Misión: Erebor

Capítulo 38: Y ahora... ¿qué?

-Bueno, primo... - le dijo Dain a Thorin abrazándolo con un brazo en los hombros de Thorin. - Lo has conseguido, tienes las montaña.

Thorin sonrió mirando a la montaña y a la compañía y dijo:

-No lo hubiera echo de no ser por ellos...

Briiss sonrió al ver la felicidad que mostraba Thorin al mirar a la montaña y a la compañía.

-Nosotros regresaremos a casa. - anunció Dain. - Thorin, sé un gran rey bajo la montaña...

Thorin le sonrió y le dio un abrazo de despedida.

-Hasta pronto, primo. - fue lo último que le dijo a Dain antes de que se marchara.

Thorin caminó lentamente hacia la entrada de erebor, pero se detuvo al lado de Briiss.

-Gracias. - le murmuró mirándola a los ojos.

-¿Por qué? - preguntó confusa.

-Por salvarme la vida. - le sonrió

-No ha sido nada. - le devolvió la sonrisa.

Thorin la miró con admiración al ver lo fuerte que había sido Briiss durante todo este tiempo, desde que salió de casa hasta llegar ahí. Thorin dejó de mirarla para luego ver a Kili sonriente mirando hacia el suelo.

-Bueno... ¿me váis a explicar qué ha pasado aquí? - dijo Thorin cruzándose de brazos arqueando las cejas hacia Kili y Briiss.

Briiss se sonrojó y no pudo decir nada. Kili sólo se rio de los nervios aún con esa sonrisa.

-¡Bah! ¡No les des presión...! - dijo Balin con exhasperación.

Thorin soniró y se dirigió hacia la montaña junto con los enanos, pero Briiss andaba mucho más lento, como si quisiera tener un poco de privacidad para asimilarlo todo, y Balin se paró para mirarla sonriente.

-¿Qué? - preguntó Briiss parándose a su lado.

-Pensé que no te volvería a ver. - se sinceró Balin.

-Yo también lo pensé. - dijo seria. - Pero... aquí estoy.

-Sí... - sonrió Balin. - Y dime, ¿qué ha pasado ahí arriba?

-Thorin lo logró... - sonreía. - Ha matado a Azog.

Balin puso un cara de sorpresa, que se iba transformando en alegría.

-Bien... - pudo decir. - ¿Y tú estás bien?

-Sí, sólo tengo algun que otro golpe, pero podré sobrevivir. - bromeó.

-No me refería a eso. Digo... con... Kili. - sonrió

Briiss se sonrojó y sólo le dedicó una sonrisa que se lo decía todo, y Balin se rio. Ambos continuaron andando hacia dónde habían ido los enanos, a una cabina dónde había sillas y una mesa. Balin se fue con ellos, pero Briiss se desvió para sentarse al lado de Fili, quién seguía durmiendo. Observó que el rostro de Fili estaba sucio y decidió limpiársela con un trozo de venda que había sobrado. La mojó en el cuenco de agua que había a su lado y cuidadosamente procedía. Mientras le mojaba la frente, Fili se fue despertando, y Briiss apartó la venda mojada. Fili se despertó y lo primero que vio fue a Briiss con una cara de alegría.

-Por fin has despertado. - dijo sonriendo Briiss.

-Sí... - dijo no muy alegre, hasta que cayó en la cuenta de algo. - ¡¿Dónde está Thorin?!

Briiss se asustó del repentino grito, y le respondió:

-Tranquilo, está bie. Él ya se ha desperado. Bilbo y Gandalf ya se han ido.

-¿Ya? Podríais haberme avisado para despedirme. - se quejó.

-¿Y cómo andarías? ¿Con las manos?

Fili no añadió nada más. Su rostro se había vuelto serio, mostrando algo de preocupación.

-Briiss... - la llamó con un murmuro.

-¿Sí?

-¿Voy a perder el pie? - la miró triste.

-No, tranquilo... - le sonrió. - Todo saldrá bien, durante un tiempo tendrás que ayudarte con un bastón o algo, pero se curará.

Fili le devolvió la sonrisa, aunque estaba serio porque aún sentía dolor.

-Pero me hubiera gustado llamarte Pie de metal o Pata de palo... - bromeó. - Dependería del tipo de pie...

Eso hizo que Fili soltara una pequeña carcajada, y ella se alegró al verle sonreír.

-Gracias. - le dijo Fili.

-En realidad, ha sido Oin y Gandalf quiénes te han curado.

-No me refiero a eso. - dijo serio, y Briiss estaba confusa.

-Gracias por estar en esta aventura, si no hubieras estado, esos tres trolls nos hubieran comido... - bromeó, y Briiss se rio. - Y gracias por hacer feliz a mi hermano.

Briiss abrió los ojos como platos y, de la vergüenza, no añadió nada más al mirar hacia el suelo.

-Bueno, luego veré cómo estás... - dijo antes de irse con el resto de enanos.

Briiss andó hacia la cabina y, al entrar, se llevó toda la atención.

-¿Cómo está Fili? - preguntó Dwalin. 

-Se pondrá bien. - sonrió.

Briiss se sentó en una silla junto a Balin y Gloin, y se dio cuenta que Kili la miraba sonriente y algo tímido. Briis tuvo la misma reacción y decidió poner atención a la conversación que estaban teniendo.

-Lo que ahora debemos hacer es reconstruir Erebor... - dijo Thorin. - Que esto vuelva a ser lo que fue antaño, que los enanos de las Montañas Azules regresen a casa... Que volvamos a ser felices...

Los enanos se quedaron en silencio, y Balin lo rompió:

-Pero Thorin, ¿cómo pretendes hacer eso?

Thorin no contestó porque no tenía ni idea, pero Briiss apotó una levantándose de la silla.

-Con la ayuda los ciudadanos de Esgaroth.

Thorin la miró con sorpresa y ella añadió:

-Pero sólo te ayudarán, si les das lo que les prometiste.

Thorin tenía la vista entrance, pensativo.

-Thorin... - le llamó Briiss seria, y este la miró de nuevo. - ¿Les darás lo prometido...?

Thorin pensó y, levemente, asintió con la cabeza.

-Sí. - dijo, y Balin sonrió, al igual que Briiss.

-Bien, pero... - decía Gloin. - ¿Qué hacemos ahora?

-Bueno, darle la recompensa a los hombres de Esgaroth y pedirles ayuda. - respondió Balin.

-¡THORIN! - se escuchó gritar la voz de Fili.

Se miraron preocupados y el primero en salir fue Thorin.

-Hay alguien en la entrada. - le informó Fili.

Thorin miró hacia la entrada y, efectivamente, había una figura, pero no era ni humana ni elfica. Eso sólo podía significar que era un enano o enana. Esa figura era irreconocible gracias al sol.

-¿Quién eres? - preguntó Thorin acercándose.

La figura se rio y dijo:

-Veo que lo habéis conseguido... 

A Briiss y a Thorin les resultaba realmente familiar esa voz y, si creían que aquella figura era realmente esa persona, no se lo esperaban para nada.