Ojos abiertos

31 0 0
                                    

Cien...

-¡Iugh, eso es asqueroso!- Exclamó Nueve. Los cuatro chicos estaban frente a la hoguera, después de haber escapado de los chefs. Quince, con dos zanahorias bebés que habían robado, entre más comida, las sacó de su nariz después de hacer ese truco. Veinte aplaudió, mientras Diecinueve reía de la reacción de Nueve.

-¿Dónde aprendiste a hacerlo?- Preguntó Diecinueve.

-Jaja, larga historia- Dijo Quince, comiéndose una de las zanahorias. Los cuatro chicos suspiraron. Tras todo lo ocurrido era lindo tener una noche de paz.

-Aún extraño a los otros- Dijo Nueve.

-Seguro que ellos también nos extrañan. Pero ellos quisieran que nosotros salgamos si tenemos la oportunidad, ¿No?- Comentó Quince.

-Yo así lo querría- Dijo Diecinueve.

-¿Alguno de aquí recuerda cómo llegó al barco?- 

-Emmm... No, ni idea-

-Yo tampoco- Dijo Nueve.

-¿Y tú?- Quince miró a Veinte. Éste sonrió y negó con la cabeza.

-¿Qué te responderá Veinte? Este chico nunca ha hablado- Diecinueve abrazó a Veinte con un brazo- Oye, es cierto, ¿Qué pasa, por qué nunca hablas? ¿Te damos pena? ¿Eres mudo?-

Veinte sólo rio un poco.

-Algún día te haré hablar, amigo- Diecinueve le dio un golpe amistoso.

-Chicos- Nueve se recargó en el suelo- ¿Y qué harán al salir?

-Yo formaré una secta de monstros y humanos y dominaré todo el mundo- Dijo Diecinueve. Los chicos se rieron, aunque parecía hablar un poco en serio.

-Lo más lógico para mí sería buscar un refugio para vivir. Con que haya comida y resista el agua me conformo- Contestó Quince- ¿Y tú?-

-La verdad que no tengo idea- Nueve miró arriba- Quizá aun haya cosas que necesite resolver aquí dentro-

-Oigan... Pero al salir... Aún seremos amigos, ¿No?-

Los chicos miraron a Diecinueve, que rara vez hacía preguntas serias. Veinte puso so mano en su espalda. Quince se sentó al lado, y luego Nueve.

-Jeje, claro que lo seremos- Dijo ella. Los cuatro chicos se abrazaron mirando la fogata...




Veinte, aún con la herida en el estómago, se cayó al suelo, mientras el ascensor ascendía. Era inútil ya, no podía regresar con Nueve. Sólo esperaba que ella ganara la batalla. El ascensor entonces comenzó a temblar, y la luz empezó a parpadear. Veinte no sabía que hacer, y tampoco tenía la fuerza para hacerlo. Entonces el elevador comenzó a descender de golpe, casi cayendo en picada, regresando cada piso que había tenido que recorrer. Veinte sólo cerró los ojos, aterrado, deseando no morir... Pasó un rato.

-Ey, ey- Escuchó con una vos familiar. Al abrir los ojos notó algo raro, se encontraba en una gran sala parecida a las de las fauces, pero ésta se encontraba en buen estado, limpia, y bien iluminada. Allí estaban ellos: Trece, Dieciséis, Diecisiete, Ocho, Diez, Once. Junto a ellos también se encontraba Tommy. También estaban otros chicos que él no había conocido: Uno, Dieciocho, Cinco, Siete, Doce. También el lobo Pietro se encontraba presente, y por supuesto quien lo había despertado: Quince. 

-Jeje, no sé si me alegra verte aquí- Dijo con una risita. Veinte miró a todos, e inmediatamente supo dónde estaba. Del grupo una mano se alzó, y Diecinueve salió de entre todos.

Little Nightmares - HungerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora