CAPITULO 37

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DENNIS

No estaba seguro si iba a aguantar otro mes más sin poder estar en con Ashley, sentía que cada día, hora y minuto que pasaba me hacía más falta. Pero tampoco quería alejar de nuevo a Kevin de la luz, ya que él también es importante para mí y no le podría hacer eso.

Trate de hablar con él para que me dejara hablar con ella solo un rato, pero siempre su respuesta era no o que ella ahora estaba durmiendo. Sabía que mentía porque la quería proteger de mí ya que me conoce y piensa que soy capaz de hacerle algo; y no lo culpo por eso. Pero yo nunca me atrevería a hacerle daño a Ashley, soy capaz de dar la vida por esa niña.

Luego de mi pequeña revelación ante Patricia la horda me comenzó a dejar de lado, pero no por mucho tiempo ya que me necesitaban. Claramente decidí volver porque no pensaba quedarme del lado de Barry lo cual a él no le gustó mucho, ya que estuvo diciéndome que me iba a arrepentir tarde o temprano. Sin embargo no le di importancia y volví con la horda.

Con mi regreso otras de personalidades se nos unieron porque Patricia dijo que conmigo en el grupo nada podía salir mal, así que muchos luego de ver como hice que Kevin volviera a la luz me siguieron, aunque no me agradara mucho ya que iban a ser marionetas de Patricia.

Lo único malo de volver fue que perdí la completa confianza de Kevin, lo que hizo que ahora menos quisiera darme la luz para así poder ver a Ashley lo que hizo que me molestara mucho. Cada vez que él la dejaba cedía su turno a Barry o Hedwing porque al parecer Ashley le había contado que tenía muy buena relación con ellos, omitiendo por completa nuestra relación dejándome completamente en el olvido, haciéndome sentir mal. Pero me lo merecía.

Aun así ni Patricia y Kevin me iban a privar de verla. En las noches, cuando Kevin dormía tomaba la luz, con la esperanza de encontrarme a Ashley aun despierta. Pero siempre que lograba tomar la luz ella ya estaba dormida. Me dolió el verla dormir en el sofá porque se veía incomoda, pero entendía el que le quisiera dar su espacio a Kevin.

También cuando tomaba la luz aprovechaba a limpiar un poco el apartamento para que cuando ellos despierten no tengan que limpiar. Era una costumbre que me había quedado cuando estaba antes en la luz cuidando a Ashley, porque siempre ella se quedaba dormida en la mesa o en sofá cuando teníamos que limpiar todo, así que al final terminaba haciendo todo yo.

A pesar de que tan solo podía verla en la noche era suficiente para mí porque me podía asegurar de que estuviera todo en orden, y así quedarme más tranquilo. Pero seguía extrañando nuestras cenas en la que ella me contaba alguna que otra anécdota que vivía con Hedwing o solo quedarnos en silencio comiendo, disfrutando de la compañía del otro. Esas pequeñas cosas extrañaban y era algo que nada podía hacer que lo deje de hacer, a menos que pudiera volver a estar con ella.

En ocasiones llegaba a enfadarme porque esa niña no salía de mí cabeza, era como si invadiera cada pensamiento; como un virus. Habían días que ya no aguantaba y quería correr a la luz y tomarla para siempre para así no volver a alejarme de ella, pero si lo hacia el resto también lo comenzaría a hacer.

Sin darme cuenta la ausencia de Ashley me hacía sentir vació, como si una parte de mí, una pieza, se me hubiera perdido; Y la persona que la tenía era ella.

Y ese sentimiento era algo que no lograba comprender.


KEVIN

Estaba en mi estudio tratando de terminar el cuadro que llevaba pintando hace ya una semana. Si no fuera porque Ashley me estuvo molestando todos estos días lo hubiera terminado antes. El Kevin de antes se hubiera enojado por su molestia constante, pero por alguna razón me gustaba que ella se quedara del otro lado de la puerta suplicando que la deje entrar, haciendo que ahora el silencio me incomodara. Y en este momento ese silencio me estaba comenzando a molestar.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora