La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae

Final

Había sido un cansador día, no solo por su temprana visita a Taehyung, sino también porque pasó gran parte de la tarde y noche junto a Seokjin en la calida intimidad de su lujoso departamento, ese en donde descubrió nuevamente que su novio no solo poseía increíbles habilidades culinarias y actorales, sino también que podía dejarlo sin una pizca de aliento con algunos de sus toques y seductores movimientos. Era hasta casi mágica la forma en la que tomaba todo control, haciendo su ritual de a dos, en un espectáculo de su propio esplendor sin importar la posición; porque podría estar con su espalda arqueada, su pecho desnudo pegado a la cama, y siendo embestido sin piedad alguna, pero igual proyectaría su mirada cautivadora, soltaría insultos vulgares, y desgastaría cada porcentaje de su energía. Hasta había veces como esa, en las que Yoongi disfrutaba de pararse sin camisa frente al espejo, solo viendo como en su pálida espalda se marcaban esos desesperados rasguños, o en sus hombros, resaltaban llamativas mordidas y chupetones, todo porque en esa intimidad ardiente, él se las había hecho.

Se perdió por largos minutos en su aspecto, recordando lo que esa noche había pasado y lamentándose por tener cosas que hacer por la mañana, porque de no haber sido asi, se hubiera quedado a dormir en la cama de ese hombre de fuerte atractivo sexual, que en la desnudez y oscuridad de su cuarto, le pidió dormir junto a él. Fue trágico, pero ya estaba hecho, terminó de vestir su pijama, y cuando estaba a punto de recostarse, oyó fuerte la puerta principal de su hogar, abrirse. Se asustó por algunos pocos segundos, pero no dudo en apresurarse a llegar a la entrada, encontrándose con su agitado y enfermo hermano, apoyado en el umbral.

—¿¡Taehyung?! ¿qué haces aquí? Dios, ¿te encuentras bien?— Su corazón actuó rápido al sostenerlo, y su preocupación solo hizo que aumentar al ver sus gestos de dolor enfocados en su pecho.

—Lo estoy, no sabes lo difícil que es escapar de una clínica privada sin recibir el alta...— Su brazo aún rodeaba su pecho, intentando cubrir esa zona por el dolor sutil que sentía a raíz de sus rotas cosquillas —Pero estaré bien, sane lo suficiente para hacer mi viaje...— Yoongi no podía dejar de mirarlo con sopresa y preocupación ante cada palabra que gesticulaba, el se veía decidido y hasta tranquilo con esa inesperada situación.

—No, aún no has sanado por completo, no puedes irte... Y ¿por qué ahora? Es tarde, podrías haber esperado hasta mañana. Llamare a una ambulancia, solo quedarte sentado y...— A penas llegó a interrumpirlo con una sutil señal de su mano,  mientras, agotado, se sentaba a descansar algunos segundos en el sofa de la sala.

—Yoongi, cálmate ¿si?— Solo empujándolo desde  los hombros pudo alejarlo de su espacio, en un vago intento de detener su repentino y fuerte pánico—Si no lo hacia hoy y ahora, nunca podria hacerlo, además esa sonrisa no me lo permitiría...— No podía saber de lo que hablaba, porque sus últimas palabras parecían dichas para si mismo que para ser escuchadas —Pero eso no importa, Yoon, debes venir conmigo, tenemos que irnos, a mi padres no les molestara, de hecho, quieren verte...

—¿Irnos? No, no puedo, ¿cómo podría dejar a Seokjin? No ahora... Tenemos planes y... Todo tiene volver a ser como antes, ¿por qué quieres irte tan pronto?— Desesperación, esa que pocas veces vio en su amigo y que se sentía tan cercana y agobiante entre ellos, era casi igual al sentimiento de aquella vez.

—¡Yoongi, por favor! Lo vi matar a un hombre... La vida de Seokjin nos dara el mismo final, sé que él no lo hará, pero me ¡secuestraron! Casi me asesinan por una situación de la que no era consciente, además su padre... Mierda, él no me quiere junto a Namjoon y se ve tan peligroso que...— El se detuvo, como si en su discurso le faltase aire para continuar, dejando a Yoongi con esa última idea bordeando su mente. Ese hombre, ese padre que aún no conocía, no quería a ninguno de los dos cerca de sus hijos —Tengo miedo... Si algo te ocrurriese, Yoongi yo... No podria soportarlo otra vez.