Murmuró caminando hacia el elevador.

Mientras tanto Zou Cheng estaba solo en su cuarto asimilando la noticia de que sus malestares repentinos eran producto de su prematuro embarazo. Una radiante sonrisa adornaba su rostro al acariciar cariñosamente su vientre aún plano. El Omega meditaba cómo y cuándo daría a conocer la noticia a sus hermanos, y principalmente, a su Alfa.