CAPITULO 35

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ASHLEY

Cuando le respondí a Kevin sobre cuando había pasado el día que Hedwing y yo huimos de un grupo de hombres que nos perseguían, comenzó a actuar raro; era como si estuviera teniendo un ataque de nervios, o de pánicos. Me acerque a él y tome sus manos para tratar de calmarlo mientras trataba de preguntarle si se encontraba bien, pero no me respondía. Solo miraba a todos lados asustado.

Sin saber qué hacer para que me preste atención, trate de que se concentre en mis ojos, pero no podía ni conectar su mirada con la mía. Estaba temblando como un niño asustado. Sin darme cuenta yo también me estaba comenzando a asustar al no saber qué le sucedía, así que solo desconecte mi cerebro y deje que mi corazón tome las riendas de esto.

- Kevin. – le hablo mientras tomo su rostro con mis manos y lo junto con el mío, pegando su frente con la mía. Tratando que me prestara atención. – Kevin, por favor mírame. Necesito que me mires. – el espacio que había entre nosotros era muy corto, tanto que nuestras respiraciones se comenzaron a mezclar pero aun así no me importo, solo quería que Kevin me mirara a los ojos. - ¡Kevin! – grite ya desesperada. Entonces ahí, en esos segundo el conecto su mirada con la mía dejándome ver sus profundos ojos celestes que parecían cristales que se podían romper en cualquier momento. – tranquilo, estoy aquí contigo nada te va a pasar. Solo tienes que respirar y dejar que así todo lo que te preocupa ahora se vaya.

Poco a poco su respiración que en tan solo segundo antes se había agitado se estaba comenzando a calmar, pero lo que aún no mejoraba era el temblor de sus manos la cual me hizo acordar a las noches en las que mi papá se emborrachaba y por eso me pasaba toda la noche encerrada en el baño, con el corazón corriéndome a mil y las manos temblándome sin parar. Inconscientemente tome las manos de Kevin con las mías, mientras las acariciaba dándole así el mensaje de que él no iba a estar solo siempre cuando yo este con él.

- Volvamos a casa. – le dije mientras le dedicaba una sonrisa, la cual a duras penas el trato de devolverme.

Sin soltarlo de la mano volvimos a caminar tratando de dejar lo que paso atrás, sabía que no estaba bien el solo ignorar lo que paso, yo lleve mucho tiempo guardando lo que pasaba sin buscar a ayuda o el poder descargarme con alguien, y no me gustaría que Kevin termine siguiente el mismo camino que elegí yo en su momento. Pero ¿cómo una persona que también está rota puede ayudar a otra? Solo terminaría peor.

En el trayecto de vuelta al departamento no podía dejar de preguntarme porque seguía aferrándome a este hombre, aunque Kevin no tuviera la culpa de lo que le paso a las chicas, sus personalidades sí. Me molestaba el que fuera tan buena con ellos en ocasiones. Seguramente ellos también sentían lo mismo, ya que gracias a Dennis y la bestia yo puedo vivir bajo un techo "seguro".

También pensé en mi papá. Me preguntaba en que estaría pensando en este momento luego que le llegó la noticia de que me vieron con vida, lo más probable es que este molesto por que no quiero volver con él y sabe que en realidad estoy escondiéndome.

Cuando llegamos al departamento Kevin me dijo que se iba a dar una ducha, así que subió a la habitación para prepararse. Yo en cambio me quede en la cocina tratando de pensar en cómo preguntarle a Kevin que es lo que había pasado, por qué de repente perdió la cabeza, hasta me hizo pensar por un segundo que iba a dejar la luz que ya no lo iba a poder ver más. A lo que más le temía ahora era a perderlo.

Mientras estaba acompañada del silencio de la cocina me di cuenta de todo el tiempo que había pasado ya con esta persona. El miedo que antes le tenía ahora casi no lo podía casi ni recordar, lo que hacía que me molestase conmigo misma porque sentía que me perdía cada día más con esta persona. Pero aunque intente volver al sentimiento de odio y miedo que tenía al principio de todo no podía. Ya estaba completamente perdida.

Luego de que Kevin salió de la ducha yo subí a buscar unas sábanas y cobijas para poder dormir en el sofá, ya que no quería incomodar a Kevin durmiendo en la misma cama.

Cuando él sale del baño baja hasta el salón encontrándose conmigo, viendo como extendía las cobijas sobre el sofá.

- ¿qué haces? – pregunta mientras se acerca más a mí.

- Estoy preparando el sofá para dormir a aquí. – respondo obvia.

- Pero podes dormir en la cama y yo en el sofá.

- Kevin, ve y descansa yo voy a estar bien aquí. Además voy a poder mirar la televisión y comer galles mientras tu duermes como un bebé. – bromeo. Kevin ríe llenando todo el lugar con su risa que era tan relajante para mis oídos.

Notaba que aun él no se encontraba bien pero no quería molestarlo con las preguntas de "¿Cómo estás?" etc. Lo mejor que podía hacer ahora era darle su espacio y esperar a que lo quiera hablar conmigo, lo cual lo dudaba ya que no teníamos la suficiente confianza.

- ¿estás segura de que no quieres dormir en la cama? – vuelve a insistir.

Puse los ojos en blanco y suspire antes de responderle ya que me molestaba que siguiera insistiendo en que durmiera en la cama, cuando ya le había dicho que estaba bien.

- Que voy a estar bien, ya he dormido en sofá anteriormente. – mentí para que ya se quedara tranquilo.

- Está bien. Que descanses.

Se despide para luego marcharse y dejarme sola en la sala.

La verdad era la primera vez desde que llegue que dormía en otro lugar que no era la habitación. Dennis no le gustaba la idea de que durmiera en cualquier lugar, siempre buscaba lo mejor para mí, pero ahora Kevin estaba de regreso no quería invadirle por completo su espacio; ya era demasiado con que haya despertado con una desconocida a su lado.

Antes de irme a dormir fui a la cocina por un vaso de agua. Todo era raro ahora que Dennis no estaba en la luz, por alguna razón lo comencé a extrañar. Y eso me molestaba porque debería estar contenta de que Kevin ahora vuelva a estar en la luz, ya que por él me quede y así ayudarlo a salir del lio que sus personalidades lo habían metido. Pero aun así la presencia de Dennis me dejaba un gran vacío, era como si algo me faltara.

Camine hacía la sala apagando todas las lucen en mi camino. Me acosté en el sofá y tome las cobijas para cubrirme con ella hasta los hombros, dejando que luz y la calma de la noche comenzaran a relajarme hasta quedarme dormida.

KEVIN

La luz de la mañana me despertó. Todo estaba en silencio como siempre. Era raro despertar estando en la luz y sintiendo la calma de la mañana, acompañado del silencio de mi hogar el cual tiempo atrás era mi todo.

Me levante de la cama y me estire dejando que mi cuerpo al terminar se relaje. Luego me dirigí al baño para lavarme la cara y los dientes así luego bajara a la cocina a prepararme algo de desayunar. Mientras me preparaba note que todo estaba en silencio, eso quería decir que Ashley aún seguía dormida; lo más probable es que se quedó toda la noche viendo la televisión o haciendo otra cosa.

Al terminar el baño baje a la sala en donde me encontré con una imagen que lleno mi alma. Ashley se encontraba aun dormida en el sofá, con las cobijas revueltas al igual que su pelo. La luz de la mañana entraba por el ventanal y sus rayos le daban en su rostro, el cual se encontraba relajado tal como es su esencia. Si no fuera por la perfecta iluminación o en la posición en la que estaba dormida, ese cosquilleo no hubiera aparecido que recorría cada rincón de mi cuerpo.

Sin esperar un segundo más fui a paso veloz a la estudio saque un lienzo nuevo y lo apoye en el suelo. Luego regrese para poder traer el estuche de pinturas, que ya llevaban varios meses sin uso así que era probable que algunas de ellas ya estuvieran secas. Al final solo saque el frasco de vidrio el cual tenía los pinceles junto con el trozo de tela rojo que siempre usaba para limpiarlos.

Cuando ya tenía todo listo me puse a pintar a la chica desconocida que dormía tranquilamente en mi sofá, a la chica que parecía conocerla de toda la vida cuando así no era. Iba a dejar plasmado en este cuadro a la persona que, aunque no nos conociéramos de nada, ambos nos necesitábamos.

En tan solo segundo mis manos comenzaron a pintar, trayendo con cada trazo recuerdos y paz. 

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora