Capítulo 30: Otra vez

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De nuevo, aquella luz blanca en el horizonte. Ella miraba a su alrededor, pero aunque la luz iluminara, detrás no se veía nada. Sólo oscuridad. Briiss empezó a andar hacia la luz, pero era un camino sin fin que no dejaba acercarse a la luz. Empezó a córrer, cada vez más rápido, pero nada. Paró en seco, con la respiración agitada. Su piel se erizó al sentir la respiración de algo o alguien detrás. Quería girarse, pero le daba miedo, en vez de eso, siguió andando hacia la luz, pero sintió que le seguía. Esa respiración misteriosa cada vez sonaba más, y su aliento era frío, como la última vez. Briiss se giró, pero no vio nada, era como tener una cortina de escuridad delante que no te dejaba ver nada. Briiss estaba asustada. Sin darle la espalda a la oscuridad, sentía que alguien la miraba.

-Ash Nazg durbatulûk... ash Nazg gimbatul... ash Nazg thrakatulûk... agh burzum-ishi krimpatul... - susurró la voz, como en el sueño anterior.

Otra vez no, porfavor... - murmuró Briiss asustada.

Entonces comenzó a córrer como si no hubiera un mañana hacia luz. Su corazón latía deprisa, la luz se alejaba como anteriormente. Las lágrimas saltaban de sus ojos, y la adrenalina del momento, hacía que Briiss tuviera más impulso al córrer. 

-¡Largo de aquí! - exclamó Briiss mientras corría.

Sintió que la seguía persiguiendo, la luz no para de alejarse de ella, y su energía disminuíba. Briiss, involutátiamente, dejó de córrer. Le dolía la garganta de respirar por la boca, y temblaba del miedo. Se giró un poco y siguió sin ver nada. Miró hacia la luz y se dio cuenta de que esta iba desapareciendo como si se cerrara una puerta.

-¡No, no, no, no! - exclamó volviendo a córrer hacia ella.

Corrió, hasta que al final, no hubo luz. Briiss no veía nada. Asustada, se dejó caer de rodillas en la inmensa oscuridad. Lloraba en silencio mientras cerraba los ojos. 

-Ash Nazg durbatulûk... ash Nazg gimbatul... ash Nazg thrakatulûk... agh burzum-ishi krimpatul... - volvió a decir la entidad, pero Briiss lo escuchó como si estuviera justo a su lado.

Del susto, se levantó aun sin ver nada. Briiss intentaba ver si alrededor se veía una pequeña luz, pero nada. Hasta que cuando se giró, una luz naranja apareció en forma de ojo, algo que a la asustó. Un gran ojo de fuego iluminaba el rostro miedoso de Briiss, hasta que una luz blanca volvió a aparecer detrás de ella. Al instante, Briiss se giró, y vio que dónde se postraba la luz, apareció una sombra. Briiss juraría que era la misma sombra que el sueño anterior. Comenzó a córrer de nuevo. Quería escapar de ahí como fuera.

-¡Eeeh! - exclamó Briiss mientras corría hacia la figura.

-¡Briiss...! - escuchó Briiss procedente de la figura.

La luz aumentó y los ojos de Briiss no aguantaban tanta luz e iban cerrándose. Hasta que Briiss sintió que se desvanecía en la luz...


-¡AH! - exclamó Briiss al despertar.

-Briiss, ¿estás bien? - preguntó Balin preocupado.

Briiss, exhausta, no le respondió. Sólo asimilaba lo que acababa de soñar porque le parecía difícil de creer.

-Estás llorando. - le dijo Balin preocupado.

Briiss se tocó la comisura de uno de sus ojos y realmente estaba llorando.

-No es nada, sólo una pesadilla. - se tranquilizó Briiss.

-Debió de ser fuerte. - le murmuró Balin con la mirada apenada hacia Briiss.

Misión: EreborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora