CAPITULO 5

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DENNIS

Estaba apoyado en la encimera de la cocina, miraba como Ashley tomaba su café. Moría de ganas de preguntarle cómo estaba, o de las cicatrices de su cuerpo, pero aún el ambiente era tenso. Bajo la mirada, y miro sus pies, lo cuales estaban descalzos, aún tenía mi camisa puesta, se puso un cinto mío, para que se viera más lindo, cuando la vi, me dejo sorprendido, le quedaba perfecto, se ve tan linda usando mi ropa. Sonrió mientras la miro tomar una de las rodajas de pan que le serví.

Dirigió su mirada a mí, yo rápidamente borre mi sonrisa de mi rostro y la mire serio. Estira su mano ofreciéndome la rodaja que había tomado, se la recibo y le doy una mordida, ella vuelve su vista a su café y se queda callada. Era incomodo el no poder hablarle, no quería que ella sintiera lo mismo, pero ¿qué le puede le puedo decir?, soy su secuestrador y ella mi rehén, en este momento seguro no quiere ni hablar conmigo.

Mire mi café el cual ya le queda un sorbo, lo tome y me puse a lavar la taza. Abrí el grifo pero cuando estaba por mojar la taza alguien golpeo la puerta, no me sorprendí, porque sabía que iba a pasar, los gritos de Ashley se escucharon en todo el edificio.

Dejo la taza en la mesa y miro a Ashley, ella estaba mirándome, seguro está pensando que la voy a encerrar, pero ya hable con los demás y ella ahora está bajo nuestro cuidado.

- Son los vecinos. – digo mientras acomodo mi ropa, bueno la ropa de Kevin. – este es el departamento de Kevin y hace varios meses que no hay nadie aquí, y seguro escucharon tus gritos.

- ¿No saben qué Kevin tiene TID?

- No, solo piensan que es un chico antisocial. – Kevin nunca estuvo con una chica, así que tenía que tener mucho cuidado con lo que digo, porque si no vamos a tener que volver a irnos, y no quiero que Ashley viva en un lugar donde no pueda tener todas sus comodidades. – solo actúa normal, si puedes hacer de que no te vean mejor.

Ashley no me responde y eso me inquieta pero no puedo hacer esperar más a mis vecinos, sino iban a llamar a la policía y ahí sí que no tenemos un plan.

Camino hasta la puerta y tomo aire, tenía que parecerme a Kevin hasta en la forma de actuar y hablar, no tengo que cometer un solo error. Abro la puerta con una sonrisa, me encontré con la señora Martínez que se sorprende al verme, había pasado un buen tiempo, así que es normal.

- Oh por dios Kevin. – dice dándome un abrazo. – donde estuviste?, pensé que no ibas a volver.

- Tuve que volver porque extrañaba mucho su comida. – le respondí mientras la abrazaba también.

- Ahora te traigo un poco de comida que sobro ayer. – se separa de mí y se me queda mirando con una sonrisa, ¿notara algo raro?, ¿nota de qué estoy nervioso? – te cortaste el pelo por lo que veo.

- Si, quería un cambio.

- Todos necesitamos cambios en nuestras vidas. – hace una pausa mientras mira el interior del departamento. – creo que sabes por qué vine, escuche un grito, y no era uno de hombre sino uno de una jovencita. – me remoje los labios de los nervios, tenía que pensar muy bien que decir.

- Es que hay una chica en casa, le hice una broma y se asustó, no hay porque preocuparse señora Martínez. – ella me mira y me arquea una ceja.

- Y ¿por qué la tienes escondida en tu cocina? No quieres que la vea. – cierros los ojos y tomo aire para mantenerme calmado, y no salirme del papel de Kevin

Me giro y miro a Ashley que tenía la cabeza asomada desde la cocina, al ver que la estaba mirando se escondió pero ya la había visto.

- Ven  – digo en mi tono serio, estaba tratando de no perder la compostura pero tengo que ser sincero esta chica me saca de quicio.

Ashley, sale de la cocina con la cabeza gacha y se acerca a mí. La señora Martínez mira las piernas y las manos de Ash, seguro ya sabe quién es, estaba todo perdido.

- Ella es Emma, Emma ella es la señora Martínez, quien te conté que hace unos fideos con salsa esquicitos. – Ashley me mira confundida, mi corazón latía muy rápido, estaba muy nervioso de lo que vaya a decir. Seguro iba a delatarme e iba a escapar.

Ashley seguía sin responder, tanto como la señora Martínez y yo estábamos esperando una respuesta. La espera me mataba por dentro.

- Es un gusto conocerla, Kevin no para de hablar de sus ricas comidas. – dice con una sonrisa, que más allá de ser fingida parece muy real.

Solté todo el aire que tenía adentro por los nervios de que Ashley vaya a decir algo sobre que la secuestre u otra cosa. Mire a la señora Martínez,  la cual miraba a Ashley, todavía con una sonrisa, seguro ya se había dado cuenta de quién y está tratando de mantener la calma porque piensa que la voy a atacar. Estaba tan nervioso que estaba dejando de mis pensamientos me pongan nervioso.

- El gusto es todo mío Emma, espero de que Kevin no te esté molestando mucho. – dice en broma. – perdón no quiero ser entrometida pero ¿qué te paso en las piernas y las manos? – cerré los ojos y me mordí el labio frustrado por la pregunta, estaba claro de que iba a preguntar eso tarde o temprano, ya que el vendaje era muy visible y cualquier persona le daría curiosidad sabe qué le paso.

- No se preocupe, últimamente me hacen esa pregunta seguido... - mire a Ashley sorprendido, siguió mintiendo a pesar de que podía salirse con la suya y poder delatarme. – fui a una fiesta y unos chicos comenzaron a pelear y rompieron varias botellas de cerveza, yo quise hacer que paren, me tiraron encima de todos los vidrios rotos, pero gracias a Kevin estoy bien. – Ashley me toma del brazo al decir esto, su acto me puso un poco incómodo ya que no esperaba que tuviéramos un contacto físico después de lo que paso con la bestia.

Sonrió para poder mostrarle a la señora Martínez que todo estaba bien. Ella parece que le creyó a Ashley, ya que tiene sentido su historia, encaja bien con su apariencia, una chica joven más una fiesta donde hay conflictos, tiene sentido pero hasta que la señora Martínez no se marche no voy a bajar la guardia.

- Bueno voy a levanta la mesa que acabamos de tomar algo.- al decir esto, Ashley, se despide y vuelve a la cocina.

La señora Martínez y yo nos volvimos a quedar solos, lo cual me calmaba. Tome aire y la mire, ella seguía mirando en dirección a la cocina, no podía ofrecerle a que se quede a pasar el rato porque sería muy arriesgado, lo cual seguro a ella le parecía raro, porque Kevin siempre que venía a visitarlo, la dejaba entrar y se quedaba a tomar algo.

- Le diría que se quede pero ya vio que estoy con visita.

- Lo se Kevin, pero deberías tener cuidado ella es muy joven no la hagas sufrir, se ve que es una chica muy dulce. – cuando dice eso bajo la vista, si supiera todo el daño que le he hecho a Ashley. - y que no se entere sus padres de que está saliendo contigo.

- ¿qué?

- Como escuchaste, no quiero que venga la policía a media noche porque alguien dijo que vio que un hombre ya bastante grande que estaba con una menor. – no puede creer de que diga eso, Kevin tiene solo veintisiete años y Ash debe tener más de dieciocho años puden ser pareja tranquilamente.

Yo solo solté una risa falsa ya que no sabía que responder, hasta me estaba poniendo muy incómodo ya que Ash y yo no nos llevábamos bien y para completar todo yo la secuestre y se la iba a entregar a la bestia. Luego de un rato de darme concejos de cómo tratar a las jóvenes de ahora se marchó. Cerré la puerta le puse llave y volví a la cocina donde estaba Ashley apoyada en la pared mirándome.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora