CAPITULO 34

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ASHLEY

Luego de que yo le digiera lo de mi padre a Kevin el me conto también sobre su mamá, estuvimos hablando por horas, nos sentamos en el piso apoyando nuestras espaldas en la cornisa y seguimos hablando. Contábamos cuando las cosas se salieron de control y otras anécdotas, él me contó la historia de cuando su mamá le pego tan fuerte que sentía como en cualquier momento él se iba a desmayar, pero en eso Dennis tomo la luz así el recibía los golpes y no Kevin; al fin y al cabo Dennis no era tan malo.

Sin darnos cuenta estuvimos hablando por horas, hasta que el hambre que sentíamos los dos nos hizo darnos cuenta que ya teníamos que cenar. Mi panza gruño lo cual hizo que Kevin se girara a verme y que acto seguido riera, haciendo que yo lo copiara y también estallara en carcajadas.

- Creo que ya deberíamos cenar. – dice Kevin cuando paro de reír.

- Deberíamos volver y pedir sushi o algo. – propongo mientras llevo un mechon de pelo detrás de mí oreja.

- Porque no mejor vamos a comer afuera.

Me quede un poco sorprendida por lo que dijo, era algo que no me esperaba y me asustaba a la vez pero luego me acorde de que Kevin no sabía nada al respecto. Quería decirle que no podíamos salir debido a que ya se había hecho pública mi búsqueda, pero al ver la emoción de sus ojos hizo que no pudiera negarme. Inconscientemente asentí con mi cabeza dándole a entender a Kevin que estaba de acuerdo con lo que quería hacer, y ahora estaba metida en un nuevo problema del cual sinceramente no podía salir.

Antes de salir Kevin hizo una parada en el departamento para buscar dinero y una dos gorras para así pasar desapercibidos. Ya listos salimos a la calle donde sabíamos que corríamos peligro pero aun así lo hicimos.

La noche era tan tranquila que hizo que mis miedos desaparezcan y que disfrutara de este momento, y al parecer Kevin también dejo que todo la preocupación que sentía se esfumara como un susurro en el viento. Sin darnos cuento ya estábamos riendo y hablando sin prestarle atención a lo que ocurría a nuestro alrededor, solo nos preocupábamos en encontrar algún lugar de comidas antes de que ya sea muy tarde y todos los negocios cierren.

Luego de caminar unos minutos encontramos un pequeño negocio en el cual no había mucha gente dentro, así que era perfecto para quedarnos. Ambos entramos y tomamos asiento en unos de los lugares vacío. Cuando ya nos acomodamos un chico que parecía de mi edad vino a dejarnos los menús para que así podamos ver que tenían y así pedir.

- Hay un combo de dos hamburguesas que vienen con un regalo sorpresa. – me habla Kevin mientras me muestra la foto que salía en el menú.

- ¿quieres la sorpresa que viene con la comida? – bromeo mientras sonrió.

- Lo dije por ti porque yo no soy el que tiene dieciocho años. – rodeé los ojos y dirigí mi vista a los carteles que estaban pegados en la pared del negocio deteniendo la mirada en el que tenía una foto mía. Kevin se dio cuenta de esto y tomo mi mano provocando que vuelva mi vista hacia él nuevamente. – tratemos de no echar a perder este momento, sé que en las circunstancias que no encontramos no son las adecuadas como para estar riendo y seguir con nuestras vidas como si nada pasara, pero la verdad es que quiero aunque sea disfrutar una vez en mi vida la felicidad.

Me quede sin palabras ante lo que me dijo Kevin, mi cabeza sabía que daba igual lo que él quisiera estábamos arriesgándonos demasiado y me estaba olvidando del verdadero motivo por el que me estuve quedando con ellos, pero aun así no podía decirle que no; este hombre me tenía como hechizada.

- Está bien. – dije rindiéndome, pero el que aceda a quedarme junto a él esta noche no significa que deje de pensar en todo lo que estaba pasando; mi cabeza no puede dejar de pensar en eso.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora