Mi preciado estro

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El golpeteo incesante de su puerta, ya se volvía irritante y la ausencia de Taehyung por sus salidas con Jimin, hacían más difícil que alguna otra persona, a excepción de el, abrieran la puerta principal de su solitario hogar.
Quiso ignorar a la molesta persona al otra lado de la puerta, pero la pintura por la que se había desvelado a lo largo de toda una semana ya estaba finalizada, y ciertamente debía satisfacer sus necesidades básicas si no quería morir joven por su descuidada rutina.

Estaba cansado; su ropa, rostro y manos estaban manchadas y salpicadas de seca pintura, y su caminar fue demasiado perezoso hasta la entrada.
Al abrir la puerta, se encontró con un formidable hombre joven, que lucía un claramente caro traje, y se mostraba con una intimidante aura extraña. No tuvo siquiera tiempo de preguntarle a que se debía su presencia, ya que la clara y firme voz ajena, saludó.

—Muy buenas noches, es un placer conocerlo— El hombre al otro lado, realizó una pequeña reverencia al verlo y le ofreció una tarjeta de presentación, que inmediatamente recibió, pero no leyó —Aquí vive Kim Taehyung ¿verdad? ¿podría hablar con él?

La seriedad de su voz era imponente y por su mirada, temió de sus intenciones. No entendía que hacía un tipo como él es su humilde departamento, pero no quiso juzgarlo antes de tiempo, ya que, por alguna extraña razón, ese tipo se le hacía conocido.

—Lo siento, Taehyung no se encuentra ahora, pero si es algo importante yo podria comunicárselo cuando vuelva...

—No sera un problema, puedo esperarlo— Sin consulta previa y apropiándose de la situación, se adentró al cálido hogar rodeado de cuadros, esculturas, pinceles, y pinturas.
Paseó su mirada por todos los cuadros del lugar, reconociendo de inmediato algunos de ellos; el estilo de pintura y la misma firma que había analizado en cada trabajo del chico Kim, que Seokjin le presentó; esa clara firma de Vante.

Se sintió ofendido por ese atrevimiento tan repentino de ese desconocido, ni siquiera se tomó el tiempo de preguntarle si podía entrar a su hogar —Escúcheme, señor... ¿Kim Namjoon?— Pronunció con duda, mientras leía la ignorada tarjeta que llevaba en su mano.

—El mismo— Respondió, afirmando su pronunciacion con una coqueta y orgullosa sonrisa, por la posición y el apellido que cargaba consigo.

Yoongi no reaccionó al momento, pero repentinamente recordó la divertida anécdota de su amigo, donde le narró como se enamoró de un conocido empresario, un CEO que era el hermano menor de su amor, Kim Namjoon. El mismo Kim Namjoon que estaba en su maldito departamento, buscando a su mejor amigo.

—Tú de verdad... Realmente eres...

—Si, soy Kim Namjoon, el presi...

—¡El hermano de Kim Seokjin!— su emoción se reflejó en sus pequeños ojos, y Namjoon lo observó confundido por esa curiosa emoción, ya que en su primera impresión, solo vió seriedad en esa ajena mirada —Amo a tu hermano... Estoy enamorado de él. Es hermoso, ¿cómo puedes seguir vivo, luego de tener la oportunidad de ver su rostro día a día?— Se encontraba intrigado por esa reacción, mas no sorprendido. Seokjin no era considerando el hombre más hermoso del mundo por nada, entendía un poco a ese chico, que suponía era Min Yoongi; pero muy dentro suyo, sintió lástima. Si ese pobre muchacho conociera realmente a su hermano, si supiera sobre su verdadera cara, la elección que hizo; tal vez se sentiria asqueado y decepcionado —¡Espera! Seas quién seas, mi departamento es propiedad privada, y entraste al lugar sin mi aprobación. Entiendo que Taehyung este enamorado de ti, pero no he permitido que entres aquí...

—Si me permites esperar a Kim Taehyung, llamaré a Seokjin y le diré que venga aquí.

—¿Quieres beber algo mientras lo esperas?

Sonrió ligeramente aliviado de resolver ese pequeño aspecto de su obra caritativa; tal vez se esforzó demasiado por ello, y simplemente debió mandar a alguno de sus empleados a buscar a Kim Taehyung, pero deseaba que toda esa situación fuese lo más discreta posible, no quería perjudicar más la reputación de la empresa familiar y eso incluía la suya también; por ello procuró no ser acompañado por sus usuales guardaespaldas, y traer de protección a su confiable hermano mayor, el mismo que ahora despertaba alterado en su automóvil, por la escandalosa melodía de su celular, advirtiéndole una urgente llamada de Namjoon.

No se tomó el tiempo de responder a la llamada, simplemente salió del vehículo, llevando consigo su cotidiana protección y corriendo hacia ese gran complejo departamental, buscando uno en específico, con un número que ya conocía.

Investigó mucho sobre Kim Taehyung, y gracias a sus subordinados pudo averiguar demasiado aspectos de la vida del joven pervertido, y solo basto con seguirlo pocos días para saber casi todo de él. Pero su compañero, era un completo misterio; supo de él por ciertas conversaciones que oyó entre Kim y uno de sus conocidos, pero no mucho más. Min Yoongi no salió de su departamento los días de la investigación y temía que fuera un psicopata, loco y obsesivo o uno de los tantos enemigos de su padres, intentando acercarse a ellos de la forma más extraña posible.

Su mano sostenía el mango del peligroso objeto que ocultaba en su espalda baja, siendo sostenido por la presión entre su pantalón y su cintura; abrió la puerta sin cuidado alguno, encontrándose con un familiar y acogedor hogar, a su feliz hermano sentado en uno de los sillones mientras recibía una humeante taza, y a un extraño chico manchado de pintura entregándole dicha taza con cuidado.

La escena era irreal, su hermano se veía tan cómodo, extrañamente apenado y contento por la atención ajena, aún siendo ese muchacho, un completo desconocido para él.

—Oh Por favor Nam, casi muero del susto, solo debías llamar si ocurría una emergencia beber un té, ¿es una emergencia para tí?— Seokjin acomodó su cabello con una de sus manos, recobró su agitada compostura, y observó detalladamente el lugar en donde se encontraba.

Notó rapidamente cómo el acompañante de su hermano lo observaba con detenido cuidado, se sintió incómodo por esa penetrante mirada pasear de sus pies hasta su cabeza, delineando su cuerpo, y terminando en su rostro, fijamente en sus paralizados ojos.
No se movió ni siquiera un milímetro cuando notó que se aproximaba, invandiendo tan de cerca su espacio personal que el aire de sus pulmones apenas podía salir por su cortada respiración. Por un momento se preguntó si aquello era algún tipo de extraña intimidación, porque si lo era, estaba funcionando y demasiado bien, a pesar del brillo tan lindo en los ajenos ojos, de quien suponía era Min Yoongi, y su baja estatura en comparación.

—Por favor, permíteme retratar la belleza de tu rostro, mi perfecto numen— sus manos fueron suavemente sostenidas por ese hombre, y el ligero toque en su mejilla lo estremecieron por completo —Tu cercanía... A pesar de que te retrate gracias a decenas de fotografías, no pude siquieras acercarme a tu perfección, a todos tus pequeños detalles; mi trabajo, a pesar de los días y del esfuerzo, no se asemejan en nada a tí... Mi amado Kim Seokjin.

Namjoon observó la escena de su hermano, siendo intimando de una forma tan coqueta por ese chico de menor estatura; era divertido y el té entre sus manos, era delicioso y agradable. Podría haberse mantenido asi, por mucho más tiempo, pero oyó unos pesados pasos en el pasillo y la perilla de la puerta principal moverse, advirtiendo la llegada de quién él, esperaba extrañamente emocionado desde hace ya bastante tiempo.

💐

La imagen de multimedia es el Namjoon que me imaginó en esté fic, es que mírenlo, se ve como el sério y estratégico CEO que se sintió cegado por la inocencia, amabilidad y repentino amor que un raro y hermoso artista como Taehyung, le profesaba.

Dato de día: Numen y Estro vendría a significar lo mismo que Musa pero en ¿masculino?, y básicamente es Inspiración.

Eso es todo, gracias por leer.

La inspiración de un artista - Yoonjin/NamtaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora