La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae

Un viejo amor

—¿Y bien? Vas a torturarme o a besarme, Jung, porque llevas minutos viendome, diría lo mismo de Jeon, pero el cabrón no ha dejado de observarte— Su voz era sumamente irritable, Jungkook podía jurar que hasta superaba a la de Seokjin, y fue claro al demostrarlo con un fuerte puñetazo en las costillas ajenas, que arrojaron al suelo a ese hombre.

—¿Cómo tienes los huevos de dirigirme la palabra? Parece que aún no razonas sobre tu posición— Su enojo intentaba ocultarse, pero todos en esa habitación podían sentir su palpable molestia.

—Vamos Jeon, sabemos que no tienes las agallas de matarme, me necesitan con vida si quieren de vuelta a la mierda de Kim Taehyung— Ambas miradas se posaron en ese hombre, sobrendidos de que supieran esa información, dándole la satisfacción de que no podían matarlo por más molesto que fuese —¿Y así eres la mano derecha del lider? Toda tu vida criado para un solo objetivo y no lo haces siquiera bien, que divertido...

Hablaba solo para molestarlo, como si supiera muy bien qué era lo que más le afectaba, ese hecho claro, que no podía cumplir con el único objetivo al que fue destinado toda su vida. Ya sea porque odiaba a unos de los líderes a los que debía servir o porque fallo múltiples veces en su tareas. En comparativa con ese hombre amarrado y herido, el no podría hacer ni soportar tanto, su lealtad seguramente jamás seria tanta para proteger a los Kim.

—¿Necesitarte con vida? No me jodas, viejo asqueroso— La neutra voz de Hoseok resonó más fuerte de lo usal, inundando esa habitación y no solo sorprendiendo a Jungkook, sino también a su invitada víctima —Si tan solo funcionas mejor como sirviente de Lee, le hubieras dicho que su puto plan era basura. La única razón por la que te manteníamos con vida es porque pensamos que dirías algo, pero tu vieja boca no sirve para nada más que para insultar como un infante...— el se arrodilló a su lado, correspondiendo a la sonrisa de superioridad y confianza que ese sucio hombre aún mantenía, pero que borró al ver como un arma apuntada a su cabeza.

—Si me muero, mataran a Kim Taehyung, no te creo capaz...— Jungkook repentinamente escuchó ese característicos sonido y su mirada fue rápida y atenta al rostro manchado de sangre de Hoseok cuando todo acabo.

—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Hoseok ¡¿qué hiciste?! Sin este tipo mataran a Kim, la basura de Seokjin se molestara y Namjoon te odiara... Esto no esta bien, ¿qué haremos ahora?— Sus ojos reflejaban desesperación, pero los de Hoseok solo mostraban un alivio y tranquilidad imperturbables, acompañadas de una de sus confianzudas sonrisas que alborotaban el débil corazón del chico a su lado.

—Tranquilo, cuando Seokjin me habló fue para decirme que una de nuestras otras víctima habló, ya sabemos donde está Taehyung, solo quería darle la oportunidad de soltar sus últimas palabras sin saberlo— Sus espacio fue reducido cuando uno de los brazos ajenos paso por detras de sus hombros, acercando sus rostros y mostrándole datallada esa sonrisa feliz en forma de una abstracto corazón —Es una lástima que solo soltara mentiras, decir que mi Jungkookie es un mal asistente, que descaro...— el bromeaba, claro que bromeaba, pero Jungkook sintió una intimidad palpable golpearlo a raíz de ese apodo y de sus palabras suaves de apoyo. Pudo hasta jurar que el valor de besarlo comenzaba a formarse sutil en su pecho, pero su extraño ambiente cálido, fue roto por la intromisión irritable de Seokjin.

—Sea lo que sea que estaban por hacer, no lo hagan hoy, menos ahora que los estoy viendo— Su sorpresa fue clara para esos dos chicos que no tuvieron siquiera la vergüenza de separarse, ya que Hoseok no creía necesario perder la amistosas cercanía de Jungkook solo por Seokjin —Necesito hablar contigo, Jeon, aún hay detalles que organizar, salgamos de aquí... Ah, y Hoseok, por favor pide que limpien aquí— No compartieron más palabras, Seokjin se sintió lo suficientemente incómodo como para salir de la habitación, siendo seguido por Jungkook, quien tímido se despidió con una leve mirada de Hoseok, a sabiendas de que tendría mucho que hacer luego de hablar con su jefe.