3.20 Una prueba para Xiao.

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Era temporada de exámenes en la escuela, los que más sufrían, de forma exterior, eran los alumnos, aunque los profesores no quedaban excluidos, por supuesto. Eso quiere decir que cierto padre de familia se encontraba atareado como antes de dejar el puesto de director.

Sucedía como antes: dejaba la comida hecha para Xiao y Ganyu antes de irse a trabajar antes de las 7 de la mañana, algo que a muchos les pesaría, puesto que se la pasaba todo el día, literalmente. No solamente era ya por los exámenes, siendo la persona con más experiencia en el cargo de director, era el asesor de Ninguang, puesto que era la primera vez que le tocaría un proceso de revalidación de la escuela para que la misma fuera acreditada una vez por parte de la universidad, de ahí que todo tuviera que quedar impoluto.

Los dos estaban a todas prisas, mal dormidos, mal comidos y bien cogidos...eso no porque ellos tuvieran relaciones sexuales, sino porque el tiempo era quien se los cogía a ambos de las prisas que llevaban.

Resultaba curioso, era la primera vez que Xiao podía decir abiertamente que extrañaba a su padre, pues se había acostumbrado a su presencia desde ya varios meses, especialmente cuando renunció al puesto de director. Había tirado todo por la borda por su hijo...y había valido la pena al final de todo. Ahora lo extrañaba, cosa que hace unos meses resultaría imposible de solo pensar.

Incluso Ganyu, en una ocasión que hacía tarea en su cuarto, que era el más cercano al de Zhongli, se dio cuenta que las teclas de su computadora dejaron de sonar por más de diez minutos como era costumbre, había pasado media hora.

Haciéndosele extraño, y viendo la luz del pasillo prendido, pensó que, quizá, había salido por algún motivo, pero al verlo dormido en su escritorio como si estuviera KO, ella se preocupó un poco.

-Señor tí... -Ganyu recordó algo importante. –Papá...papá, despierta, te quedaste dormido. –Ella sonrió.

-¿Eh? –Zhongli se despertó de golpe, llevándose las manos a la cabeza, mareado. -¿Cuánto tiempo dormí?

-Como media hora, quizá poco más.

-Oh, demonios. –Él encendió su computadora de nuevo, apresurándose a escribir lo que tenía ahí. –Gracias, quizá no me hubiera despertado hasta mañana.

Ella notó sus ojeras, el que había adelgazado un poco, lo que la preocupó. Simplemente le dio un beso en la mejilla y se retiró.

-Buenas noches, papá.

-Nos vemos mañana en la escuela, Ganyu...¿algo en especial que quieras desayunar mañana?

-Cualquier cosa será buena. –Le sonrió.

La muchacha fue al mirador del departamento donde vivían, Xiao se encontraba fumando afuera, sabiendo que su padre ni por equivocación pasaría por ahí a esas horas. Ella le enchinó la mirada, pellizcándole el brazo apenas la vio.

-Au, ¿qué te pasa?

-¿Cómo puedes estar tan tranquilo, Xiao? Estoy preocupada por papá...lo veo más delgado, y tiene ojeras más pronunciadas últimamente.

-¿Te acuerdas cómo era cuando lo conocí? Le temblaban las manos del estrés, Ganyu. Por eso no me preocupo.

-Sí, pero ya no es tan joven...me gustaría ayudarlo, ¿qué dices si...?

-Para allá irás si lo ayudas. –Él fumó de su cigarro. –Lo que quiero decir es que ambos tenemos nuestras propias preocupaciones, me gustaría que papá no tuviera tanto trabajo para hacer algo juntos, sé que solo será temporal, pero me gustaría que acabara ya. Aparte no creo que permita que le ayudemos.

(Otra vez) Los Enamorados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora