Misión: Erebor

Capítulo 19: Por fin un poco de calma... o no.

Los enanos y Bilbo fueron guiados hacia la casa de Bardo, pero por el agua, porque si no, podrían capturarlos. Todos salieron del retrete de la casa de Bardo, fue algo desagradable. Subieron a la planta superior para cambiarse de ropa que les ofrecía Bardo. 

-Toma. - le dijo Bardo a Briiss dándole un ligero vestido. Bardo tenía la mirada apenada al recordar a su muer con ese vestido. - Era de mi mujer, supongo que te irá bien, es... corto.

-No, gracias. - dijo con una sonrisa de pena para Bardo. - Guardalo bien.

-Pero te vas a coger una pulmonía. - le dijo Bardo.

Briiss no negó eso, y no le convenía coger nada porque ya estaban muy cerca de su objetivo. 

-Tu sólo déjame una camiseta. - dijo Briiss con tono animado para que él olvidara por un momento a su mujer, y este asintió.

Bardo se marchó a bsucar aquella camiseta, entonces Fili se acercó y le preguntóa  Briiss:

-¿Intentando hacer amigos?

-Yo ya lo considero amigo por ayudarnos... - se sinceró Briiss.

-¡Pues no deberías! - apareció Gloin, qu escuchó la conversación que tenían.

-¿Por qué? - preguntó ella con indifanción.

-Porque es un humano, muchacha. - respondió Gloin. - Los humanos pueden ser traicioneros.

-¿Sólo los humanos? - preguntó con enojo Briiss. - ¿Por qué los catalogáis así? ¿Os han echo algo? ¿Verdad que no? 

Al resto le llamó la atención aquellas preguntas por la subida de tono que puso Briiss, entonces se dio cuenta de que la miraban. Fili y Gloin no dijeron nada, solo estaban quietos como si estuvieran recibiendo un castigo. 

-Per... perdonádme... - dijo Briiss antes de bajar a la planta dónde estaba el retrete.

Todos, excepto Thorin, Bilbo y Balin , que estaban hablando de un tema, se quedaron confundidos ante tal reacción, especialmente Kili.

Briiss bajó y respiró hondo para aclararse las ideas. Se ocultaba con precaución para que no la pillaran. De pronto escuchó la voz de un hombre, como si estubiera justo a su lado. Se extrañó y se giró para ver pero no había nadie. Se apoyó hacia la pared de madera y volvió a escucharlo. Era como si estuviera con ella, pero esa voz no le era familiar. Agobiada, buscaba a alguien que estuviera hablando, y lo encontró, pero estaba a muchos metros. Pudo ver que era ese hombre perfectamente quién hablaba.

-"¿Pero qué demonios...?" - pensó Briiss. - "¿Ahora puedo escuchar a lo lejos?"

Miró a otra persona durante un buen rato y pudo escuchar durante un rato de lo que hablaban. Briiss se tapó la boca con una mano de lo sorprendida que estaba.

-¡Briiss! - la llamó Thorin desde el piso de arriba, y ella subió.

-¿Qué pasa? - preguntó al estar allí.

-Debemos estar todos juntos. - murmuró en el oído de Briiss. - Puede que nos marchemos hoy mismo.

Ella asintió con seriedad. Segundos más tarde apareció Bardo con la camiseta para Briiss y un saco.

-Toma. - le dio la camisa a Briiss.

-Gracias. - le sonrió. - ¿Dónde... puedo cambiarme?

-Ahí. - dijo Bardo señalando una habitación dóde habían camas y una cortina.

-Gracias. - dijo Briiss antes de marcharse.

Briiss se quitó su camisa mojada y la dejó en el suelo. Pensó en quitarse el corsé y dejar que se secara un rato, pero no había tiempo así que sólo se iba a cambiar la camiseta. Mientras lo hacía, sintió alboroto y gritos por parte de Gloin. Acabó de vestirse y fue con todos. 

-¿Dónd está Bardo? - preguntó Briiss al ver que no se encontraba ahí.

-A fuera. - respondió Dwalin.

-Thorin, ¿qué hacemos ahora? - le preguntó Briiss después de ponerse a su lado.

-Esperar. - dijo mirándola. - Debemos esperar a que anochezca, e iremos a la armería.

Ella asintió y vio que Kili ya se encontraba bien. Él estaba sonriendo y hablando con su hermano. Briiss se fue a ojear la casa, pero sin salir de ella, mientras que Fili y Kili estaban charlando sobre un tema...

-¿Qué? ¿Ya estáis juntos? ¿Tan pronto? - bromeó Fili.

-Cállate de una vez. - dijo molesto Kili. - Ella sólo me salvó la vida.

-Ya... - siguió bromenado. - Claro... 

-Que sí. 

-Sí, sí... Te creo... - dijo Fili cruzando los brazos.

Y después de unos segundos, miró de reojo a Kili y dijo:

-Por cierto... ¿cuándo es la boda?

-Vale, Fili. Ya está bien. - dijo Kili levántandose para marcharse.

-¿Qué ocurre? - preguntó Thorin al ver tanto alboroto.

-Oh, nada tío Thorin... - dijo Fili. - Es sólo que...

-Cállate, Fili. - le ordenó Kili.

Thorin no entendía nada con tanto misterio. Todos, excepto Briiss, que no estaba, miraron a Kili y a Fili porque estaban montando jaleo.

-¿Por qué? No entiendo, a demás, ¿de qué te preocupas? - dijo Fili. - Si no es cierto, ¿no?

-¿Me váis a explicar que demonios ocurre? - dijo cansado Thorin.

-Yo me voy abajo. - dijo Kili molesto. - Esto empezó siendo una broma, pero... ¡bah!

Kili no terminó la frase y se fue abajo.

-¿Qué le pasa? - preguntó Thorin en voz baja.

-Pues... - decía Fili al oído para que no se enteraran el resto. - está enamorado, eso es todo.

-¿Enamorado? - se rio Thorin, porque pensaba que era algo más grave. - ¿De quién?

Fili alzó las cejas mirándole, insinuando a cierta persona. Thorin sorprendido, se rio y no añadió más. 

Briiss volvió de investigar la casa, y se sentó al lado de Fili, porque el lugar estaba desocupado.

-¿Dónde esta Kili? - preguntó Briiss.

-Abajo. - dijo mirando a Thorin mientras sonreía, y este le devolvió la sonrisa.

Briiss no entendía anda, pero no preguntó más.

-Fili... - le murmuró Briiss mirando el suelo.

-¿Sí?

-¿Parezco diferente? - preguntó Briiss sin pensarselo mucho.

Fili, asombrado por aquella pregunta, le hizo otra:

-¿Qué quieres decir?

-Ah... Bueno, déjalo. No tiene importancia. - dijo Briiss, y este le hizo caso.

Briiss pensaba en lo que pasó cuando pensó que Kili estaba muerto. En las emociones que había sentido y dejado de sentir. Sentía miedo, como si hubiera perdido algo importante, pero también sintió esperanza. Es curioso como las emociones opuestas se pueden unir. No sabía que este viaje le haría experimentar ese tipo de cosas, como el amor...

-"No puede ser..." - pensó. - "¿De verdad...?"

-Escuchad. - anunció Thorin. - Falta poco para marcharnos, avisad a Kili, estad preparados porque debemos ser muy sigilosos.