Tanta prisa tenemos por hacer, escribir
y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad,
que olvidamos lo único realmente importante: vivir.
Robert Louis Stevenson
(Escritor británico 1850-1894)
HOY
Cuando llega, el doctor Off propone que salgamos a tomar un café o un batido.
- ¿Tienes sed? - me pregunta. - No tiene mucho sentido que vayamos hasta la consulta. En realidad, hoy solo quiero hablar.
Asiento con la cabeza y le digo que sí. A su llegada yo me encontraba en el dormitorio, y le observé mientras estacionaba y cerraba el coche, se echaba hacia atrás el pelo, se alisaba la cazadora de cuero y recogía la cartera. Pensé que no era él cuando le vi saludar con la cabeza a unos obreros que estaban descargando cosas de una furgoneta, pero entonces echó a andar hacia nuestra casa.
Se le veía muy joven, demasiado joven para ser médico, y aunque ignoro qué ropa habría esperado que vistiera, no era la cazadora de cuero y el pantalón vaquero roto que llevaba puestos.
- Al final de esta calle hay un parque - me dice. - Creo que dentro hay una cafetería. Podríamos ir allí. ¿Te parece bien, Gun?
Por su modo de hablarme siento como si me conociese de toda la vida, asiento y nos ponemos en camino. Hace un calor sofocante y me deshago de la sudadera que llevo puesta, para quedarme con la camiseta azul que llevo debajo. Él hace lo mismo con su cazadora y deja ver una camisa de manga corta con muchos estampados.
Miro mi bandolera y me alegro de llevar en ella el móvil que me ha dado Nawat, o mi móvil, debería decir. Y de que el joven doctor Off no haya insistido en coger el coche. Una pequeña parte de mí confía en este hombre, pero otra parte mayor, me dice que podría ser cualquiera, un desconocido, aunque tenga la sensación de haber escuchado su voz antes.
Ahora, aunque siga asimilándolo, soy un hombre adulto, pero frágil. Sería muy fácil para este tío alto llevarme a un lugar recóndito, abandonado de la mano de Buda, aunque ignoro con qué intenciones. Soy vulnerable como un niño.
Llegamos a la calzada que separa el final de la calle del parque que hay delante y esperamos para cruzar. El silencio entre nosotros es incómodo. Había decidido esperar a que estuviéramos sentados para empezar a hablar, pero me descubro preguntándole:
- ¿Qué clase de médico eres? ¿A qué te dedicas? ¿Cómo diste conmigo? ¿Y cómo es que eres tan joven? - menudo interrogatorio acabo de hacerle, pero necesito respuestas.
Se vuelve hacia mí.
- Soy neuropsicólogo - responde con una sonrisa. Me pregunto si le hago el mismo interrogatorio cada vez que nos vemos. Es probable que sí. - Estoy especializado en pacientes con trastornos cerebrales y me interesan especialmente las nuevas técnicas de neuroimagen funcional. Desde hace mucho tiempo mi interés se centra, sobre todo, en el proceso, funcionamiento y desarrollo de la memoria. Di contigo porque, bueno, esto quizá te resulte algo violento, pero fuimos juntos al instituto, éramos amigos.
- ¿Amigos? - pregunto incrédulo. - Pero... eres mayor que yo, ¿no?
- Sí, éramos amigos. Soy tres años mayor que tú, tengo veintiocho años, pero te subieron un año porque aprendías todo muy rápido y sobrepasabas a los demás, así nos conocimos. No mucho después tuviste el accidente y dejé de verte y saber de ti durante un buen tiempo, hace unos seis meses que volvimos a vernos.
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Nø cønfíes en nađie. [OffGun]
FanfictionTriggered warning (advertencia): historia con violencia verbal y física, abusos, violaciones, menciones a enfermedades mentales, etc. PD: EN ESTA HISTORIA NO SE ROMANTIZA NADA DE ESO Sinopsis: "¿Y si no recordaras quién eres realmente cada vez que d...