CAPITULO 20

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Lleve una mano a mi pecho y cerré los ojos, del susto parecía que se iba a salir el corazón del pecho. Abrí los ojos de nuevo, conectando con los de Patricia, ella solo me miraba con una sonrisa, no sabía que pasaba, pero si sabía de qué este era el momento donde me empieza a decir cuál iba a ser mi castigo de esta semana.

- Veo de que estabas apurada por darte una ducha. – dice de repente, tenía que pensar muy bien que decir si quiero salir victoriosa del regaño.

- Es que... no quería estar impresentable cuando estés en la luz. – era lo único que se me ocurrió.

Ella se pone de pie, y toma la chaqueta que había dejado en la cama. Me quede mirándola, no sabía que estaba planeando.

- Por lo que veo compraste una barra de chocolate. – dice, luego de meter una de sus manos en el bolsillo izquierdo de la chaqueta y sacando el chocolate que compre y que no pude disfrutar.

- Sí, es que Hedwing se comió el mío, y fui a comprar otro.

- Está bien, igual eso no te salva de tu castigo. – ya lo sabía, así que no me sorprendió en lo absoluto, solo me quede mirándola.

Deja de nuevo la chaqueta en la cama, y se dirige a las escaleras.

- Y otra cosa, luego guarda las toallitas en el baño, no la dejes en la campera, no es de señorita eso.

Cerré los ojos y comencé a gritar en mi cabeza, no me molesta que lo sepa, solo que ahora lo van a saber todos, y esta semana no voy a estar de muy buen humor para tolerar estupideces. Busque las toallitas en el bolsillo, para luego ir hasta el baño.

Cuando ya estaba lista, baje a la sala, donde estaba Patricia viendo la televisión. Me acerque hasta el sofá y tome asiento a su lado. Me quede en silencio mirando la publicidad de un shampoo que estaban pasando. Estaba pensando en cómo decirle sobre que ya hicieron publica mi desaparición, y que las cosas iban a cambiar mucho, sin que también tenga más problemas, porque la verdad no quiero tener que estar castigada un mes entero, si es que aún no nos encuentran.

En eso las noticias empieza, y mis nervios se volvieron a hacer presente. Estaban pasando algo sobre un robo a una tienda, donde se me logro ver, pero que hui apenas me reconocieron. Mientras miraba el video de las cámaras de la farmacia, pensaba en cómo iba a reaccionar Patricia.

Una reportera fue hasta la farmacia, para poder entrevistar al dueño, que se notaba emocionado por tener sus cinco minutos de fama.

- Bueno, Michelle, acá estoy con Harry, dueño de la farmacia donde se vio a Ashley Miller por última vez. – la reportera se acerca al dueño y acerca su micrófono para se logre escuchar. – primero que nada, quiero que nos cuente qué sucedió.

- Bueno, primero que nada le quiero mandar un beso a mi esposa y decirle que estoy bien. – fruncí el ceño al escuchar lo que dijo, fueron a entrevistarlo porque tuvo contacto con una chica desaparecida y lo primero que hace es esa estupidez. – bueno, resulta que estábamos viendo el reporte sobre el caso en el noticiero, y al parecer la niña estaba en mi tienda, no me di cuenta hasta que le iba a cobrar, fue difícil reconocerla porque la foto que estaba en la televisión se veía más joven, pero luego de mirarla detenidamente por unos segundo note que era ella.

Mire a Patricia de reojo, tenía su mirada fija en la televisión mientras pelaba una manzana.

- Usted dijo de que Ashley no estaba sola, ¿verdad? – vuelve a preguntar la reportera. La respuesta del dueño de la farmacia me asustaba, porque si logro describirle a la policía como era Kevin, no íbamos a poder salir ni a comprar comida, estaríamos acorralados.

- Si, estaba acompañada de un hombre, parecía que era mayor que ella, se veía de unos veintiséis años, pero no logre verlo mucho porque estaba encapuchado y casi no le podías ver la cara. – al escucharlo un sentimiento de alivio recorrio todo mi cuerpo. – pero le deseo mucha suerte a los detectives que se tenga que enfrentar a él.

- ¿a qué se refiere?

- Cuando parecía de que íbamos a poder rescatar a la pobre niña, ese sujeto comenzó a actuar de una forma rara, de la nada se quitó la sudadera que traía y salto el muro con la chica sobre su espalda, quede muy impactado, y los chicos que estaban conmigo también, no podíamos creer lo que había pasado.

En eso el televisor se apaga, miro a Patricia, ya que ella tenía el control. Ella dejo la manzana en el plato, que estaba sobre la mesa de la sala. Se puso de pie y fue a la cocina, sin decir nada, al parecer estaba entre molesta e impactada sobre lo que acaba de ver, pero por lo menos me podría decir que van a hacer al respecto, necesito saber si se van a tener que ir porque, más allá de que su prioridad se Kevin, yo también debo ser algo importante, o bueno, eso me hace creer Dennis.

Me quede sentada en el sillón, apretando mis manos, sin dejar de pensar en todo lo que estaba pasando, y escuchando cada sonido del edificio, tratando de identificar de que no era la policía, estaba entrando en pánico sin darme cuenta.

- Parece que no vas a volver a ver la luz del día, florecita. – gire a ver a Patricia, que estaba de pie, del otro lado de la barra, con una taza de té en la mano.

- Te juro que no sabía que esto iba a pasar.

No quería que piense de que todo esto fue por mi culpa, porque la verdad yo estaba con ella, nerviosa y enojada.

- Voy tener que dejar la luz para hablar con los otros, tenemos que ver que vamos a hacer. Y tú, deberías prepararte para darle una buena razón a Dennis de todo esto, porque no está muy contento contigo. - hace una pausa y le da un sorbo a su té. - lo más probable es que Hedwing tome la luz, asu que por favor no hagan otro tontería más.

Me quede en silencio ya que me sentía culpable. Todo lo que pase desde ahora en adelante iba a ser mi culpa, por no tener un poco de consideración por las personas que me estaban dando la oportunidad de poder vivir.

Patricia entra al estudio de Kevin y cierra la puerta. Yo me quede sentada en el sofá, mirando mis manos que estaban temblando desde que la bestia apareció.

Me puse de pie y me dirigí a la cocina para tomar un poco de agua, y así relajarme. Agarro un vaso de la alacena, voy hasta la heladera; tomo la jarra con agua y la vierto en el vaso. Dejo de nuevo la jarra en la heladera y tomo asiento en la mesa.

Tenía el vaso con agua aun en mi mano, todavía no le había dado un sorbo. "¿Qué va a pasar ahora?" era lo que solo pensaba mientras miraba a un punto fijo. El miedo que deje de sentir hace ya un mes volvió a aparecer, y esta vez era como que no había forma de evitarlo.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que escapara de mis pensamientos y dirija mi mirada hacia allí. Al ver a Hedwing con la vista hacia el suelo supe de que algo paso. Me acerque a él y le entregue el vaso con agua, se notaba de que lo necesitaba más que yo, él lo toma evitando el contacto visual conmigo haciéndome sentir culpable.

Bajo también mi vista al no saber que decirle, era como que las palabras se hayan ido de mi cabeza; todo estaba en blanco.

- Perdón. – al escucharlo levante mi vista rápido esperando encontrarme con su mirada, pero él seguía mirando el suelo. – el señor Dennis dijo que por mi culpa ahora te van a separar de nosotros, y yo no quiero eso.

Me molestaba que Dennis lo culpe a Hedwing de todo cuando yo también estuve involucrada.

- Así que tuve una idea. – levanta su vista, dejando que nuestros ojos se encuentren y se miren fijamente. – esto es algo que el señor Dennis tiene guardado en el estudio de Kevin, y dice que nadie lo puede tomar, ni siquiera la señora Patricia; solo él y yo sabemos donde esta. 

Él estira su brazo dejando a la vista un teléfono celular. Este estaba apagado y lo más probable sin batería.

Me quede en silencio mirando el celular. El mismo sentimiento que tuve cuando Dennis me dio las llaves del departamento y me dijo que me vaya, apareció. Otra vez la oportunidad de escapar se presentó frente a mí.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora