La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae

No llores, solo sonríe

Despertó gracias al fuerte sonido que la puerta al abrise pero el agotamiento y la perpetua oscuridad que lo ahogó horas y horas, no le permitieron ver del todo a las personas que ingresaron a la habitación, solo oía sus pasos apresurados, percibía sus sombras por la luz que entraba y hasta sintio varias manos tocarlo sin saber por qué o a dónde siquiera intentaban llevarlo.

—¡Sabes que esta mierda es injusta, Seokjin!— Esa voz, podía reconocerla, la de ese hombre con sed de venganza que le había torturado en todo su agobiante secuestro —Sabés lo que hizo tu padre, te lo he dicho y aún así me haces esto... ¡A mi!— No podía ver, pero juraba que sentía la desesperación palpable en su gruesa voz.

—Ya no soy un adolescente, Lee, y si mi padre mató a toda tu puta familia, no me interesa... Tú no me interesas.

—¡Claro que sí! Cuando te lo dije prometiste que te unirías a mi, por esa escusa de mierda nunca pense que tú podrías ser el lider de todo esto... ¡Espere tus llamadas, mensajes o cualquier respuesta, la que fuera!— La voces comenzaron a oírse cada vez más cerca, gracias a como esos hombres cargaron su cuerpo hacía la salida del oscuro cuarto.

—A la mierda contigo, todo lo que hice y cada segundo a tu lado, fue actuado. Eras un viejo asqueroso amante de los jovencitos, y yo solo buscaba información que me fuera de utilidad, fue perfecto— Logró oír el sonido de un arma siendo cargada, y los hombres que lo llevaban a rastras se detuvieron ante esa escena, permitiéndole ver sutil la espalda ancha de quién reconoció como Seokjin —Además, sé que planeabas matarme, así que no hay forma alguna de que sienta lástima por ti— Sus ojos hicieron el esfuerzo de mantenerse abiertos y su cabeza débil a penas podía levantarse para ver la tensa situación que estaba a solo unos metros de el, donde su secuestrador se encontraba de rodillas en el suelo, sujetado por dos hombres a cada lado y con el arma de Seokjin apuntado directo a su cabeza.

—¿Lo sabés, Jin?— Hubo una sonrisa emocionada formándose en sus labios y Taehyung pudo jurar que ese hombre se la dedicó, gracias a la mirada incómoda que poso sobre el—Los padres de Kim Taehyung también fueron la competencia de los Jeon...— Sintio su mente apagarse al ver como caía al suelo por la bala que atravesó sin piedad su cabeza. No pudo hacer más, además de caer inconciente con esa última mirada penetrante en sus recuerdos.

Seokjin a penas logró pensar sus últimas palabras, porque volteó de repente solo para encontrarse como sus trabajadores levantando de ambos brazos a un herido y dormido Taehyung.
Quiso agacharse y llorar por el alivio y al mismo tiempo la impotencia que le provocaba, pero solo llegó a acercare para rodearlo con sus brazos, sintiendo como los hombres a su lado lo soltaban, permitiendole mejor acceso a su repentino gesto de desespero.

—La ambulancia se encuentra afuera, jefe, tenemos que irnos, puede que ya avisarán sobre nuestro ataque— La advertencia fue clara para él, por lo que no dudo en cargar a ese pintor herido hasta la ambulancia, a sabiendas de que en ella se encontraba su desesperado hermano a la espera de positivas noticias.

Fueron largos minutos los que se tomaron en subir a Taehyung, su inconsciencia aún se mantenía, y mientras el vehiculo avanzaba no podía evitar mirar a Namjoon de reojo, ese que se encontraba atento al rostro herido del joven que tanto quería, siendo cuidado por una intranquila enfermera que tomó sus signos, limpio sus heridas y calmó con suaves palabras a los silenciosos hermanos, afirmando que nada era demasiado grave y que pronto estaría bien.

Namjoon se aferró a esas palabras y en compañía de Jungkook pasó gran parte de la noche en vela a la espera de alguna respuesta. Enfermeros y doctores salían y entraban de su habitación sin darle noticia alguna, y cada minuto que pasaba, era un desconsuelo profundo. Con el pasar de las horas sintió la desesperación consumirlo entero, y solo cuando el amanecer llegó y sus ojos pesaban por el agotamiento y su constante llanto, le permitieron la entrada a su habitación, llegó a oir a la doctora hablar sobre unas costillas rotas y algunos puntos, pero no se detuvo sin quiera un segundo. Namjoon solo quería verlo.