Capítulo 12: Rivendel

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Gandalf, los enanos, Bilbo y Briiss se dirigieron hacia la entrada de aquel maravilloso lugar que dejaba boqueabiertos a la mayoría de los presentes, en especial a Bilbo.

-Mithrandir. - saludó un elfo que bajaba de unas escaleras a Gandalf.

-Lindir.- le devolvió el saludo.

-Mi señor Elrond no está.- informó el elfo.

-Y...¿dónde está? - preguntó Gandalf extrañado.

El elfo iba a responder hasta que sonó un cuerno, el mismo cuerno que sonó durante el ataque de los orcos. Los enanos se giraron y vieron la llegada de elfos montados en caballos. De repente rodearon a los enanos y estos se pusieron en posición de combate.

-Gandalf. - saludó un elfo montado a caballo.

-Elrond. - saludó Gandalf sonriente. 

De pronto Elrond y Gandalf hablaron en élfico, Briiss pensó que si sabía leer élfico, tambien sabía hablarlo, pero no fue así. Se preguntaban qué estaban diciendo y, al igual que los enanos, estaba perdiendo la paciencia.

-Es raro que los orcos se acerquen tanto a nuestras fronteras. - dijo Elrond sosteniendo una espada de orco. - Algo o alguien ha debido atraerlos.

-Oh... Quizá heos sido nosotros. - respondió el mago.

Thorin miraba a Elrond y se iba acercando.

-Bienvenido Thorin, hijo Thráin. - saludó Elrond.

-Creo que no nos conocemos... - dijo Thorin indiferente.

-Tienes el porte de tu abuelo. Conocí a Thror cuando era rey bajo la montaña.

-¿A sí? Él nunca te mencionó. - dijo Thorin pareciendo enfadado, como si intentara cabrear a Elrond.

Y otra vez, Elrond habló en élfico.

-¿Qué está diciendo? ¡¿Acaso nos brinda insultos?! - exclamó Gloin amenazante con su acha.

-No Señor Gloin, nos brinda comida... - dijo Gandalf.

Y los enanos hicieron una piña y murmuraban, entonces tomaron su decisión y volvieron la mirada hacia el elfo.

-Está bien... En ese caso te seguimos. - respondió Gloin.

Los enanos siguieron al elfo y este les dijo a los elfos sirvientes que prepararan mesas para los enanos en la sala del pedestal. Elrond se fue con Gandalf  subiendo un escalera mientras que los enanos eran conducidos por una elfa. Briiss todavía pensaba cómo podía leer élfico, pero no hablarlo.

-Dejad vuestras pertenencias aquí. - dijo la elfa.

Los enanos no la hicieron caso y fueron directamente hacia la mesa y dejaron rápidamente sus armas en el suelo y se sentaron esperando la comida. La elfa no tuvo más remedio que coger las petenencias y dejarlas en el lugar que había pedido ella.

-Trae, que te ayudo. - dijo Briiss cogiendo las espadas.

-No, no se moleste. - dijo la elfa sin ni siquiera mirarla a los ojos.- Siéntese.

-Ah... Vale... - dijo Briiss, y después se marchó y se sentó delante de Kili.

-Briiss, ¿por qué ibas a ayudarla? - preguntó Kili.

-¿Que por qué? Necesitaba ayuda.- dijo Briiss.

-Pero somos invitados, no sirvientes. - añadió Dwalin, que estaba al lado de Briiss. - Además, son elfos. Que se espabilen.

Briiss no respondió nada, sentía la necesidad de salir de ahí y estar en solitario, pero se limitó a sonreir falsamente. Un poco más tarde, elfos y elfas trajeron la comida y aparecieron Gandalf y Elrond, pero este con un atuendo más adecuado. Los enanos se llebaron una decepción cuando vieron que en aquellos cuencos y platos solamente había vegetales.

Misión: EreborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora