El grupo

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Cuarenta, cuarenta y uno, cuarenta y dos. Veinte volteó. Lo único que pudo escuchar fue:

-Te encontramos-

Y él, actuando como cualquier ser humano cuerdo, lanzó un fuerte golpe en la cara de Diez, antes de darse cuenta de que, efectivamente, era Diez, junto a su grupo.

-¡Ouch, ouch! Eso... eso dolió- Dijo ella. Veinte se puso la mano en la boca, para después ayudar a la chica. Ocho se acercó a ellos dos:

-Veinte, ¿Por qué...?-

-Está bien, está bien. Yo hubiera hecho lo mismo- Le interrumpió ella. Recobrando el equilibrio, puso su mano en el hombro de Veinte- Me alegras que estés bien. Pero vaya, rompiste el récord. Los últimos del grupo en desaparecer lo hicieron después de unas semanas, no en un par de horas. Como sea, ¿Dónde está Nueve? ¿Sabes dónde está ella?-

Veinte negó con la cabeza. Diecisiete llegó:

-¿Y Quince? ¿Él está bien?-

Veinte afirmó con la cabeza, y todos dieron un suspiro de alivio. Ocho se unió:

-¿Y Diecinueve?-

Veinte repitió el mismo movimiento.

-Entonces, ¿Qué sucedió? ¿Dónde están ellos?- Volvió a preguntar Ocho.

Veinte encogió los hombros.

-Pero están vivos, que es lo importante- Dijo Diez- Por cierto, ¿Sabes qué fue todo ese escándalo? Los chicos y yo escuchamos un fuerte grito, y vimos esa habitación en llamas. Después te vimos y te seguimos. Tú... ¿Tú provocaste el fuego?-

Veinte asintió.

-Oh, valla. Bueno, al menos saliste sin... muchos rasguños- Diez miró al resto del grupo- Bueno, creo que debemos seguir moviéndonos-

-¿Qué? Hemos caminado por horas. Todos estamos cansados- Dijo Trece, a lo que todos afirmaron con la cabeza.

-Bueno... Aún nos queda algo de comida. Y no parece haber monstros cerca. Tal vez podamos descansar aquí... ¿Qué dicen?- Al recibir una respuesta positiva, la decisión se había tomado. Los objetos se habían dividido antes de salir. Ocho, Diecisiete y Catorce se encargarían de transportar la comida y el agua; Diez, las armas; y por último, Trece, Dieciséis y Once las mantas y las hamacas, que fue lo que acomodaron en el suelo. Allí, todos se sentaron y sacaron el aperitivo del día: Pan viejo y agua sucia que, apetitoso, era todo lo que tenían.

-¿Eso es todo lo que tenemos?- Preguntó Catorce.

-Exactamente. Esto es todo lo que tenemos- Le respondió Trece.

-Mmm...- Dieciséis se veía triste. Once notó eso y le preguntó:

-Dieciséis, ¿Pasa algo?

-Quince... Él siempre conseguía la mejor comida-

-Hecho de menos a Quince- Dijo Catorce- También a Diecinueve... Y a Nueve también...-

Todos parecieron desanimarse. Diecisiete trató de levantar el ánimo:

-Vamos, chicos. Ellos siguen por ahí. Estoy segura de que los encontraremos. Y ellos no querrían que nos pongamos así-

-Diecisiete tiene razón- Dijo Diez- Mejor comamos. Aún nos falta un largo viaje-

Los chicos estaban comiendo tranquilamente, pero siempre manteniendo su guardia muy alta. Veinte estaba entre ellos, pero aun así, estaba siendo algo excluido por el grupo, pues era el más nuevo de todos, además que no quería hablar, a pesar de que pudiera hacer esto perfectamente. Ocho se puso al lado de él.

Little Nightmares - HungerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora