3.20.1 La despedida.

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Ninguang se había ofrecido a llevar a los muchachos a casa de Zhongli, quizá mañana, una vez estuviera relativamente mejor, pudieran hablar con él sin problemas, claro, por uso del celular, que en realidad era lo importante.

Ayaka iba con ellos, especialmente porque deseaba hacerle compañía a su antiguo enamorado. Ella incluso lo había dicho, no rompió esa promesa que le hizo hacía más de un año.

Al ser ya tarde, pues pasaban de las 12 de la noche, Ganyu le dio la opción de que se quedara a dormir esa noche, la chica aceptó, pues no es que ese departamento fuera desconocido para ella, lo conocía de sobra.

-El día fue largo y agotador...sin duda me iré a dormir como no lo he hecho en meses. -Sonrió de forma cansada la chica de cabellos azules.

En cuanto los dos antiguos enamorados quedaron solos, se sonrieron de forma comprensiva.

-Gracias por venir a verme aunque no tenías la obligación. Supongo que no solo hablas de dientes para afuera respecto a ser una mejor persona.

-Nunca lo haría. Solo dime donde dormir, lo demás no debería preocuparte mucho.

-En mi cuarto está bien, al final de todo ya lo conoces. -Rió él. -Yo dormiré en el de mi papá. Aprovechando que no está...

-No te sientas intranquilo, Xiao. Él estará bien, y no es que yo lo hubiera salvado, fue tu madre, con que tú tuvieras puesto su collar estaba bien todo lo demás.

-Eso no podré saberlo nunca...y prefiero que así sea. En fin, si Ganyu pudiera prestarte alguna pijama, no lo sé. Iré a preguntarle, son de estatura parecida.

Dicho y hecho, Ganyu le dio algo de ropa de cama a su buena compañera, la que entró al cuarto de Xiao a cambiarse. Él deseaba darle las buenas noches, pero prefirió que la cosa se quedara así. Él también estaba cansado y con ganas de dormir, y eso fue justamente lo que hizo.

Apagó las luces de toda la casa y entró a la habitación de su padre con tal de quedarse dormido, sintiéndose tranquilo como Ayaka le había pedido. Sin embargo, a eso de las 3 de la mañana, la puerta de su cuarto se abrió, él simplemente no reaccionó, estaba más que dormido, incluso roncaba.

Lo único que lo despertó, y eso a medias, fue sentir que alguien lo abrazaba por detrás. Él sonrió, pensó que estaba soñando. ¿Sería su madre que lo venía a visitar y a asegurarle de que todo estaría bien?

Al abrir los ojos y voltearse, se llevó la sorpresa que Ayaka se encontraba a su lado, con los ojos cerrados. Él se hizo para atrás, la muchacha abrió sus orbes azules.

-¿Ayaka? ¿Qué haces aquí?

-Extrañaba cómo se sentía dormir contigo, me traía mucha calma. -Ella lo abrazó de nuevo, el chico no se resistió. -Quise aprovechar ya que seguramente no tendré una oportunidad así de nuevo.

-Pensé que tú...ya me habías dejado atrás.

-Xiao, ¿cuántas veces te lo debo decir? Te amaré siempre, eres el amor de mi vida, pero si yo no soy el tuyo, ¿qué puedo hacer? Solo resignarme y dejarte ser feliz.

-No te negaré que eso me hace sentir mal. -Aunque Xiao pensó que la única intensión de Ayaka sería la de dormir a su lado sin más, pronto se dio cuenta de su error.

Al bajar la vista, la blusa de dormir de la chica estaba desabotonada, su seno derecho quedaba completamente al descubierto, y la chica se acercó a él para que sus entrepiernas estuvieran juntas. Por si poco fuera, Ayaka tomó una de sus manos, llevándola hasta su trasero, él se exaltó.

-¿Puedo pedirte una cosa, Xiao?

-Depende de cual sea...

-Hazme el amor una última vez... -Ella se abalanzó sobre sus labios, comenzando a besarlo, incluso encimándose sobre él. Pasados los segundo de besos y caricias, la muchacha se arrodilló en la cama para quitarse la blusa, dejando al descubierto su torso. -Quisiera entregarme a ti para demostrarte lo mucho que te amo...

(Otra vez) Los Enamorados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora