La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae

No lo mereces

Sabía que él lo tomó como una broma, hasta por la mañana cuando ambos preparaban su parte de la exposición, con sus cuidados cuadros que Taehyung le llevó al lugar, volvió a mencionar el tema como si no fue relevante, consiguiendo una risa divertida de su Seokjin en respuesta, sonrisa que no le molestaba en lo absoluto, el amaba que fuera feliz, sin embargo Yoongi sí pensaba seriamente en pedir la hermosa mano de su adorado Seokjin en matrimonio.

Estuvo gran parte del día analizando su situación, y sus ideas no dejaban de divagar en el padre de su amor. Intentaba descifrar que había hecho mal para que ese hombre le aborreciera sin ni siquiera conocerlo, pero no encontraba razón. Podía entender qué con el trabajo de Seokjin era difícil que mantuvieran una relación porque muy a pesar de que no le importaba su propio bienestar, su lindo modelo le aclaró que a él sí le preocupaba. Pero sin importa que dijera su padre, Yoongi estaba decidido a mantenerse junto a Seokjin y sobre todo a ganarse la confianza de ese señor con tal de tener su aprobación.

—Disculpe, Suga ¿verdad?— Sus ideas se esfumaron al escuchar la voz ajena, esa proveniente de un gran hombre que vestía con un formal traje azul oscuro y que se mostraba sumamente intimidante. Solo atinó a asentir por sus tétrica mirada, obteniendo una expresión muy neutra en respuesta —Es un gusto, he oído hablar mucho de usted y de su magnífico arte, finalmente mi curiosidad me trajo aquí. Déjeme decir que es demasiado talentoso, sus trabajos parecen fotografías.

—¡Muchas gracias!— Fue un alivio escuchar solo halagos de su parte, eso cambió todo prejuicio que logró formar sobre él, lo suficiente para considerarlo un espectador más del lugar —Aunque, siendo sincero, no se necesita de mucho talento con tal modelo. Creo que nadie puede fallar si tiene de inspiración a Kim Seokjin, señor— El tanteó su mirada hasta ese serio hombre, notando de inmediato como sutil asentía con un gesto indescifrable en su rostro.

—Ciertamente Kim Seokjin es un joven atractivo— El desconocido caminó lento por el salón siendo seguido instintivamente por Yoongi a raiz de su descontinuada conversación —Fue una buena elección como inspiración...

—¿Elección? Nadie lo elige, su sola persona te atrapa hasta que, sin saber cómo, lo amas, cada centímetro de él te apasiona... Seokjin es inspiración— Su atención estaba fija en unos de sus retratos, justo en su favorito, el que dudó mucho en vender pero allí estaba, resaltando con sangre la sonrisa adorable de abultadas mejillas, alargados labios y grandes y bellos ojos, de su encantador novio.

—Sonare indiscreto, pero habla de él como si lo conociese— Yoongi negó, tan firme en su acción y tan serio al respecto, que vio la sorpresa repentina en se hombre.

—Desearía que asi fuera...— La sinceridad huía de su boca, sin cuidado o atención a sus posibles consecuencias, porque de lo más profundos de el nacía la necesidad de admitir que deseaba que así fuera, conocer cada día más a Seokjin era su sueño —Y mientras eso ocurre, me conformo con ver miles y miles de fotografias, artículos, series, y peliculas para retratar su hermoso rostro... Además, su impecable actuación permite esta colección dual, pasar de un esposo ideal y amoroso a interpretar un bandido sin resguardo es la habilidad más increíble de Seokjin— No lo notó, pero él le observó atentó por la justificación de su colección, donde la mitad era un rostro bonito, adorable y hermoso con una contraparte cruel y sangrienta.

—Es un joven talentoso. Aunque nombrar la colección Dualidad no es muy acertado, yo diría que tiene una faceta oculta tras la otra...— Sus pasos frenaron, no supo por qué, solo se detuvieron en el hermoso retrato detallado de su amado modelo sonriendo, con sus adorables manos apretando sus propias mejillas —Oh... Él es igual a ella...— Fue un susurró íntimo que Yoongi tomó como un error, creyendo que trataba de comparar al verdadero Seokjin con su pintura —Comprare este cuadro.