Los intermitentes besos que paseaban por su piel, las manos que duras marcaban sutil sus caderas y muslos, sus arremetidas bestiales y certeras, sus toques amables y cuidadosos, cada acción y gesto de su parte solo hacían que desorientarlo y ahogarlo en una profundad de placer insuperable, casi hasta quería compararlo con tocar el cielo y ver las estrellas del gran firmamento, y todo por ser ultrajado por el habil cuerpo de un artista, que lo cuidaba como un diamante único de exposición.
Seokjin deseaba que siguiera con sus frenéticos movimientos, que besará cada milímetro de su tez, que inundara la habitación de sus morbosos sonidos corporales y su crueles gruñidos y suspiros, queria seguir oyendo una y otra vez sus halagos al oído, casi describiendo cada una de sus acciones solo para denotar lo mucho que amaba su reciente intimidad; el solo quería que Yoongi siguiera amandolo así por siempre.
—Te quiero... Te quiero tanto, amor mío— Sentía su respiración caliente golpear contra su nuca, sus yemas suaves pasear por su espalda, y su mano firme sostener su cintura con el fin de profundizar las estocadas vulgares que daba a su débil cuerpo.
No logró responder, ya que su adorado rostro aún herido, estaba siendo enterrado en las costosas sabadas de su cama, ocultando los gemidos que ansiosos intentaba escapar de sus labios y sus gestos de placer hermosos de los que ese pintor no quería era privado.
Un vacío fue suficiente para voltear, cegado por el calor y pidiendo aún más cuando pudo verlo. Él sonreía, hermoso y contento, con su cabello humedo por su sudor y con sus descaradas manos presionando sus largas piernas.
—Más, quiero más...— Yoongi suspiró encantado al oírlo, y besó las piel desnuda de la extremidad que sutil, posicionó sobre su hombro.
—Lo siento... Solo quería ver tu rostro— Fue tan rápido como placentero; cuando volvió a sentir la arremetida feroz contra él, el aire escapó de su cuerpo. No podría aguantar demasiado las mil sensaciones que el artista le provocaba.
Luego de horas de comenzar y minutos en los que Yoongi podía jurar que iba a colapsar por provocar tantas gestos divinos en su amor, llegó a sentir un clímax que provocó un temblor en su sensible cuerpo y en su amado acompañante, quien antes de terminar, le permitió oír el cielo con su ansiosa voz de plata.
Él procuró que su salud estuviera totalmente bien, llegó a besar sus heridas temiendo haberlas empeorado de alguna forma por su fogosa situación, y hasta le ofreció una de sus camisas para su comodidad, última amabilidad que Seokjin negó de inmediato alegando que se encontraban en su casa y tenía la ropa necesaria, además de que por su diferencia de altura todo lo que no debia verse, se vería. Finalmente logró que el actor se pusiera una de sus prendas, refutando que ya había visto todo de él esa noche y que verlo nuevamente sería solo un obsequio a su vista.
Fueron cortos segundos que tuvo la prenda que efectivamente no cubría lo que Seokjin quería que cubriera, pero que fue olvidada cuando ambos entraron a la ducha de su gran baño, dejando fluir el agua sobre ellos y donde Yoongi tuvo la única oportunidad de enjabonar la espalda de su amor, mientras hablaban de temas que poco importaban pero que a él le interesaban solo por su emisor.
Agradeció internamente ese momento, ya que era el reflejo claro de una domestica situación que le encantaría vivir cada día, por el resto de su vida.—¿Qué miras tanto? ¿tengo algo?— Seokjin le observó intrigado, ya que luego de su rápida ducha y vestimenta, ese artista no había quitado la vista de su esbelto cuerpo.
—No, no, es solo que... Tienes ropa interior...— El se vio claramente avergonzado por esa respuesta confundida, era como si hubiera hecho algo sumamente extraño para el pintor.
-Te lo dije ¿no? Tu camisa es demasiado corta, no soy un exhibicionista, comienzo a sentirme incómodo con todo el aire... fluyendo por mi entrepierna...- Su risa sutil iluminó el lugar, y sintió en la habitación una calidez indiscutible crecer por ese gesto tan facil y cegador -Tu risa... Me gusta tu risa, Yoongi.
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La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae
FanfictionPara algunos grandes artistas enamorarse es la cuna de su pasión, para dos pintores tan excepcionales como Yoongi y Taehyung, enamorarse fue la inspiracion de todo su trabajo, sus dos obras de arte, los hermanos Kim; Seokjin, un actor de reconocimie...