CAPÍTULO 44

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KEVIN

Por todo el bullicio que había termine despertando sin entender a que se debía todo el escándalo. Al acercarme me di cuenta que los dos bandos estaban discutiendo, Patricia le gritaba a Barry y este también a ella, no tenía la menor idea de porque peleaban ahora pero seguro era por lo mismo de siempre mi "bienestar" que en realidad se referían al bienestar de ellos.

Sin importarme su pelea di media vuelta decidido a volver dormirme ya que me daba igual si se mataban por una pelea, por mí mejor ya que me dejarían vivir en paz.

— ¡Le acabas de arruinar la vida a una niña, Barry!

Al escuchar gritar a Patricia me detuve ya que su pelea comenzó a tener sentido. Gire sobre mi eje y volvía mirar la escena de la pelea, ambos bandos que peleaban no era la Horda y la gente de Barry, sino los que se trataban de las personalidades que querían a Ashley y los que no.

Sin pensarlo mucho me acerque a ellos y así saber de una vez que era lo que estaba ocurriendo. Me puse entre los dos grupos y levante mis palmas intentando calmarlos, de apoco los gritos se comenzaron a calmarse y dándole presencia al silencio.

— ¿qué ocurre? ¿a qué se refiera Patricia de que le arruinaste la vida a Ashley?

Barry se veía un poco nervioso ante mi pregunta que dudo en si responderme o no.

— Anoche fui a una cabina y llame a la comisaria para informar que sabía el paradero de la chica desaparecida, es decir Ashley.

El corazón se me paro por unos segundos, no podría estar hablando en serio, él no hizo eso porque la quería demasiado como para ahora pagarle de esta manera.

— Kevin, tenía que hacerlo la ponemos en peligro y ella nos pone en peligro a nosotros. —dice defendiendo su acción.

— No. —estaba furioso que sentía que en cualquier momento iba a perder la cabeza—. No hables como si hubieras hecho esto por mí, porque no fue así. Lo hiciste por ti y tu egoísmo, por querer tomar mi vida y hacer con ella lo que se te de la puta gana, dándote completamente igual si para lograrlo tienes que arruinar a otros.

Barry aparto su vista de la mía avergonzado.

— Te dije que no lo hicieras y aun así no te importo, así que ahora no te llenes la boca diciendo que todo esto fue por mí, porque no lo es.

Para no terminar cometiendo una locura me aleje del centro del circulo y camine lo más lejos que pude para poder digerir todo, porque no podía ni hacerme la idea de lo que debe estar pasando Ashley en este momento.

Tenía miedo de perderla, ella era la única... amiga que tenía. La única persona en la que confiaba, y ahora puede que la pierda para siempre. No sabía qué hacer, si ponerme a rezar o tomar la luz y hacer algo al respecto.

— Kevin —la vos dulce y femenina de Patricia sonó atrás mío. Gire a verla esperando que me dijera algo bueno de todo esto—. Solo quería decirte que Dennis esta con ella así que todo va a salir bien, él tiene un plan para escapar y llevarla a un lugar seguro y libre de policías.

Eso era algo bueno de todo esto ya que me daba la esperanza de que Ashley pueda salvarse de esta.

— Si necesitan mi ayuda no duden en pedírmela.

Patricia me da una sonrisa solo así que la tome y me di media vuelta para tomar asiento y esperar que Dennis dijera algo, si las cosas salieron bien y lograron huir.

"vamos Ash, no te rindas ahora"


DENNIS

Mientras caminábamos por el pasillo de nuestro piso nos poníamos nuestros abrigos y gorras para pasar desapercibido, Patricia me había confirmado que la bestia estaba en espera de mis órdenes así que eso me tranquilizaba ya que si las cosas no pintaban bien iba a pedirle que tomara el control para así ganarle tiempo a Ashley y que pudiera huir.

Estaba claro que todo el edificio tenía que estar rodeado ya que Barry seguro les dijo todo, así que teníamos que ser muy cautelosos para no llamar la atención. La mejor opción era usar las escaleras de emergencia que daban al callejón para salir por ahí en dirección al metro, ya ahí podría pensar con más claridad.

Ashley me tenía tomado de la mano y eso me tranquilizaba dándome la oportunidad de tener controlada toda la situación. Mientras bajábamos las escaleras maldecía en mi cabeza, ya que aunque huyéramos iban a encontrar todas las cosas que nos dejamos en el apartamento. Toda la ropa de Ashley que no puede guardar, información de Kevin que ya nos dejaría registrados en la red de la policía, complicando más el mantenernos escondidos.

Todo iba a ser más complicados con ellos pisándonos los talones, no solo estábamos en problemas nosotros sino que también Ashley y eso era lo que me estaba dando impotencia. El saber que corría el riesgo no poder protegerla.

Cuando estábamos en el tercer piso escucho como la puerta que daba a las escaleras se abre, le hice una seña a Ashley de que guardara silencio ya que si se trataba de uno de los policías sería mejor que no nos escuchara.

Por unos segundos hubo silencio pero de repente los pasos comenzaron a escucharse como se acercaban a nosotros. A pesar de que estaba nervioso me prepare para defender a Ashley pero al ver que se trataba de un chico que se veía de la misma edad que ella no hice nada, solo me quede viéndolo esperando que hiciera algo dándome un motivo para atacarlo.

— Ash, esta todo el cuerpo de policía buscándote ¿Qué hiciste? —al ver que el muchacho la conocía me calme pero aun así no baje la guardia porque no confiaba en él—. ¿es verdad que eres la chica desaparecida de la que ellos hablan?

— No tenemos tiempo para esto, vámonos.

Tome de la mano a Ashley e hice a un lado al desconocido.

— Si van por el callejón de dieciséis unos amigos lo pueden ayudar —al escucharlo hablar de nuevo y esta vez de que habían más personas al tanto de esto me detuve, volviendo mis hacia él.

Lo tome del cuello estopándolo contra la pared, el pobre chico asustado empezó a temblar cuando ni siquiera había hecho la mitad de la cosas que tenía en mente.

— ¿A quién más le dijiste? —comienzo a sacarle información.

— Solo a mis amigos, viejo. — contesta asustado.

— ¿tus amigos son los que nos van a esperar en la dieciséis?

Asiente con la cabeza.

— ¿por qué?

— Solo quiero ayudarla, viejo. Vi sus cicatrices la noche de la feria y supuse que está huyendo de algo y que tú la estás ayudando, no quiero que nada le pase; es mi amiga también.

Sus palabras eran sinceras así que iba a confiar en él, y sus amigos nos podían ayudar a irnos lo más lejos posible de aquí me servía. Lo solté dando unos pasos hacia atrás y mostrándole que le creía.

— Dile a tus amigos que vamos a ir por el callejón y más te vale que estén ahí porque si no voy a volver y te voy a matar a golpes —lo amenazo sin importarme que sea solo un mocoso y que ya está lo demasiado asustado.

— Yo les gano tiempo, ahora corran que también hay polis en el callejón.

Sin perder más tiempo le agradecimos y nos marchamos antes de que la cosa se pusiera más complicada.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora