CAPITULO 40

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Las calles estaban desbordadas de personas que era casi imposible caminar sin que te empujen, pero me daba completamente igual porque ahora mismo no podía dejar de pensar en encontrar a Ashley. En este momento lo único que me motiva a caminar sin parar era la preocupación de que algo le esté ocurriendo y que yo no esté ahí para ayudarla.

Al primer lugar al que fui fue a la heladería rusa que había a unas dos cuadras del apartamento y que ella amaba, pero al llegar estaba cerrada por la feria que era hoy. Entonces una idea me vino a la cabeza que prendió mi lamparita. Ashley estuvo toda la semana convenciendo a Kevin de salir e ir a visitar la feria que había esta noche, y como Kevin se negó todo este tiempo ella habrá ido sola.

Rápidamente corrí en dirección a la calle donde se encontraba la feria con el corazón latiéndome a mil, rogando internamente de que ella se encontrara ahí a salvo y sin un rasguño, porque estaba seguro de que si la encontraba lastimada no iba a reaccionar de muy buena manera.

Lo primero que me recibió al llegar a la fiera fue el olor dulce de los algodones de azúcar y el de las palomitas de maíz recién hechas. Por donde mirase había personas de distintos tamaños y colores, riéndose y disfrutando de la hermosa noche mientras yo sentía que en cualquier momento se me iba a salir el corazón del pecho.

Cada chica que pasaba por mi lado y tenía con parecido a Ashley la toma de los hombros y la miraba, espantando a todas las chicas que paraba.

"¿Dónde estás?" preguntaba dentro mío mirando a todos lados esperando encontrarla, perdiendo las esperanza de que se encontrara aquí y comenzando a creer de que en realidad había huido como dijo el día que acepto quedarse con nosotros. Nunca fue seguro el que ella se quedara para siempre en nuestro lado, siempre dijo que cuando vea que las cosas se calmaron iba a tomar sus cosas e irse y al parecer ese día había llegado.

Me moleste conmigo por no haber estado con ella y dejarla a cargo de otro que no iba a cuidarla como yo. Si no fuera por eso Ashley aún seguiría a mi lado, riéndose mientras intenta hacerme enojar a contándome sus alocadas ideas mientras cenamos en la azotea en la noche, siendo acompañados por las estrellas. Perdí a la única persona que por primera vez en mi vida me importo más que a mí mismo, y estaba segura de que nadie iba a poder igual lo que sentí con esa niña.

Rendido di media vuelta y comencé a caminar de regreso al apartamento para así decirle a los demás de que Ashley se había marchado para siempre, sabía que a muchos les iba a impactar mucho esa noticias como a mí pero a otros le iba a dar simplemente igual.

Por alguna razón la necesidad de darme la vuelta me invadió, fue como si todo mi cuerpo intuyera algo y quisiera voltear a ver de qué se trataba así que lo hice. Me voltee lentamente con mi mirada fija en el suelo por miedo a saber con qué me iba a encontrar.


ASHLEY

Estábamos sentados en una banca disfrutando de la noche esperando el espectáculo de acrobacias que iba a empezar. Ya había anochecido y sabía que lo mejor era regresar a casa antes de que Kevin se diera cuenta de que salí sin avisarle, pero seguro aún se encontraba en su estudio pintado y ni siquiera se está preguntando donde me encontraba así que decidí quedarme un rato más. Al terminar este show iba a regresar.

— Nosotros tenemos una amiga que está en este grupo de acrobacias, seguro al terminar te la presentamos y podemos ir a tomar algo y bailar un poco —dice uno de los amigos de Jordan con entusiasmo, todos accedieron pero yo me tuve que negar aunque quisiera ir llamando la atención de todos —. Vamos Ash, no me digas que piensas perderte lo mejor de la noche.

— Seguro no quiere que su novio se ponga celoso al ver que se divierte más con otros chicos —agrega Travis otro de los amigos de Jordan que al decir eso recibe un golpe de él que hizo que se sobara el brazo.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora