CAPITULO 7

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DENNIS

Estaba sentado en una de las sillas vacías que había en el círculo, mirando como Hedwing tenía la luz, tenía que pensar que le iba a decir a la bestia cuando me pregunte sobre Ashley, ¿cómo le voy a decir qué la deje ir porque no podía obligarla a vivir con nosotros, y que sea infeliz? No le puedo hace eso a ella, ya vivió en un infierno hasta ahora, no quiero que siga viviendo siendo infeliz.

Patricia toma asiento a mi lado, toma mi mano, me molesta que me toquen pero no estaba de humor como para sacarle mi mano y aguantarme una escena de que la horda tiene que estar unida y otras tonterías más.

- Espero de que Hedwing no molesto mucho a la niña. – dice mientras lo mira con una sonrisa. – últimamente hizo un buen trabajo para tener solo tener nueve años.

- Hizo de que Cayse casi escape.

- Pero justo me dio la luz, así que solo un pequeño error. – lo defiende.

- qué me dices de cuando le dijo a la chicas de que la habitación antes no era segura, y que por eso una de las chicas escapo por la ventilación. – mire a patricia molesto ya que defiende errores que no son solo pequeños, ella suelta mi mano y me mira con el ceño fruncido.

- Es solo un niño Dennis, le pides que sea perfecto cuando solo está aprendiendo.

Me puse de pie y empecé a caminar en círculos, estaba perdiendo la cabeza, ya estaba hasta tratando mal a Patricia cuando es mi aliada y compañera, pero ella no sabe lo que hice, y me está molestando. Solo quiero irme y dejar de pensar tanto las cosas, pero me acuerdo de Ashley dormida o cuando me dio esa rodaja de pan y no puedo, esa niña me está matando por dentro.

- Dennis algo pasa, ¿discutiste con la niña? – me pregunta Patricia, mientras se pone de pie y se acerca a mí.

- No pasó nada, solo quiero estar solo.

- Dennis te conozco, llevamos mucho tiempo junto. - pone sus manos en mis hombros.

Cerré los ojos y tome aire para no gritar y perder mi paciencia, pero que Patricia tenga sus manos sobre mí me impide calmarme. Tomo sus muñecas y aparto sus manos de mí, ella me tomo del brazo ya haciendo que perdiera mi paciencia, así que me solté de su agarre con brusquedad.

- No me toques! – Grito. – ¡me molesta de que me estas agarrado todo el rato Patricia! ¡no soy como Hedwing que me podes agarrar y llevar para todos lados! – grite ya molesto, los demás se comenzaron a acercar para ver qué pasaba.

- Pero ¿qué te pasa? Desde que dejaste la luz te pusiste así.

- ¡Deje de que Ashley se vaya! – digo enojado. – deje que se fuera no pude dejar de que sea infeliz como Kevin! ¡y ahora tengo que pensar en cómo demonios le digo a la bestia de que no pude hacer lo que me pidió! encima no puedo parar de pensar en ella.

Tenía la respiración agitada y el cuerpo hirviendo de ira, Patricia me mira decepcionada, se va del círculo, pase mis manos por mi cabeza frustrado no podía soportar esto, y para colmo ella pensaba de que solo estaba siendo débil, pero no puedo hacerlo la verdad, no puedo.

Siento como alguien toca mi espalda, me giro y me encuentro con Hedwing, me señala la luz haciéndome entender que ya no la va a tomar más, la verdad no tenía ganas de estar en la luz pero quería distraerme con algo. Me acerco a la silla y me siento, miro una vez más a Hedwing el cual me miraba con una sonrisa, cierro los ojos.

Al abrirlos la veo a ella, parada enfrente de mí, tenía puesta mi campera, tenía que admitir que cuando se ponía mi ropa se veía súper linda, trata de mantener mi emociones controladas pero no pude evitar no abrazarla.

- Estaba muy preocupado de que te pasara algo, no podía dejar de pensar en ti, pensé que no ibas a volver. – digo mientras la tenía abrazada, no quería soltarla.

- Volví solo porque no tenía donde ir, y tampoco dinero, pero no pienses que lo hice porque quiero estar con ustedes, ¿ok?.

Me quede en silencio, solo quería quedarme así, abrazándola, tenía todo su cuerpo helado seguro se moría de frio y por eso regreso, pero la verdad me da igual el motivo por el que decidió volver.

- Prometo mostrarte de que lo que paso fue solo un error, y que no somos tan malos, lo prometo. – digo después de un rato.

- Más allá de que este acá dispuesta a vivir con ustedes no significa de que me olvide sobre lo que hicieron, eso creo que nunca lo voy a olvidar. – me separe de ella y la mire confundido. – y otra cosa, si quieren que me quede aquí quiero hablar con la bestia.

¿Por qué quiere hablar con la bestia de repente?, no logro entender sus condiciones para que se quede conmigo, no creo que la bestia le guste esto de que ella ponga las condiciones, pero no soy yo el que la va a juzgar así que no me queda de otra que aceptar, tengo que admitir que me gusta el carácter que tiene.

Me cruzó de brazos y me la quedo mirando serio, ella también me miraba lo cual me encantaba, desde que estaba con las otras chicas me miraba con esos ojos desafiantes.

- ¿Alguna condición más? – preguntó

- Si, desde ahora ponle leche a mi café no me gusta el café amargo. – desvíe la mirada y trate de parecer molesto cuando en realidad me mataba de ternura de que pidiera de tomar cosas dulces por un momento me hizo acordar a Kevin.

- Está bien, para la próxima te preparo una leche con chocolate si no te gusta lo amargo. – digo para molestarla.

- No dije eso, sabes qué, me voy a dar un baño.

Apenas dijo eso se fue a la habitación, tan solo llevamos un día juntos y ya no quiero que se vaya.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora