La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae

No quiero perderte

Fue más difícil de lo que espera, siempre, a pocos minutos de su salida a la pasarela, oía los gritos y reclamos hacia el y otros modelos por parte del diseñador y coreógrafo del lugar, pero todo valía la pena cuando salía a modelar y veía su mirada emocionada fija en el. Sentía su completa atención y hasta podía jurar que el brillo en ese mirar era solo por su presencia en el escenario.

Tuvo la suerte de no haber fallado en su desfile las veces que salió ansioso por ver a Namjoon, y a pesar de que para ellos esa conexión era íntima, cualquier invitado del lugar podría fácilmente decir que la mirada conmovedora que había entre ese atractivo modelo novato y el nuevo CEO de KD era inocultable, en especial para un mafiaso guardia y un protector padre.

Al terminar lo esperaba una regulativa celebración entre invitados, modelos, empresarios, inversores y la especial familia Kim, pero Taehyung realmente no la quería, juraba que no necesitaba ver a una manada de ricos hablar sobre cosas de ricos, mucho menos mientras tenía en sus brazos a ese hombre formido besando su cuello e invadiendo su espacio como si las paredes de ese cuidado baño se encogieran entre ellos. Quería seguir, como si no hubieran sido suficiente sus variados encuentros a lo largo de su última semana, en donde no solo se perdía en esa piel hermosa, sino que pasaba tiempo junto a el entre cenas, malas películas, alcohol barato, juegos tontos de mesas, y demás situaciones que Yoongi denominaba como citas a pesar de sus reiteradas negativas al respecto, pero, es que nunca era suficiente para el, si se trataba de Namjoon.

Sus besos, su cuerpo, sus roces; deseaba perderse en el, pero la chillona y molesta voz de Jungkook preguntó por su querida pareja, la cual no dudo un segundo en alejar sus manos de debajo de su camisa y salir del cubículo de ese baño cuidadosamente limpio.

Estaba claro el caluroso momento que paso con Namjoon, y lo fue aún más cuando Taehyung salió atrás de él, abrazandolo por la espalda solo para ver la mirada irritada de Jungkook por su cercanía. El tenso momento fue rotó por Namjoon quién no notó ese odio claro entre su amigo y pareja sexual, gracias a la verguenza que sentía por haber sido encontrado en una situación así.

Minutos después y gracias al pedido de ese molesto guardia que le pedía a su cariño saludar personalmente a sus invitados, se encontraba en esa gran recepción, entre personas que le miraban extrañados y tan cerca de Namjoon por lo cohibido e incómodo que era estar rodeado de claros desconocidos.

—Cariño ¿es necesario que saludes a tanta gente? Entiendo que la mayoría sean tus amigos pero esto es aburrido, preferiría celebrar contigo con una cena y dos botellas de buen vino— Su voz sonaba mucho más divertida y aliviada por encontrarse lejos de toda esa multitud de personas y muy a pesar de sentirte internamente apenado por sus desvergonzada invitación.

—Me encantaría huir de mis responsabilidades para embriagarme contigo, Tae, pero a excepción de Jungkook, no tengo amigos, todas éstas personas son importantes empresarios con los que me conviene tener una relación de negocios, lo siento— El bebió de su copa con un claro desinterés por ese tema mientras era observado por un sorprendido pintor que se negaba a creer en sus palabras —¿Y esa mirada? No es muy raro si pasas todos tus días de adolescente encerrado en una biblioteca y eres un imbecil tímido— Espero una sonrisa divertida por ese intento de broma, pero solo vio una indiferencia molesta en Taehyung.

Su claro enojo era porque creía firmemente que era mentira, y a pesar de que entendía su falta de confianza, era molesto que negara de tal forma su vida social. Taehyung no podía entender que Namjoon fuera una persona sin una larga lista de amigos basada en su increible atractivo, amabilidad palpable, carisma innegable y esa sonrisa conmovedora; detalles que el adoraba y que podía jurar, el resto del mundo obligatoriamente también admiraría.