Los enanos y Gandalf se habían despertado por el ruido de una hacha cortando madera. Se asustaron, pero Gandalf les dijo que mantuvieran la calma. Era Beorn.
-Yo digo que echemos a córrer sin que nos vea. - sugirió Nori.
-No pienso huir de nadie, ni de una bestia. - le dijo Dwalin.
-No os pongáis a discutir, no podemos atravesar las tierras ásperas sin la ayuda de Beorn. - dijo Gandalf. - Nos atraparán antes de que podamos llegar al bosque.
Bilbo había aparecido al lado de Briiss y Fili.
-Ah, Bilbo, aquí estás. - dijo el mago en cuanto lo vio. - A ver... tenemos que... hacer esto con mucho tacto. - dijo hacia todos. - Hay que andar con pies de plomo, la última persona que lo infortunó, acabó echo trizas.
En cuanto Gandalf dijo eso, los enanos se pusieron a cuchichear con miedo.
-Yo iré primero y... Bilbo, tu vendrás conmigo. - dijo Gandalf.
-¿Crees que es una buena idea? - peguntó Bilbo dudando.
-Sí. - le respondió. - Los demás, esperad aquí, y no os mováis hasta oír mi señal.
-Bien, esperamos la señal. - dijo Bofur asustado desde la ventana.
-Y nada de movimientos bruscos ni ruidos, no lo agobiéis, y salid de dos en dos. - ordenó Gandalf. - Eh... Rectifico, Bombur, tu cuentas por dos así que sal solo.
Bombur asintio, y Gandalf y Bilbo se dirigieron hacia Beorn. Briiss estaba entre Fili y Thorin.
-Y yo, ¿con quién voy? - preguntó Briiss al darse cuenta que no tenía pareja.
-Conmigo. - respondió Thorin, y esta asintió.
-¿Crees que va a salir bien? - preguntó Fili hacia Thorin. - No se le ve muy amigable al tipo.
-Debemos confiar en Gandalf. - es lo único que dijo Thorin.
-¡La señal! - exclamó Bofur. - ¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!
Y los primeros en salir fueron Dwalin y Balin. Bofur veía como Gandalf hablaba con Beorn y veía como el mago le hacia "señales".
-¡Venga salid! - volvió a avisar Bofur, y salieron Oin y Gloin.
Ori y Dori estaban alerta para cuando fuera su turno.
-¡Venga! ¡Venga, andando! - y Ori y Dori salieron.
-¡Vamos! ¡Vamos! - dijo otra vez Bofu, y salieron Fili y Kili.
-Vale vamos nosotros ahora, vamos, vamos, vamos. - fue lo último que dijo Bofur antes de salir por la puerta con Nori, Bifur y Bombur.
-¿Todos de golpe? - preguntó Briiss perpleja.
Thorin se puso la mano en la cara mostrándo frustración.
-Esperemos un rato y luego vamos nosotros. - dijo Thorin.
Thorin y Briiss miraron las caras de los enanos y en cuanto los miraron, Briiss y Thorin actuando normal, saliendo por la puerta. En cuanto Beorn vio a Thorin, este lo observó con detenimiento. Le sonaba demasiado ese rostro. Beorn accedió a que entraran en su casa, otra vez, para servirles el desayuno.
-Así que tú eres el llamado Escudo de Roble. - dijo Beorn sirviendo un vaso de leche a Fili. - Dime, ¿por qué te persigue Azog el Profanador?
-¿Conoces a Azog? - preguntó Thorin sorprendido. - ¿De qué?
-Mi pueblo siempre vivió en las montañas, antes de que vinieran los orcos. - dijo Beorn acordándose de todo por lo que pasó. - El Profanador mató a casi toda mi familia y, a los que no, los esclavizó. No por necesidad, ya me entendéis, si no por placer. Parecía divertirle enjaular y torturar a cambiapieles.
-¿Y hay otros como tú? - preguntó Bilbo curioso.
-Una vez fuimos muchos. - respondió serio Beorn.
-¿Y ahora? - preguntó de nuevo Bilbo.
-Ahora, solo hay uno. - cuando Beorn dijo eso, sintieron algo de pena, en especial Bilbo por haber sido demasiado curioso. -Tenéis que llegar a la montaña, antes de los últimos días del otoño. - dijo Beorn.
-Antes del ocaso del día de Durin, sí. - confirmó Gandalf.
-Tenéis poco tiempo. - dijo Beorn obseando a los enanos que se encontraban en su casa.
-Por eso atravesaremos el Bosque Negro. - dijo el mago.
