Capítulo 48: Me voy

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Llegó el momento. Briiss estaba junto a la compañía. Había montones de gente. Hombres, enanos y elfos. Thorin se estaba preparando, mientras que Briiss evitaba toda conversación. La gente formaba un pasillo espacioso para dejar que Thorin andara por ahí. Gandalf era el único que estaba al final de ese pasillo, esperando a colocar la corona real en la cabeza del futuro rey. Unos enanos sujetaban banderas de Erebor, mientras que otros llevaban cuernos para anunciar que el rey estaba listo. De pronto, los cuernos sonaros, y todos fijaron sus miradas al final del pasillo. Thorin caminó con un gran abrigo de piel y con unos ropajes dignos de un noble. Kili y Fili lo acompañaban por la espalda. Cuando estos estuvieron justo al lado de la compañía, Briiss evitaba la mirada de Kili, que seguramente la observaba.

-Thorin Escudo de Roble. – comenzó a hablar el mago delante de Thorin. - ¿Juras que protegerás tanto a Erebor como sus habitantes?

-Lo juro. – dijo con una leve sonrisa.

-¿Juras compartir las riquezas con el pueblo y los pueblos vecinos? – preguntó de nuevo el mago.

-Lo juro. – volvió a decir.

Gandalf le dedicó una sonrisa y anunció:

-¡Llegan ahora los días del rey!

Gandalf cogió con cuidado la corona que un enano le ofrecía en un morado y suave cojín, y se la colocó a Thorin en la cabeza. Gandalf se apartó a un lado, para que Thorin hablara ya coronado como rey.

-Hemos esperado mucho tiempo para volver a nuestra tierra, a nuestro hogar. - decía Thorin con un tono alto. - El dragón ha sido derribado, y hemos sobrevivido a una dura batalla. Todo eso no hubiera sido posible sin la ayuda de mis fieles amigos. - dijo Thorin sonriente mirando a la compañía. - Ahora, podremos vivir en paz sin que nada ni nadie, pueda evitarlo.

Todos aplaudieron de alegría con unas amplias sonrisas. Las trompetas volvieron a sonar. Thranduil miraba a Thorin con una pequeña sonrisa desde el lado izquierdo. Briiss aplaudía mientras miraba sonriente a Thorin. La multitud de gente aplaudia ahora, al nuevo rey de Erebor.

-¡Viva Thorin Escudo de Roble! - exclamó Bofur.

-¡VIVA! - gritaron todos los enanos.

Thorin sonreía satisfactoriamente observando a todos a su alrededor. Ahora todos se dirigieron hacia dentro de la montaña para celebrarlo. Aunque fuera un día de celebración, los elfos eran los más disciplinados, sin mostrar casi sus emociones. Briiss ahora estaba alerta, e intentaba que nadie se diera cuenta de que estaba a punto de irse. La fiesta comenzó, y animadas canciones resonaban en los salones repletos de gente alegre. Briiss estaba sentada al lado de su padre y Bofur. Pasó como mucho media hora y Briiss decidió que ya era hora de decírselo a Thorin de que se marchaba, así que se levantó de sus sitio y, apartando a la gente que bailaba de su camino, se acercaba al rey.

-Thorin... - lo llamó cerca de su oreja, y este se giró para verla. - Es la hora.

Thorin la miró como si estuviera algo apenado, pero asintió.

-Te acompaño a fuera. - le susurró al oído, y ella asintió.

Balin se dio cuenta, y decidió ir también, al igual que Bofur, Dwalin, Gloin.... Hasta que finalmente fue toda la compañía, a excepción de Kili, que no sabían dónde estaba. Briiss cogió su bolsa y su espada. Se aseguró de que llevaba la moneda de recuerdo en su bolsillo, y salió a fuera acompañada.

-Bueno, pues... - comenzó a decir girándose para verlos a todos. - Esto es un adiós, chicos.

Ahí estaban Thorin, Fili, Balin, Dwalin, Oin, Gloin, Bifur, Bofur, Bombur, Ori, Nori, Dori, Gandalf y Bilbo. Todos la miraban con empatía y con las lágrimas a punto de estallar, con una pequeña sonrisa. Thorin fue el que se acercó con una sonrisa y le dijo:

Misión: EreborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora