CAPITULO 4

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ASHLEY

Estaba sentada en el banco de un parque, era un día soleado, la gente estaba contenta, parecía que era un hermoso día para caminar, estaba leyendo un libro el cual deje a un lado para mirar un grupo de amigos, que estaban sentados en el césped jugando y hablando, mi papá, nunca me dejo tener amigos, dice que es una pérdida de tiempo, así que es por eso que en el colegio soy muy solitaria ya que no quería que mi papá se enoje.

Tome mi libro, lo abrí en donde lo había dejado y comencé leer, el libro trataba de un secuestro de cuatro chicas, me había llamado la atención de que el secuestrador tenía un tipo de trastorno mental que era el que estudiaba desde mi casa, sufría TID (ttrastorno de identidad disociativo) me llamaba mucho la atención ese personaje y la forma en que estaba desarrollado.

- Se ve que es un libro interesante – dice alguien que estaba sentado al lado mío, no me percaté de que alguien estaba sentado a mi lado, así que me asuste. – hey, tranquila, no quise asustarte. - era uno de los chicos que estaba con el grupo que vi antes.

- Perdón, es que no sabía que estaba con alguien – digo

- Tranquila, es que te vi acá, sola y pensé que necesitabas compañía – era un chico muy apuesto no podía casi hablar de los nervios.

- Bueno, ahora no estoy sola, estoy contigo – digo dándole una sonrisa

- Ven, vamos así te presento con mis amigos. – me extiende la mano y se la tomo, sentí como mis mejillas ardían, seguro estaba roja.

Me acerco hacia el grupo de chicos los cuales me reciben muy bien, comenzaron a hacerme preguntas para conocernos, me estaba sintiendo cómoda, nunca antes había hablado con chicos de mi edad, siempre fui muy solitaria.

Alguien me toma del brazo y me jala con fuerza tirándome a una cama, aparto el pelo de mi cara y veo la cara de mi padre, esa sensación de comodidad desapareció en un segundo.

- Te dije que odio que hables con otras personas! y más con chicos! – podía ver como se desabrochaba el cinturón, mis ojos se llenaron de lágrimas, mi pecho me dolía, me sentía sofocada, pero no podía hacer nada. – ¿te gusta coquetear con chicos? Parece que sí, vamos muéstrale a tu papá como coqueteabas con ese idiota.

Enrolla el cinturón en su mano y lo levanta, cerré los ojos y grite con fuerza. No quería abrirlos por nada del mundo, no quería mirarlo, solo quería que parara.

Siento como alguien me toma de los hombros, así que comencé a gritar que me deje tranquila, me dan vuelta bruscamente y me tapan la boca, al ver quien era, en cierto sentido me calme, pero, seguía nerviosa y asustada. Deje de gritar, así que me quito la mano de la boca.

- Por dios. – dice Dennis mientras pasa su mano por la cara.

Me siento en la cama y miro a mi alrededor, estaba como en una habitación, se veía bien limpia y arreglada, tenía puesta una camisa que al parecer era de Dennis porque no creo que alguien más use una camisa azul noche. Volteo a verlo y me encuentro con que esta sin ninguna camiseta así que me sorprendo, y trato de mirar a otro lado.

Dennis, se pone de pie y se dirige a un armario, el cual al abrirlo se podían ver unos juguetes y dibujos, toma una camiseta y una chaqueta que no parece de su estilo. Yo dejo de mirarlo y me pongo de píe, la camisa que llevaba me llegaba hasta un poco más arriba de la rodilla, así que no estaba nada mal solo que era raro tener la camisa de un hombre puesta,, y encima apestaba a perfume. Me quede quieta en mi lugar mirando como Dennis se movía de un lugar a otro, buscaba una camisa nueva o abría cajones y sacaba anillos o perfumes, parecía preocupado por algo.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora