Un trágico amor

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En su memoria escasamente se almacenaba el día que conoció al señor Kim. De niño solo sabía que ese hombre joven y formal era un gran amigo y socio de su padre, y que tenía dos hijos con los que ocasionalmente le permitían jugar; Namjoon, un protector nato, que con solo nueve años, se comportaba como un padre preocupado y se negaba a hacer cualquier travesura que propusieran; y Seokjin, un niño totalmente divertido, pocas veces tímido y muy alocado, que siempre tenía ideas imprudentes que los llevaban a un castigo pero que nunca dejaba de proponer. Esos dos niños fueron parte importante de su infancia, y tristemente, cuando su familia y el comenzaron a seguir a su padre por sus reiterados viajes de negocios, no tuvo oportunidad alguna de verlos de nuevo y por un muy largo tiempo.

En esos años cruciales de su vida fue formado por su progenitor para cumplir un solo objetivo, servir a la familia Kim. Su crianza fue dada en base al agradecimiento hacia esa familia, y lo entendía, luego de que su padre le confesará que su empresa textil evitó la quiebra gracias a su ayuda, no podía negar nunca un servicio a ese privilegiado apellido. Fue educado toda su adolescencia para ello, entreno durante días y noches para ser un fiel ayudante en muchos ámbitos, y cuando el momento de su práctica llegó, su familia volvió a su cuidad natal, dónde por fin pudo ver nuevamente a sus dos viejos amigos.

No le tomó mucho tiempo volver a formar la infantil relación que de niños tuvieron, y a pesar de que su tiempo era mayoritariamente para estar con Namjoon, las veces que lograba ver y hablar con Seokjin se sentían de lo más especial. Ese niño travieso de sus recuerdos, se había vuelto un atractivo hombre adulto que enloquecía todos sus sentidos, y no fue muy difícil que sus sentimientos fueran directos a por esa belleza inigualable y carisma natural.

Su amor por él creció día a día, hasta llegó a preguntarle a Namjoon si le permitía estar con su hermano para formar una sana y estable relación, en dónde haría lo posible para hacerlo feliz, pero todo cambio cuando el hombre al que tanto respecto le tenía, lo citó a una urgente reunión, donde sin tapujos admitió que a su mayoría de edad, no trabajaría totalmente para él, sino que sería un empleado más para el nuevo jefe de su oculta mafia, un trabajador más de su prestigiado hijo, Kim Seokjin.

No tuvo queja u objeción, no podría mostrarlas con ese hombre al que respectaba en frente, pero no dudo ni un segundo en ir a por Seokjin, quien al verlo en su hogar esperó una grata felicitación de su parte y solo recibió indescifrables insultos y un ferviente rechazo.

Jungkook no quería que tomará ese puesto, su divertido e infantil Seokjin no tenía material para manejar una mafia, solo lograrían matarlo. Hasta el se consideraba más competente para el puesto, y no podía entender cómo el señor Kim tomó esa horrible desición. Mlegó a preguntarse seriamente si deseaba matar a su hijo por lo erróneo de su elección.

Su remordimiento y odio solo hiceron que esfumar sus cálidos sentimientos como si nunca los hubiera tenido, odiandose por permitir tal amor y evitando de todas las formas posibles servirle, pidiendo muchas veces al señor Kim que le permitiera solo trabajar para él y no para su escandaloso hijo, pero fue una situación inevitable.
Por años su relación con Seokjin fue desastrosa, y parecía que jamás iba a mejorar, pero en comparación, su creciente amistad con Namjoon no hizo más que fluir de forma natural, como si se completaran y entendieran por completo, al punto en el que denominaba a ese estudioso chico como su mejor amigo.

Lo amaba, no había duda de ello, no había secretos que se ocultaran mas que los pedidos de su padre, tampoco verguenza, prejuicios o miedos al estar juntos. Se conocían al cien por ciento y Jungkook juraba que nadie podría cambiar su fuerte amistad, ni siquiera ese pintor sumamente inútil del que Namjoon siempre le hablaba.

En un principio pensó que Taehyung era un capricho más de su amigo, hasta cuando lo investigó para informárselo a su jefe, no puedo encontrar siquiera una razón que lo volviera un buen partido como pareja; su atractivo era promedio, su labor inestable, sus relaciones básicas, y lo único interesante en él, era ser huérfano, pero aún así, su amigo llegó a enamorarse, le contó sus inseguridades, describió como ese hombre lo trataba, admitió que le dijo que no lo amaba, y aunque Namjoon le prometió que era una situación que por si mismo manejaría, fue inevitable no sentir un desprecio creciente por ese artista cruel sin una pizca de responsabilidad afectiva.

—Estoy en casa— su voz sonaba cansada por lo difícil que fue abrir la puerta principal de ese hogar mientras llevaba en sus brazos eso pesados cuadros.

—¡Hey! Deja de anunciarte en mi casa como si fuera tuya— Escuchó esa agradable voz divertida responderle, y dejo los retratos a un lado del joven que lo miraba con atención, sentado en el sofá —Te ves lindo hoy...

—No vine a oír tus halagos obvios. Te traje algo, seguro te gustaran. Supe que no pudiste ir a la exposición, así que traje la exposición hacia ti, tómalo como un regalo de cumpleaños atrasado, de nada— Sus pasos fueron directos a la cocina, en buscar de un rápido refrigerio luego de su pesado día, escuchando a lo lejos como se desgarraba con emoción el papel que cubría cada cuadro.

Pudo oír una alegre risa de sopresa, y mientras servía un poco de jugo en un vaso sintió unos pesados brazos rodear con cariño su cintura. Su corazón se aceleró, e hizo lo posible para calmar cualquier gesto o calor que delatara su emoción.

—Eres increible, Jungkook, de verdad muchas gracias. No voy a mentir que me frustra que sean solo detalles, pero Kim Taehyung tiene mucho talento— A penas logró darse vuelta atrapado en ese abrazo, solo para encontrarse con ese meloso chico fastidioso a centímetros de su rostro —¿Puedo tomar esto como tu aprobación para estar con Namjoon?

—Taehyung es un mierda, en comparación eres el mejor partido de todos. Si Nam no te hubiera rechazado, aprobaría su relación— Logró oír un suspiro fingidamente frustrado de su parte, que le provocó una involuntaria sonrisa —Vamos, anímate, todos tenemos un amor no correspondido en algún momento, solo... debemos aceptarlo.

—Lo acepte hace mucho tiempo, Jungkook, eso no quita lo mucho que aún lo ame— Sus palabras sonaron más tranquilas de lo que esperaba, y su fuerte abrazo fue acabado, dando lugar a que un pesado brazo de posara reodeando sus hombros —Pero bueno, ahora dime quién es tu amor no correspondido. Por tus palabras tan serias estoy seguro de que tienes uno.

Su rostro estaba demasiado cerca, pudo hasta sentir su respiración golpear con la suya por como su brazo lo acerca a su cuerpo, y sintió el palpable pánico de que oyera su potente palpitar a raíz de su incomprensible y normal cercanía.

—Es una persona ciertamente muy lenta, aunque no me he confesado creo que soy muy claro con lo que siento pero parece no notarlo, además, sé que no me ve de ese modo— Hubo un breve silencio en el que solo pudo observar sus lindos gestos pensativos por sus palabras.

—Suena a que es un idiota ¿quién podría enamorarse de alguien así?— Jungkook comenzó a reír al oír ese insulto que ese chico no sabía que iba dirigido a si mismo, mientras que lo llevaba nuevamente hasta el sofá del hogar, para que ambos se sentaran juntos a ver esa película que minutos antes interrumpido —¿Ya comiste?¿Quieres que prepare la cena? Luego de tu regalo, es lo mínimo que podría hacer por ti, amigo.

Jungkook suspiró al oír esa última palabra, sonrió y negó para si mismo. Él también debía aceptar que jamás sería correspondido.

—Me encantaría cenar contigo, Hoseok.

💐

¡Sorpresa! Espero esto les dejara en claro muchos puntos pero que también abriera paso a muchas otras dudas.

También informarles que me gustaría hacer un especial de un capítulo no canonico que muestre un universo alterno donde los artistas sean Seokjin y Namjoon, y el empresario y mafioso sean Taehyung y Yoongi respectivamente. Sería más como una broma, la verdad, pero sería interesante, jajsa no sé, ¿qué les parece?

Pero bueno, eso es todo, gracias por leer. ❤

La inspiración de un artista - Yoonjin/NamtaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora