22. Tarde del 8 de Mayo

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EL DIARIO DE GUN ATTHAPHAN POONSAWAS

Miércoles, 8 de mayo, por la tarde.

"Tengo los ojos cerrados, un chico está apretando mi cuerpo contra el suyo, pero no quiero que me abrace. Me hace daño. Estoy forcejeando, intentando soltarme, pero él es fuerte y tira de mí. Me grita. «¡Calienta pollas, sucio! », dice. «Puto juguete de mierda», le replico, le grito que me deje en paz, que me suelte. Tengo la cara aplastada contra su pecho, estoy llorando y sigo gritando mientras intento soltarme. Abro los ojos y veo la tela blanca de su camisa, una puerta, un tocador con tres espejos y, encima, un cuadro de una cascada. «¡Suéltame!», vuelvo a gritar, y de pronto estoy dando vueltas y cayendo. Entonces me agarra del pelo y me arrastra hacia la puerta. Giro e intento verle la cara.

Y en ese instante la memoria me falla. Intento fijarme en su rostro, pero se vuelve un espacio en blanco.

Justo en ese momento levanta el puño para asestarme un golpe.

«¡No, no!» grito. Pero mi agresor no hace caso y me golpea de todas formas, escucho un pitido y noto el sabor de la sangre, me ha roto el labio.

Comienza a arrastrarme por el suelo y de repente me encuentro en el cuarto de baño, sobre las frías baldosas, blancas con líneas negras. El suelo está cubierto de vaho, la estancia huele a jazmín.

Horas antes había estado impaciente por darme un baño, por ponerme guapo, pensando que a lo mejor todavía estaría ahí metido cuando él llegara. Que podría unirse a mí y tendríamos sexo en la gran bañera, empapando el suelo, la ropa, todo. Porque amaba al chico que esperaba ver en la entrada de la habitación del hotel, no al chico que me encontré al abrir la puerta. El que me estaba dando una paliza por todos los rincones de la habitación.

Crujido.

Mi cabeza golpea el suelo. Una, dos, tres veces. La vista se me nubla unos instantes. Un zumbido en los oídos. Él grita algo, pero no puedo oírle. Su voz resuena como si fueran dos personas, ambos sujetándome, ambos torciéndome el brazo, ambos agarrándome del pelo mientras se arrodillan sobre mi espalda.

Grito que me suelte, y según mi voz hay dos yo también. Trago sangre, me atraganto, toso y vuelvo a tragar más sangre.

Noto una presión en las piernas, luego liberación y de nuevo un agarre en la cabeza, entonces tira de mi pelo y me echa hacia atrás.

Pánico.

Estoy de rodillas. Veo agua, burbujas que ya empiezan a esfumarse. Intento hablar pero no puedo. Ahora tengo su mano en mi garganta, no puedo respirar, me aprieta, me asfixia. Caigo hacia delante, tan deprisa que casi no veo su reflejo en el agua, pero lo he visto.

Nawat, sonriéndome.

Y de pronto tengo la cabeza dentro de la bañera. Agua teñida de rojo. Jazmín en la garganta."

Oí una voz.

- ¡Gun! ¡Gun! - es Off.

Vuelvo a la realidad y descubro que estoy llorando y casi sin aire. Off me mira aterrado y sujeta mi cuerpo con ambas manos, como si intuyese que fuera a colapsar en cualquier momento.

- Perdona, yo...

- Shh, tranquilo, primero respira. Cuando entremos me cuentas qué te ha pasado.

Estamos en la puerta de mi casa. Nawat no llegará hasta la noche, así que podemos estar un rato tranquilos. Aunque, para evitar sustos, había pensado enviarle un mensaje para confirmar su tardía.

Abrí la puerta y entramos. Dejamos las cosas en la sala y nos dirigimos a la cocina. Mientras preparaba té le expliqué el recuerdo que me había asaltado.

Sus ojos fulminaron el aire tras escucharlo todo detenidamente, como si imaginase a Nawat delante de él y quisiera asestarle un puñetazo tras otro, en la cara, en el estómago, en la garganta.

- A veces pienso que ojalá no fuese él, que ojalá me estuviese equivocando. Porque de esa forma no tendría que sentir miedo en mi propia casa. Pero por mucho que quiera que así sea, sé que ese no es el caso. Cada vez está más claro que fue él quien me atacó, todo encaja - dije mientras le pasaba la taza de té.

- Tienes que salir de aquí cuanto antes, debemos conseguir pruebas de alguna forma. No puedo dejar que sigas aquí con ese... con ese miserable.

- Lo sé, pero de momento es imposible. Si me fuese de aquí y le abandonara sin haber conseguido pruebas para acusarle, sé que me perseguiría. Y me encontraría. Nos encontraría.

Noté un ligero sonrojo en las mejillas de Off. Sin darme cuenta acababa de implicar que estaríamos juntos una vez nos deshiciésemos de Nawat.

- Tienes razón, pero me duele dejarte aquí sin poder hacer nada. Estamos bien jodidos.

- Vaya - no era el momento, pero escucharle hablar así me hizo reír.

- ¿Qué? - preguntó confundido.

Cogí la jarra de agua de la nevera y un vaso. Tanto llanto durante la mañana me había dejado seco.

- Nada, es solo que me parece divertido oírte hablar así. Normalmente utilizas términos técnicos o un lenguaje más culto.

- Soy perfectamente capaz de decir palabrotas y maldecir, que lo sepas - su expresión pasó de confundida a picarona.

- ¿Ah sí? Como qué, dime - fuimos hasta la sala y nos sentamos en el sofá.

- ¿Me estás retando? Bien, pues tú lo has querido. Estoy jodidamente harto de algunos gilipollas que hay en mi trabajo, me pasan su puto curro y así ellos no tienen que hacer una mierda, pero no puedo decir porque son jefes. ¿Qué te parece?

- No está mal - sonreí. - Y menudos capullos.

Nos miramos y no pudimos evitar echarnos a reír. Menuda conversación más absurda.

- Sí - dijo Off aún entre risas - menudos capullos.

El ataque de risa duró unos minutos. Aunque yo quería que durase horas, ya que era una sensación escasa. La mayor parte del tiempo estaba desconcertado o asustado. Reír era como purificarme, como una luz de esperanza ante las tinieblas que me rodeaban día a día en esta casa.

Deseaba estar así siempre. Pero para eso tenía que conseguir pruebas y ser cuidadoso para que Nawat no sospechara. Si no lograba encerrarle, no conseguiría vivir nunca.

Siempre tendría miedo a que apareciese, a que me acechara desde las sombras listo para atacar en cualquier instante, a que volviera a darme una paliza o le hiciera daño a Off. Y eso no debía pasar. Me negaba a vivir el resto de mi vida con temor.

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Hola mis babiis ~!

Espero que os haya gustado el capítulo, sobre todo ya que no me ha quedado tan corto como esperaba en un principio (porque esta semana apenas he podido escribir).

Para el domingo que viene confío en poder escribir un capítulo más largo, aunque ya lo veremos 👀

PD: dentro de poco, aparecerán personajes nuevos 🌚

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Nos vemos el próximo domingo mis babiis! 💚😚✨✨

~ Arkenya ~

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