-Una oscuridad acecha ese bosque... - dijo Beorn avisando a Gandalf. - Seres malignos reptan bajo esos árboles. No me aventuraría acercarme, salvo en caso de extrema necesidad...
-Iremos por el camino élfico. - dijo Gandalf para calmar a los enanos. - Ese es un sendero seguro.
Briiss escuchaba la conversación con total claridad. Le llamó la tención cuando Beorn dijo: "Los elfos del Bosque Negro son menos listos, y más peligrosos...". Briiss se imaginaba una especie de elfos salvajes. Briiss salió de sus pensamientos cuando escuchó a Thorin preguntar preocupado:
-¿Qué quieres decir?
-Esta zona esta llena de orcos, cada vez son más... - respondió Beorn. - Vosotros váis a pie, jamás llegaréis al bosque con vida. No me gustan los enanos, son codiciosos, e indolentes, indolentes ante las vidas de aquellos a los que consideran inferiores. - dijo Beorn, y por un momento pareció de forma amenazante. - Pero los orcos me gustan menos, ¿qué necesitáis?
-Ponys, sólo eso. - respondió Gandalf.
-Venid. - dijo Beorn antes de salir por la puerta, y los enanos cogieron sus cosas y fueron hacia dónde Beorn fue. - Tomad estos ponys.
Los enanos y Bilbo se subieron a los ponys, esperando a que Gandalf acabara la conversación alejada que tenía con Beorn.
-Gandalf. - le llamó Thorin. - No perdamos tiempo.
Gandalf iba hacia su pony, pero Beorn le dijo algo más. Briiss pensó que lo que le estaba diciendo Beorn era de suma importancia al ver la mirada seria de Gandalf. Al fin subió a su caballo y fueron hacia el Bosque Negro. Durante el viaje con los ponys, Briiss pensaba sobre la conversación en casa de Beorn y miraba la seria cara que tenía Gandalf. Al fin llegaron ante el umbral del Bosque Negro y se bajaron de los ponys. Briiss acariciaba el áspero cabello del pony en la que iba montada. Observó que Gandalf entró en el Bosque Negro. Mientras los enanos desataban las sillas de montar que llevaban los ponys, él apartó una rama de una estatua. Briiss no vio qué hizo que Gandalf tuviera el rostro tan temeroso. Nori estaba a punto de quitarle la silla de montar al caballo de Gandalf cuando este le dijo:
-¡Mi caballo no, lo necesito!
-No irás a dejarnos ahora... - preguntó Bilbo, y Briiss se preocupó.
-Es totalmente necesario. - se excusó Gandalf, que ahora se dirijía a Bilbo. - Has cambiado Bilbo Bolsón, no eres el hobbit que dejó la Comarca.
Briiss se comió la cabeza pensando en lo que pasaría si Gandalf no estaba y los enanos descubireran su secreto.
Gandalf estaba a punto de montarse al caballo cuando Briiss lo llamó, y este se giró.
-¿A dónde vas? - preguntó Briiss con la voz entrecortada, y Gandalf supo que ella tenía miedo.
-No te preocupes... - sonrió Gandalf. - No pasará nada, pronto te veré.
Briiss, no muy segura de las palabras del mago, asintió.
-Este no es el Bosque Verde de antaño. - dijo Gandalf ahora dirigiéndose a todos. - Hay un arollo en el bosque con un oscuro encantamiento, no toquéis el agua, cruzadlo por el puente de piedra. El aire del bosque está cargado de espejismos que entran en vuestras mentes y hacen que os descarriéis.
Los enanos empezaron a hablar entre ellos preocupados. Briiss cogió su mochila y se la acomodó en su espalda.
-Seguid el camino. - dijo Gandalf. - No os apartéis, si lo abandonáis, jamás volveréis a encontrarlo. ¡Pase lo que pase no abandonéis el camino! - fue lo último que dijo Gandalf antes de desaparecer.
-Vamos. - dijo Thorin. - Devemos llegar a la montaña antes de que se ponga el sol el día de Durin.
Y en fila de uno, se adentraron en el bosque como había dicho Gandalf, siguiendo el camino.
ESTÁS LEYENDO
Misión: Erebor
Hayran Kurgu*FanFic El Hobbit* Thorin Escudo de Roble se encamina en una misión para recuperar lo que les fue robado: Erebor, la Montaña Solitaria. Acompañado por Gandalf el gris, sus sobrinos Fili y Kili, el hobbit Bilbo Bolsón, otros diez enanos y Briiss, nue...