CAPITULO 17

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ASHLEY

Me quedo sentada en a la mitad de las escaleras, mirando a Jade, estaba acostada en el piso haciendo yoga, ignorando por completo mis preguntas, lo cual me ponía de mal humor, ya que solo me puede decir sí o no, no es que necesito una respuesta muy completa, pero solo se queda callada haciendo poses raras que comienzo a dudar que sean de yoga.

Me pongo de pie y subo a la habitación, dejando a Jade sola en la sala. Camino hasta el armario, abro la puerta para buscar una chaqueta o sudadera para cubrirme del frio, como no encontré nada baje y fui hasta el perchero donde siempre Dennis dejaba la suya, porque siempre sale a comprar algo o hacer otra cosa que nunca me dice. La tomo abro la puerta y salgo sin decirle nada Jade, si igual no le iba a  dar mucha importancia. 

Al salir me pongo la chaqueta y comienzo a caminar hasta una tienda para comprar algo para comer, como una golosina o chocolate, solo esperaba que con el dinero que tenía me alcance, porque solo tenía el vuelto que deja Dennis en los bolsillos de su abrigo y nada más. Al llegar a una de las tiendas, que casi no tienen seguridad, comencé a ver que podía comprar, por suerte algunas cosas estaban baratas, pero igual no podía gastar mucho, y tenía que volver lo más rápido al departamento antes de que Dennis tome la luz, o Patricia. Cualquiera de los dos me podían regañar por salir sin avisar.

Tomo dos barritas pequeñas de chocolate y una caja de jugo también pequeña, y las lleva hasta la caja. La chica que atiende solo toma las cosas y me cobra. En eso alguien entra rápido a la tienda y mira hacia todos ladoscomo buscando a alguien. No se le podía ver la cara por la capucha de su sudadera, la cual se me hacía familiar. Ignore lo que paso y salí de la tienda, para ya poder volver.

Mientras caminaba alguien me toma de la mano. Me giro asustada pero al ver a Hedwing me calmo.

- Hedwing, pensé que Jade iba a estar en la luz hasta la noche.

- Se la quite, el señor Dennis me ayudo. – cuando nombro a Dennis los nervios se pusieron a flor de píe, seguro Jade le va a decir que no estoy en el departamento, sino que estoy caminado por la calle como si nada pasara.

- ¿Dennis te dijo algo? – pregunto para asegurarme de que él no sabe que salí.

- No, solo me dijo que nos comportemos.

En eso alguien toca mi hombro, yo me doy la vuelta encontrándome con un chico que debe tener unos veintiún años, me quede callada esperando a que diga algo, pero se veía un poco avergonzado.

- ¿Si? – digo tratando de saber que pasaba.

- No me malinterpretes, pero...

- Pero...

- Tienes el pantalón manchado. – cuando lo escucho cierro los ojos al ya saber o tener una idea de lo que era esa mancha.

- ¡estas sangrando Ashley! El señor Dennis me va a matar a mí porque ahora estas lastimada...

Antes de que Hedwing siga hablando le tape la boca con mi mano, ya que seguro por lo asustado que estaba se le escapaba algo que no tenía que decir.

Me despido del chico, que fue muy amable de avisarme, porque si no fuera por él hubiera estado todo el día con el pantalón manchado, y prefería mil veces que pueda solucionarlo ahora que no está Dennis sino me moriría de vergüenza si es él el que me dice que estaba manchada.

Comienzo a caminar hacia la farmacia más cercana para poder comprar unas toallitas femenina mientras que Hedwing se lamentaba por no cuidarme, y que si me moría él se iba a ir conmigo porque no soportaría estar lejos de mí. No me animaba a decir de que no me pasaba nada y que la sangre que él veía era algo natural, ya que conociéndolo se los iba a decir a todos.No me daeía vergüenza el que él sepa que estoy en mi periodo, solo que sería incomodo la reacción del algunos, como por ejemplo Lucas, conociéndolo se pondría insoportable y me haría preguntas estúpidas cada dos segundos.

Llegamos a una farmacia luego de unos diez minutos caminando. Entramos y fuimos directo a la sección de productos femeninos

mientras yo buscaba un paquete pequeños de toallitas Hedwing miraba los tintes para el pelo que estaban atrás mío. Luego de mirar todos los precios, tome un paquete y fui hasta la caja, cuando me acerque estaban todos mirando a la televisión, en el cual estaban puestas las noticias, al ver que estaban tan concentrados viéndola también me la puse a ver.

- Hoy la policía decidió hacer publica las actualizaciones del caso del secuestro de las cuatros chicas. Por ahora solo una de las chica ha sido encontrada con vida, supuestamente estaban en el área de mantenimiento del zoológico de Philadelphia, en la cual oficiales de policia asistieron de inmediato, para poder  investigar esa área encontrandose con tres cuerpos, dos de ellos ertenecientes a las chicas que estaban desaparecidas. Al parecer el hombre que las secuestro las ataco, ya que las tres chicas que fueron encontradas tenían mordidas de humano en algunas partes del cuerpo, pero lo que más nos preocupa a todos ahora es la chica que aún no ha sido encontrada, Ashley Miller. Seguro se les hace conocido su nombre y eso es porque es hija del conocido Lucian Miller. Tanto él como el resto de su familia están desesperados por encontrar a Ashley, así que. Tú, el que está viendo esto, podrías ser de gran ayuda, esta pobre chica está en peligro, no dejemos que tenga un final trágico como dos de sus amigas, ella aún está a tiempo de poder volver a casa con su padre que la extraña...

La chica seguia hablando mientras que una foto de mi cara salia en la televisión, en donde abajo habia un número para llamar si me habian visto.

Como el día en que vi a la bestia en el callejón mi cuerpo se volvió a paralizar. No podía creer lo que estaba viendo. Hace tan solo un mes nadie sabía de mí o no sabía que yo era esa chica desaparecida, ahora todo iba a cambiar, y lo más probable es que solo me queden días o semanas para poder seguir viviendo "feliz". De solo pensar que tengo que volver con mi padre, se forma un nudo en la garganta y mi corazón se acelera, no quiero volver a ese infierno. Quiero ser feliz por más tiempo.

- Son diez dólares niña. – dice el señor que atendía la caja, yo lo miro nerviosa, esperando a que no vea que soy la misa chica de la foto que está en la televisión.

Saco los billetes de mi campera y se los entrego, tratando de no mirarlo de frente. 

Notaba como me miraba, seguro ya estaba sospechando. Hedwing llega y se pone a mi lado y se me queda mirando. Estaba rogando en mi cabeza de que no diga mi nombre, porque si no ibamos estar los dos en problemas.

- Niña, necesito que me muestres tu identificación.

Tanto Hedwing como yo miramos al vendedor. No sabíaqué hacer, solo me quede mirándolo esperando que un milagro pase. 

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora