CAPITULO 36

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LUCIAN

Dos mes desde que Ashley no ha vuelto a casa. Un mes desde que recibí la llamada del padre de su amiga que decía que mi hija había desaparecido, que lo más probable es que estaba secuestrada.

Desde el día que su habitación estaba vacía, que su cama ya no tenía su calor comencé a perder la cabeza. Necesitaba que su dulce olor vuelva a inundar mis fosas nasales, necesitaba que este a mi lado porque cada día que pasaba sin ella me quebraba un poco más. Pero aunque yo me muera por su ausencia ella huía de mí.

Hace unos días me llamo el detective que llevaba a cabo la búsqueda de mi querida hija, cuando mi teléfono sonó pensé que ya la habían encontrado pero el mensaje que recibí no era el esperado. El detective me dijo que se vio a Ashley en una farmacia acompañada de un hombre que aún no se sabe quién es, ya que la cámara de seguridad del lugar no logro grabar su rostro. Tanto los oficiales de policía y el detective que, por la declaración del dueño de la farmacia, Ashley había huido acompañada del hombre desconocido. Aunque para los demás parecía que el secuestrador la obligaba a seguir huyendo yo sabía que no era así. Ella estaba tratando de escapar de mí como su madre lo hizo tiempo atrás.

Mientras yo moría por tenerla de vuelta en mi manos, ella sonría y disfrutaba de su vida sin mí.

Pero tarde o temprano iba a volver a mí y no la iba a dejar ir nunca más.


ASHLEY

En un abrir y cerrar de ojos ya había pasado un mes más. Lo que antes empezó siendo solo un lugar seguro hasta que vea donde podía ir; comenzó a cambiar. Ya no pensaba en irme, en dejar a Kevin o a los demás. Ya me había amoldado a Kevin, a su rutina, su trastorno. Ya casi no pensaba en que la policía me estaba buscando, sino que vivía una vida normal que no era tan normal.

En todo este tiempo la horda estuvo muy tranquila, incluyendo a la bestia. Hedwing dijo que se encuentra dormido que lo mejor era que nada lo haga despertar, porque cuando abra los ojos va a estar muy hambriento. También había visto muy poco a Patricia lo cual no me tranquilizaba mucho ya que podía estar pensado en hacer algo, pero confía en que Dennis y el resto iban a detenerla.

Kevin desde que logro volver a la luz casi no he visto a las otras personalidades, incluyendo a Dennis. Había ocasiones en las que quería preguntarle a Kevin si sabía cómo estaba él, pero tenía miedo de que pensara que molestaba su presencia, pero, por alguna razón, necesitaba a Dennis. Tan solo quería saber cómo estaba, y poder volver a pasar tiempo con él hablando de cualquier cosa hasta que la noche caiga y él me ordenara que vaya a dormir. Entre más me acordaba todo lo que viví a su lado más lo extrañaba.

En este mes que empecé a convivir con Kevin fui muy agobiante ya que él era muy ordenado, más que Dennis, llegaba a molestarse si dejaba una prenda de ropa en el suelo. También no le gustaba que invadieran su espacio, y a "su espacio" se refería su estudio en el cual se pasa la gran parte del día, dejándome afuera; prohibiéndome el paso como fue antes de que el apareciera.

Aunque sabía que para él el pintar era como su pasatiempo, me molestaba que no me dejara acompañarlo. Si le molestaba que hablara me podía quedar callada, o mirándolo desde la puerta sin emitir un sonido. Pero aunque me pasara todo el día rogándole que me deje entrar la respuesta siempre era la misma, y la puerta que tenía pintada la noche de Van Gogh se encontraba cerrada sin dejarme ser parte de él.

Por esa razón comenzaba a extrañar a Dennis. Él era muy parecido a Kevin solo que me dejaba hacerle compañía todo el tiempo que quisiera, siempre y cuando no lo molestara. También extrañaba a Hedwing en las tardes en las que Kevin dormía o pintaba, ya que deseaba que alguien me hiciera compañía. Si no fuera por eso no hubiera comenzado a pintar el libro para colorear que le compro Patricia a Hedwing, ya la mayoría de los dibujos que contenía el pequeño libro estaban coloreados.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora