CAPÍTULO 45

387 38 1
                                    

ASHLEY

El corazón lo tenía acelerado al igual que mi respiración por el miedo, no podía dejar de pensar en qué pasaría si nos encontraran, qué pasaría con Kevin y los demás. De solo pensarlo me entraba ganas de llorar por la desesperación.

En cambio Dennis se veía tranquilo, como si estuviera acostumbrado a huir de la policía ya que actuaba con calma y sabía qué hacer. Mientras que yo solo lo seguía sin soltarle la mano.

Lo único bueno que podía sacar de esta horrible situación era que Jordan nos estaba ayudando cuando tranquilamente pudo haberle dicho a la policía que estábamos huyendo, en cambio nos ofreció su ayuda y le pidió a unos amigos que nos recogieran en un callejón, que la verdad desconocía ya que no concia muy bien el barrio a diferencia con Dennis. Apenas Jordan dijo la dirección él ya supo donde teníamos que ir.

— ¿qué tan lejos estamos? —consulto sin dejar de caminar, mirando cada cierto tiempo atrás para asegurarme de no nos siguieran.

— Unos veinte minutos más.

Sabía que me había respondido de una manera cortante ya que seguro se encontraba hablando con las otras personalidades. La cabeza de Kevin debe ser un caos en este momento, todos deben estar preocupados y con miedo; al igual que yo.

— Callejón de la diez despejado, jefe. —escuche una voz masculina a la distancia, sabía que se encontraba lejos ya que se escuchó demasiado bajo como para que estuviera cerca de nosotros.

Dennis y yo nos detuvimos esperando escuchar algo más para poder ubicarlo y así ver si teníamos que cambiar de rumbo o volver sobre nuestros pasos.

El silencio me ponía los pelos de punta ya que temía que sin esperarlo nos aparecieran por atrás, como paso en el pasado con Hedwing cuando esos hombres nos corrieron por el callejón de la farmacia. Ya había huido una vez y la verdad no era para nada agradable, porque aunque las piernas de ardan de tanto correr y te falte el aire no puedes parar. La única opción viable es seguir corriendo y no parar.

Mire a Dennis esperando que dijera algo pero solo miraba hacia el frente, concentrado escuchando todo. Al cabo de un minuto se gira hacia mí llevando su dedo índice a sus labios, diciéndome que guardáramos silencio. Eso hice, cada paso que daba lo media para que mis zapatillas no sonaran, también controlaba mi respiración a pesar de que fuera difícil. Tenía que ser muy silenciosa.

Llegamos a donde el callejón que estuvimos caminando hasta ahora se dividía. Pegamos nuestras espaladas a la pared e hicimos silencio para escuchar y así saber si el policía que escuchamos antes seguía cerca. Dennis asomo su cabeza pero al segundo volvió a esconderla.

— Carajo.

Escuche maldecir entre dientes.

Su respiración comenzó a volverse acelerada y comenzó a buscar algo alrededor, yo no sabía que era lo que había pasado como para que se pusiera de esta manera pero cuando quise preguntar me arrepentí ya que me hice una idea de lo que vio.

Dennis tomo un palo de manera que había junto a unas cajas con bolsas de basura y volvió a asomarse.

— ¿Qué sucede? —pregunte

— Hay uno registrando la zona.

El corazón se me detuvo por unos segundos, si ese policía nos veía y le avisaba a sus compañeros estábamos perdidos.

Sin darme cuenta por lo nervios comencé a morderme el labio, arrancando pedazos de piel haciéndome daño inconscientemente.

— Quédate aquí —me ordena Dennis. ¿pensaba dejarme?

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora