CAPITULO 12

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ASHLEY 

Barry me estuvo contado un montón de anécdotas, y otras historias, moría de ganas de preguntarle por Kevin, y otras cosas, pero cada vez que trataba de tocar el tema, lo evadía, era como si no quisiera que supiera algo, pero no lo iba a presionar, tenía tiempo. También se disculpaba conmigo por lo que tuvimos que vivir con las chicas, se siente aun culpable por no haber podido ayudarnos, la verdad no sabía que decirle, desde que estoy viviedo con ellos, estoy trato de olvidar lo que paso con las chicas, no debería hacerlo, pero ellas no entienden.

- Que hermoso está el día, ¿no? – me pregunta mirando al cielo.

- Si. – digo copiando su acción. El cielo estaba despejado, pero para mí no era un gran día, si, le mentí, pero no quería que se pusiera incómodo.

- ¿Qué te parece ir por helado? – lo mire confundida, como piensa ir por un helado, se puede meter en problemas con Dennis, y yo también me vería involucrada.

- No te parece un poco arriesgado, seguro Dennis después se enoja, y no quiero causarte problemas.

- Dulzura, deja de pensar en él. – Barry pone sus manos en mis cara, acariciándome con sus pulgares mis mejillas, yo solo me quede en silencio, mirando sus ojos que irradiaban amor, lo cual me sorprendía, cada vez que cambia de personalidad, sus ojos también lo hacían. – mira, yo te invite a tomar un helado, si Dennis se enoja con alguien, va a ser conmigo, tú no tienes la culpa de nada, así que deja ese miedo y dime que sí.

Tengo que ser sincera, Barry sabía como hacerme cambiar de opinión. Asentí con la cabeza como respuesta, él salto de la emoción y paso su brazo por mis hombros.

Antes de salir hicimos una parada en el departamento, ya que tenía que buscar un abrigo, no podía seguir llevando el de él. Al entrar, fui corriendo a las escaleras, subía a la habitación lo más rápido que pude y abrí el armario, si Dennis me compro ropa nueva seguro encontraba algo, agarre una sudadera negra, no me fije si era de otra personalidad, me dio igual, solo la tome y me la comence a poner. 

Cuando me estaba poniendo la sudadera, escucho como una puerta se abre. Bajo, sin hacer ruido y me asomó para ver, efectivamente la puerta que escuche era a la que tenía prohibido entrar. Barry parecía que estaba adentro, me acerque, pero cuando estaba a un paso, Barry sale y cierra la puerta sin dejarme ver nada, solo logre oler el fuerte olor de pinturas.

- ¿lista? – dice mientras toma su abrigo, asentí con la cabeza. – ve saliendo, yo tengo que cerrar el estudio.

- ¿Qué hay ahí adentro?

- Nada importante, sal, yo ahora te alcanzo.

No quise preguntar más, tampoco quería molestar a todas las personalidades por una puerta, que lo más probable que no haya nada importante, como dice Barry.

Salgo del departamento, me quedo esperando a Barry. Al salir, cierra la puerta con llave, luego pasa su brazo sobre mis hombros, y empezamos a caminar hacia la salida. Ya afuera comenzamos a caminar hacia una heladería, la gente no se daba cuenta de que yo era la chica desaparecida, ni siquiera sospechan, era como como si no hubiera sido secuestrada. Mientras caminábamos me puse a pensar en lo raro que estaba siendo esto, Barry no sabía que de que mi papá había pagado a los medios para que no hablen de mi desaparición, y por lo que me dijo Dennis, solo en los diarios aparece las actualizaciones del caso, y se veia muy tranquilo, y no me pregunto sobre si sabia algo, o si en las nosticia dijieron algo sobre mí. Opte por quedarme callada, ya que estábamos rodeados de mucha gente, y si hablara de eso ahora podia llamar la atención, tenía todo el día para peguntarle, así que puedo esperar tranquila.

Llegamos a una pequeña heladería, Barry pide dos conos de helado con tres bochas cada uno, él dijo que iba a elegir mi sabor de helado, yo lo deje porque se veía que estaba emocionado por hacerlo. Al tener cada uno su helado, empezamos a caminar de nuevo hasta llegar al mismo parque de antes, en el que me encontré con la señora Martínez. Tomamos asiento en una de las bancas vacías, y nos quedamos ahí hasta que terminemos.

Los helados se comenzaban a acabar, y el sol estaba casi por esconderse, me parecía raro que aun Dennis no tome la luz, pero creo que me vendría bien un poco de compañía de otra personalidad. Al terminar mi helado, me puse de pie, para buscar un lugar donde tirar el cono.

- ¿Por qué no lo comes? – pregunta confundido.

- Es que no me gusta, siempre lo tiro.

- No te gusta o es por otra cosa. – volteé a verlo, no sabía a lo que se refería.

- Y ¿por qué lo preguntas?

- Creo que estuvimos evitamos ya mucho tiempo, el tema de tus cicatrices. – dice casi gritando, mi duda al final se había confirmado, me quede en silencio mirándolo seria, quería tratar de controlar mi mal genio, no quería tener otra discusión, fue suficiente con la que tuve hoy al mediodía con Hedwing. – ¿te vas a quedar callada? – se pone de pie y pone una de sus manos en mi cara, para acariciarme, yo me aparto, ya que no estaba de humor. – mira sé que es difícil, Kevin también vivió algo parecido, así que...

- Y ¿qué te hace pensar de qué viví lo mismo que Kevin? – solo tenía que pisar este cebo.

- Porque es obvio, lo único diferente es que tú si tienes a alguien que se preocupa por ti, tienes que volver Ashley, es muy peligroso, el mato...

- Ya cállate. – me costó darme cuenta cual era el objetivo de Barry, al parecer no había un bando bueno, nadie se preocupaba al cien por ciento de Kevin. – al final no sé a quién creerle, si a los que antes estaban en la luz sin hacer daño a nadie, pero encarcelando a un pobre chico, o a los malos que buscan la manera de salvarlo aun que tengan que hacer cosas malas, me quiero volver a casa.

Me doy vuelta, comienzo a caminar en dirección al departamento, dándome igual si Barry me seguía, en este momento solo quería estar sola, o mejor dicho, con alguien que no sea Barry.

Al llegar, me di cuenta de que no tenía las llaves, insulto en voz baja y me siento en el suelo, escondí mi cara entre mis piernas. Escuche como alguien venía, sus pasos al subir las escaleras sonaban muy fuerte por el eco. Levante la vista para ver quién era, al ver a Barry me puse de pie, y me que esperando a que abriera la puerta. Ya adentro, fui a al baño, cerré la puerta con seguro y me senté en el suelo, hasta que no tomara la luz Dennis no pensaba salir.

No sé cuánto tiempo habrá pasado, seguía en el baño, lo único que escuche desde que entre, fue la puerta del estudio abrirse, y ya había pasado un buen rato desde que lo escuche.

 Estaba comenzando a tener mucha hambre, la panza me gruñía, estaba pensando en salir a buscar unas galletitas, o lo que sea, solo quería comer algo, pero seguro si bajaba, Barry iba a tratar de arreglar las cosas conmigo, pensando que con solo pedir perdón todo se solucionaría.

Puse mis manos en mi abdomen, y cerré los ojos, me decidí a aguantar un poco más, seguro en un rato, una de las personalidades va a tener que pedir la luz, sino era así tendré que dormir en el baño, con hambre, y en el piso.

- ¿Ashley? – dice Barry dando dos golpecitos a la puerta, abrí los ojos y me puse de pie. – ¿puedes salir?, tienes que cenar algo. – cuando dijo cenar, mi panza gruño. – sé que sigues molesta, pero necesitas comer, y si quieres tratamos de hablar, no quiero estar peleado contigo, ¿sí?

- Voy a comer solo cuando Dennis tome la luz.

- Ashley, por favor entiende...

- No, entiende tú, están viviendo la vida de una persona que seguro tiene muchas cosas que quiere hacer, pero si no lo dejan avanzar, a pesar de todos los problemas que haya tenido en el pasado, cómo piensan que mejore, tanto ustedes, como la horda, están equivocados.

Barry seguía hablando detrás de la puerta, pero yo ya no le prestaba atención, me tape los oídos con las manos, sentándome de nuevo en el suelo.

Luego de un rato hubo un gran silencio, Barry ya se había ido, aun no estaba segura de salir del baño, quería asegurarme de que al salir, Dennis estuviera aquí. 

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora