—Mañana...— De sus labios escapó un suspiro pesado al oír esa cantarina y alegre voz, no por exasperación, de hecho, le encantaba escuchar feliz a esa mujer, era más por la emoción papable que se reflejaba en la ajena voz—No creo que él quiera... Pero vere que puedo hacer... Bien, adios mamá, sí yo también te amo... Adios, adios— Lo único que pudo hacer, fue cortar, escuchando a esa animada mujer diciendole tantos sobrenombres amorosos que con su edad, fue lo suficientemente vergonzoso para cambiar el color de sus mejillas a un potente y marcado rojo.
Dejó su celular sobre la pequeña mesa que se encontraba a un lado de su cama, viendo algunas de las cosas que Yoongi trajo para él por la mañana, desde sus galletas favoritas a cambios de ropa que seguramente no usaría.
Pensó un poco en lo qué haría, y se levantó como pudo de su cama e intentó caminar por la habitación despacio, sintiendo esas dolorosas punzadas en su pecho pero llegando al otro lado de está, como quería y mucho más fácil que otras veces, no tuvo que sostenerse de nada y aún podía continuar. Comprobando eso, y como una práctica que a solas intentó e hizo cada día desde que entró, volvió a su camilla, procurando descansar por el resto del día y viendo emocionado la hora del reloj en la pared, a sabiendas de que Namjoon llegaría luego de su almuerzo.
Solo bastaron minutos para que su puerta se abriera, su corazón ilusionado comenzó a palpitar y hubo un brillo imperceptible por la idea de que fuera el, pero todo se desvaneció al ver la irritable presencia de ese joven que tanto odiaba y al mismo tiempo, admiraba.
—¿Qué con esa mirada? Pense estarías contento de verme, más porque parece que tu relación con Namjoon no ha hecho más que mejorar— Su voz sonaba soberbia, irritable y hasta molesta para cualquiera que lo escuchara —Vine a hablar contigo para escucharlo, escuchar que ganaste. Con lo engreído que eres,sé que no sera difícil decirlo— Realmente no esperaba oírlo, solo llegó allí con el fin de corroborar si era verdad que ese pintor había cambiado como le contó su amigo, porque con todo lo que mostró y dijo, era fácil creer que Namjoon solo estaba cegado de amor.
Pasaron segundos y segundos en silencio, donde Taehyung recordó con pena y odio sus palabras de aquel día, esas por las que se había disculpado y aún así, le pesaban como nunca. El remordimiento crecía y no quería seguir con el peso, o al menos no quería darle la razón en ello, por más humillado que se viera frente a él.
—No gane, Jeon, solo deje de ser un idiota. Lo que dije ese día... Lo lamento tanto, me disculpe con Namjoon, pero me siento miserable porque él es... Increíble. Tengo suerte de que una persona tan amable, se fijara en una basura como yo— No podía mirarlo, más porque juraba que se estaba burlando de el, sin embargo, si lo hubiera hecho solo se encontraría con una mirada de confusión que casi rozaba la lastima.
—Ah, por fin estamos de acuerdo en algo— Hubo una risa compartida, sutil, imperceptible para ambos, en donde Taehyung asintió de acuerdo con su dolorasa afirmación —Namjoon no es conciente de que es maravilloso, hay tanta gente fascinante que lo ama... Y el solo, parece no querer aceptarlo— Se notó, la tristeza que emanaba fue tan clara para Taehyung, hasta pensó que hablaba de si mismo, pero ese chico irritable se refería a cierto asesino de hermosa sonrisa en forma de corazón, y de potentes y extremistas sentimientos.
—Lo sé y lo siento, pero no podemos elegir lo que sentimos, de ser así, estoy seguro de que él elegiría a alguien mucho mejor, hasta desearía que fuera así...— Sus miradas se encontraron, había una mezcla de sentimientos entre el dolor y la pena, sentimientos tan fuertes que sus gestos los reflejaban —Pero quiero ser egoista otra vez y admitir que estoy tan feliz de que él me quiera solo a mi, muy a pesar de que se merece una persona que pelearía a muerte por él, qué lo daría todo desde principio a fin, gente como tú, Jeon, aún así, agradezco que no siga enamorado de ti...
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La inspiración de un artista - Yoonjin/Namtae
FanfictionPara algunos grandes artistas enamorarse es la cuna de su pasión, para dos pintores tan excepcionales como Yoongi y Taehyung, enamorarse fue la inspiracion de todo su trabajo, sus dos obras de arte, los hermanos Kim; Seokjin, un actor de reconocimie...