1.10 Xiao, el justiciero heroico.

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Lumine caminaba a toda prisa, era el día siguiente de la obra de teatro, por lo que retrocederemos un poco en el tiempo. Este momento era en el que ella se dirigía para la oficina del director, abriendo la puerta sin tener si quiera el miramiento de tocarla.

Zhongli estaba sentado en su escritorio tomando sabrá Dios qué cosa, pues no era una taza de café, sino más bien un vaso de madera pequeño, regordete y circular, además de que parecía beber de lo que era un popote ancho de metal.

A su lado se encontraba Ninguang mostrándole algunos papeles, ambos se sorprendieron, mirando un poco a mal.

-Lumine, debes de tocar antes...

-¡Debo de hablar urgentemente con el profesor Zhongli! –Farfulló la chica.

-¿Sucedió algo?

-No precisamente...es sobre Xiao. Sé que es su hijo.

-Oh...creí que había mantenido bien el secreto.

-¿Por qué oculta que es su padre? ¿Le da vergüenza que así sea?

-¡No! Para nada. Solo no quiero que se rumore que él tiene favoritismo al ser mi hijo, por eso lo quiero ocultar.

-Es que...Xiao piensa que usted lo odia, le dolió mucho que se fuera de la obra sin darle una explicación, creyó que no le gustó en lo absoluto.

-Te dije que decirle la verdad era lo más indicado. –Canturreó Ninguang, mirándose las uñas.

-Tch. No quería que se preocupara.

-Está bien ser considerado, lo que no está bien es ser pendejo.

-Subdirectora Ninguang, creo que me está pidiendo una amonestación.

-¡Ella tiene razón! Director Zhongli...usted... ¡usted lo que es, es un pendejo! –Los dos maestros se quedaron sorprendidos ante la afirmación tan provocativa. -¡Sus malas decisiones han hecho que Xiao lo odie, él no quiere perdonarlo, pero eso no está bien!

-Mi muchacho...tiene razón, no merezco que me perdone. He sido mal padre, rara vez he estado con él, pero yo no me avergüenzo de él ni lo odio...no quisiera preocuparlo más de lo que ya debe de estar.

-¡Entonces dígale la verdad! ¡¿Por qué se fue a media obra sin explicarle antes?!

Zhongli no dijo nada, solamente se rascó el ojo, bebiendo un poco más de ese vaso de madera que resultaba muy curioso, llevándose una mano a los ojos.

-Me sentía mal...el doctor me hizo unos análisis ayer y en dos semanas me darán los resultados. Anteriormente me dijeron que mis glóbulos blancos están bajos, que lo mejor es que descanse, pero la escuela no descansa, así que yo tampoco. He sido director por más de 10 años, no he flaqueado nunca y no lo haré ahora, Xiao no tiene que preocuparse en vano, estaré como siempre he estado: bien y preparado para llevar las riendas de esta escuela que está vinculada a la universidad más importante del país.

-Director, eso que dice es egoísta de su parte. Su hijo lo necesita más que la escuela.

-Eso lo sé mejor que nadie. Pero no sé qué hacer, Guizhong sí lo sabría. –Zhongli se llevó las manos a la cara, la profesora Ninguang lo tomó del hombro, indicándole a Lumine que lo mejor era que se retirara.

Ahora ella estaba muy molesta, ya comprendía muy bien el odio que le tenía a Zhongli. Lo que ella no veía es que sí que era difícil decidir, ya que Xiao era parte de la escuela, y todos siempre esperaban lo mejor de Zhongli al ser el director.

Era una carga muy pesada la que él tenía, todo siempre tenía que ser supervisado por Zhongli para que quedara impecable, pero eso tenía un costo ya.

(Otra vez) Los Enamorados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora