1.11 Conociéndonos mejor.

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En base al tropiezo tan horrible que ambos enamorados habían sufrido, Lumine canceló la cita que iban a tener justamente el día de mañana argumentando que debía hacer algunas cosas pendientes de la escuela.

Xiao, a sabiendas que eso era mentira, se sintió un poco abatido, debido a que no había deberes para esa semana ni para la siguiente, la lectura para geografía no tardaría más de media hora en ser leída.

Sin más, esa tarde, que debía ser de emoción, fue de tristeza. El muchacho fumaba tranquilamente, mirando al cielo y acostado en el suelo. De pronto, un pie se colocó suavemente a su lado.

Ayaka había llegado.

-Te ves triste, ¿pasó algo entre tú y tu padre?

-No, es por otra cosa, que empiezo a creer no tiene importancia.

-Entiendo. Si no quieres decirme, no tengo problema en que así sea. Sin embargo, ¿Sabes qué día es hoy?

-Miércoles.

-Error, señor. -Ella se acostó a su lado, tomándolo de la mano. -Es día en que salimos temprano. -Xiao separó su mano de la de Ayaka, ella quedó pensativa.

-Alguien me dijo que solamente las parejas se toman de la mano. No somos pareja.

-Esa persona, o bien no sabe de relaciones sociales, o te mintió. -Ella le tomó otra vez la mano. -Los amigos se toman de la mano, las madres toman de la mano a sus hijos, varias cosas más así.

-Tiene sentido si lo dices así, pero yo no lo termino de entender. -Ahora Xiao apretó su mano.

-Solamente es cosa de que te sea explicado, y yo lo haré con gusto. -Sonrió Ayaka. -Como sea, tengamos una cita.

-¿Hoy?... -El muchacho pensó en Lumine y en su mentira, por lo que apretó los ojos, enojado. -Bien, no tengo problema.

Ella le quitó el cigarro, que estaba ya debajo de la mitad, y empezó a fumar del mismo, sonriendo de forma divertida. Él resopló, negando con la cabeza, pero se veía ahora más alegre.

¿Por qué Lumine canceló la cita de ambos? Simple: quería despejarse un poco de las confusiones del amor. Ya se ha mencionado que se hablará de eso después, pero hay que decir que ella se sentía dolida, pensaba que quizá Xiao jugaba con su corazón, cosa que, depende de quién lo piense, puede que sí o puede que no sea verdad.

Al menos él, no lo hacía, y si lo hacía, era en todo caso de forma inconsciente.

Nada mejor para despejarse de las nebulosas ideas del amor y del dolor distrayéndose con las amigas, la familia de ser posible, o incluso con uno mismo. La soledad es, ciertamente, fuente de alguna filosofía.

Justamente por eso prefería cancelar todo.

Regresando a Xiao, él ahora ya se volvía a sentir emocionado, pues tendría una nueva cita con Ayaka. Malamente sería con el uniforme, pues le había encantado el estilo de la muchacha.

Lo curioso es que todavía no veía nada, en realidad.

Pensó toda la tarde en ello, y cuando finalmente dieron las seis de la tarde, él se apresuró, viendo a Lumine de pura casualidad.

Se miraron a los ojos por un segundo, los dos tenían un pequeño brillo en su mirar, causado, al menos por parte del muchacho, no por ver a Lumine, sino por pensar en Ayaka.

Respecto a Lumine, su mirada tenía ese pequeño brillo por el cariño que le tenía al chico, siendo como una llama pequeña en un pajar: puede comenzar a arder en cualquier momento.

(Otra vez) Los Enamorados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora