Capítulo 61: Ella sin él, él sin ella

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Han pasado días, incluso semanas. La búsqueda de Briiss seguía, pero nada. Kili estaba cada vez más al borde de pensar que Briiss estaba... muerta. ¿Por qué?¿Por qué Briiss?¿Tiene Sauron algo que ver? Kili no paraba de distanciarse de su hermano, de su tio y de sus amigos. Quería estar a solas mientras podía recordar la viva imagen de Briiss en su mente.

-Kili, — apareció Thorin a la habitación de Kili — sal a comer algo, por lo menos.

Kili giró para verlo y le dijo un simple "no". Thorin negó con la cabeza y se marchó dejándolo otra vez solo. Se estaba haciendo de noche, y Kili se sentía como si estuviera en un trance profundo. Sin emociones, sólo con vacíos. Kili se asomó al pequeño balcón que tenía en su habitación. Observó a la luna, dándole así, el dulce recuerdo de la pedida de mano a Briiss. Bajó la vista al suelo, cerró los ojos y pudo ver el rostro de Briiss en la inmensidad negra que sus párpados tapaban.

-Briiss... - susurró dejando caer una lágrima.


Mientras tanto

Una celda negra y oscura. Ahí era dónde Briiss se quedaba durmiendo todas las tristes y solitarias noches. No se podía dejar de oír a los orcos gritar ni a sus huargos gruñir. Estaba sola, desanimada al pensar en Kili, y lo único que tenía de él era el anillo de boda. De vez en cuando pasaban orcos por su celda echando rugidos de repugnancia al verla sólo porque era una enana media elfa. Simpre intentaba guardar silencio, esperando a que le llegara la hora... Un orco apareció a la vez que abría la celda. Este le hablaba en Lengua Negra, pero evidentemente, ella no entendía nada, pero captó la brusca indirecta que le decía pidiéndole que se levantara del suelo y saliera de la celda. El orco la fue empujando por detrás con su mazo hasta detenerla en un lugar extraño.

-Vaya, vaya, vaya... - apareció una voz femenina desconocida.

Briiss miró a su alrededor, pero no vio a nadie.

-No me ves, pero yo a ti sí... - dijo la voz femenina.

-¿Quién eres? - espetó Briiss.

-No me conoces, pero yo a ti sí... - susurró la voz.

-¿Puedo verte de una vez o vamos a seguir con este juego...? - espetó fríamente Briiss.

De la nada, se escuchó el ruido de una caída. Briiss se giró y, de las sombras, apareció... ¿una... elfa? La elfa rodeaba a Briiss mientras la observaba con detenimiento, mientras que ella se quedaba callada.

-Con que tú eres Briiss, ¿no es así? - dijo finalmente la elfa — he oïdo lo que hiciste. Muy valiente por tu parte.

-¿Quién eres? - la interrumpió - ¿Dónde estoy y por qué?

-¿Quién...?¿Dónde...?¿Por qué...? - murmuró con una sonrisa burlesca — Siempre las mismas preguntas. ¿No tendrás una pequeñita, diminuta, chiquitina idea de porqué estás aquí...?

Briiss frunció el ceño desconcertada, hasta que cayó en la cuenta.

-No... - musitó.

-O sí... - sonrió la elfa.

-¿Qué queréis de mi? - espetó Briiss.

-Ya lo verás... - sonrió la elfa — Pero déjame que me presente. Me llamo... ¡Espera!¡Mejor no te lo digo! - y espetó a carcajadas — Será más divertido...

-¿Pero qué...? - murmuró confusa.

-Mi señor desea que le ayudes — dijo esta vez seria -. Tú... podrías ayudarle... Pero que muy bien...


Un mes después...

Kili había despertado, harto de la vida. Aquel día salió de la habitación y fue a dar una vuelta y a preguntar a Thorin si habían noticías sobre Briiss. Se encaminó hacia la sala del trono y, a lo lejos, vio a Thorin hablando con Dwalin, y no parecían muy alegres, evidentemente.

-Hola, chaval — le saludó Dwalin en un murmuro -.

-Buenos días, Dwalin, Tío — saludó Kili a ambos -.

-Buenos días — le dedicó Thorin una sonrisa para animarle.

-¿Hay noticias? - preguntó Kili.

Dwalin y Thorin se miraron.

-No — respondió algo triste.

Kili echó un silencioso suspiro mientras miraba la suelo. Dwalin y Thorin temían de que Briiss... estuviera muerta. Y cabían casi todas las posibilidades. Kili se giró y se encaminó a paso rápido hacia su habitación.

-¿A dónde vas? - preguntó Dwalin mientras lo veía irse.

-A buscarla. - se detuvo para decirle — Ya está bien de quedarme aquí.

Dwalin y Thorin se miraron sorprendidos y fueron tras él. Kili entró en su habitación, cogió su mochila y la llenaba de sus pertenencias.

-Kili, para, espera — le rogó Thorin al entrar -.

-¡No, - espetó mirándole a los ojos — estoy harto de esperar!¡Ella... ella...!

Kili intentaba hablar, pero rompió el llanto al recordarla, y en tener la vaga idea en su mente de que estuviera muerta. Kili se sentó bruscamente al suelo llorando. Thorin le hizo un gesto a Dwalin para que se marchara, este lo hizo y Thorin se sentó al lado de Kili.

-Kili... - le murmuró — Debes entender que... puede que ya no esté con nosotros...

-¡Yo sé que sí! - espetó sin mirarle - ¡Yo sin... sin ella...!

-Lo sé... - murmuró apenado Thorin, rodeándole los hombres con su brazo.

Kili miraba hacia el suelo, manteniendo el recuerdo de Briiss en su mente. Thorin se levantó del suelo y se marchó dejándolo solo con sus pensamientos.

Misión: EreborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora