Capítulo 11: ¡Oh, oh!

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Pasó otro día, la noche no llegó aún y Briiss vio que Gandalf se marchaba enfadado. Pasaban horas y Gandalf sin aparecer. Briiss estaba preocupada porque se hizo denoche y llevaba horas fuera, y ni siquiera sabía que había pasado.

-¿Qué pasó antes con Gandalf? - le preguntó Briiss a Bofur que estaba ocupado repartiendo la cena.

-Oh, bueno, una pequeña discusión con Thorin.- decía Bofur poniendo comida en un plato.- Además, es un mago, hace lo que quiere y se va cuando quiere.

Briiss asintió y se fue a sentar al lado de una roca. Miraba al suelo pensando en dónde podría haber ido Gandalf.

-Toma. - apareció de nuevo Bofur sonriente dándole un plato de comida.

-Gracias. - dijo Briiss cogiendo el plato.

Mientras meneaba lentamente la comida con la cuchara para que se enfriara un poco, recordó la canción que cantaron en Bolsón Cerrado y, poco a poco, fue entonándola. Algunos enanos se dieron cuenta y, en silencio, avisaban al resto de que la escucharan tarareándola.

-¿Qué? - preguntó sorprendida al ver que todos los enanos la miraban, y los enanos rápidamente volvieron a sus tareas.

-Bilbo, Briiss. - llamó Bofur. - Tomad, llevadles estos platos a Fili y a Kili.

Ambos asintieron y cojieron plato cada uno. Fili y Kili estaban vigilando los ponys para que no se esparan o les pasara algo. Bilbo y Briiss estaban en silencio caminando , pero Briiss se sentía mal al no presentarse en su casa.

-Me llamo Briiss.

Bilbo la miró y dijo:

-Oh, sí, lo siento. Bilbo Bolsón. Un placer.

-Igualmente.

-¿Sabes? No he dejado de preguntarme una cosa desde la cena en mi casa.-dijo Bilbo decidido y Briiss guardó silencio para escucharle.- ¿Qué hace una... mujer, en la Compañía de Thorin? Quiero decir, los enanos són testarudos, tienen malos modales y se enfadan rápidamente, y por lo que tengo entendido, las enanas también. Tú... te ves diferente.

-Sólo es eso... Diferente. No entiendo porque todos devemos ser iguales... - dijo Briiss bajando la vista con la voz temerosa.

-Oh, lo.. lo siento si te he ofendido.

-No, no es eso. Tranquilo.- finalizó Briiss la conversación y vieron de pie a Fili y a Kili de espaldas.

-Tomad. - dijo Briiss dándole su plato a Fili.

Ellos ni se inmutaron y, extrañados, Bilbo y Briiss se miraron.

-¿O... ocurre algo?-preguntó Bilbo.

-Los ponys... - murmuró Kili.

-Teníamos 17...- siguió Fili.

-Ahora sólo hay... 15. - acabó Kili.

Preocupada Briiss dejó bruscamente el plato en las manos de Fili y empezó a buscar. Ellos mirándola, luego se miraron y dejaron los platos corriendo y también empezaron a buscar.

-¡No están ni Milto ni Daisy! - exclamó Kili que apareció de entre unos árboles.

-¿Dónde han podido ir...? - se preguntó Fili a si mismo.

-¿Se lo decimos a Thorin? - preguntó Bilbo.

-No, no será necesario...- le respondió Fili.

-No deben de andar muy lejos.- dijo Briiss.

-¡Eh...! Mirad. Una luz. - llamó Fili.

Corrieron sigilosamente hacia aquella luz, pero se pararon en seco al escuchar un árbol romperse, se encondieron donde pudieron. Después era una serie de sonidos que pertenecían a alguien o algo muy pesado. Kili fue rápido y fue a ver de que se trataba.

Misión: EreborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora