CAPITULO 27

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Ashley estaba sentada en el sofá, en silencio, mientras que yo caminaba de una punta a otra tratando no perder la poca paciencia. Quería tratar de entender la razón por la que lo hizo, pero no podía.

- Estoy intentando entender, pero te juro que no puedo. – digo en un tono calmado

- No tienes porque entenderlo, solo acéptalo y ya. Yo tampoco entiendo porque te enojas.

- ¡porque siempre tomas decisiones innecesarias! ¡siempre tengo que estar atrás tuyo viendo que no hagas tonterías! ¡solo te deje unos minutos con Hedwing y ya te metió ideas tontas en tu cabecita que no saber razonar!

Grito ya perdiendo mi paciencia, la verdad no podía con ella. Paso mi mano por mi cabeza frustrado tratando de calmarme. Ashley se había quedado callada después de mi grito mirando seria hacia la ventana. Me senté a su lado mirando su pelo tratando de verle algo bueno.

- Te quedo lindo. – digo después de unos segundos de solo silencio entre nosotros.

Ella voltea a verme un poco sorprendida por mi comentario el cual era verdad, amaba su cabello largo y de ese color oscuro pero este nuevo cambio le quedaba hermoso, y ella se veía contenta así que no voy a arruinarle esa ilusión.

- Eres muy bipolar, hace unos minutos me estabas gritando porque no te gustaba y ahora dices todo lo contrario. – dice mirándome.

- Nunca dije que no me gustara solo que fue impactante, pero si soy sincero me gusta te ves diferente.

Ella me dedica una de sus radiantes sonrisas que me llena el alma dejándome hipnotizado y haciendo que también le sonría contra mi voluntad.

Luego de nuestra pequeña discusión nos pusimos a ordenar todos, por alguna razón había pelo por toda la casa. Mientras yo ponía la ropa sucia a lavar Ashley se encargaba de limpiar el baño y ordenar la habitación; podía ser más de la media noche pero los dos seguíamos despiertos dejando todo limpio. Siempre que teníamos que limpiar Ashley ponía música, no me molestaba todo lo contrario, amaba que lo hiciera porque cuando ella se ponía a bailar podía verla sin que se dé cuenta.

Luego de que todo quedara limpio y brillando fui al baño para prepararme para irme a dormir, bueno, a intentarlo, porque siempre Ashley pasa por encima de mí, o me empuja dejándome al borde de la cama; así que espero que esta noche sea más tranquila.

Entro al baño y tomo mi cepillo de dientes, que estaba junto a todos los demás y le pongo pasta dental. Comienzo a cepillarme los dientes mientras miro mi reflejo en el espejo. Luego de cepillar mis dientes bien escupo la espuma que tenía en mi boca y hago un buche con agua, cuando vuelvo mi vista al espejo noto como Ashley se estaba cambiando. Solo logre ver su quemadura que estaba en la espalda. Me quede solo unos segundos viéndola y después me saque la camisa para poder revisar las heridas que aún no habían sanado del todo.

- Ya paso un mes, es raro que aún no hayan sanado. – dice Ashley acercándose a mí.

- Si sanaron, antes estaban peor.

Busco el botín de primeros auxilios en el armario del baño. Cuando ya lo encuentro tomo el algodón y el bote de alcohol para limpiar. Mientras lo hacía Ashley lava sus dientes mirando como limpiaba la zona de la herida.

Al terminar deje todo donde estaba y fui a acostarme, aunque no haya hecho nada en todo el día estaba agotado mentalmente; cuidar a esta niña no es nada fácil. Escucho como ella sale del baño y se acuesta del otro lado de la cama, la miro esperando encontrarme con su mirada pero estaba dándome la espalda. Quería preguntarle qué pasaba pero hoy había tenido un día difícil, no quiero ni imaginar lo que está pasando por su cabeza ahora. Cierro mis ojos para poder descansar antes de que comience a recibir patadas toda la noche

- Hedwing me dio el teléfono de Kevin. – al escuchar a Ashley hablar abro mis ojos y dirijo mi vista a ella que seguía dándome la espalda. – trate de ver si había algo de él para conocerlo, porque cada vez que hablo de él todos se callan como si fuera un tema tabú, pero no había nada.

- Kevin se encargó de borrar todo antes de guardarlo bajo llave.

- ¿Por qué haría eso? – otra vez las preguntas sobre Kevin había vuelto y lo más probable es que no va a parar de hacerlas en toda la noche.

Opte por quedarme callado, no iba a responderle porque sabía que se le respondía una iban a venir otras veinte, así que lo mejor que podía hacer ahora no decir ni una palabra y volver a tratar de dormirme.

ASHLEY

Al parecer Dennis no iba a responder a mis preguntas, esperaba que por lo menos él no sea como los demás. Pero esperaba mucho de una persona que está bajo el poder de Patricia; solo hace lo que ella dice.

Me quede en silencio esperando a que se durmiera ya que tenía pensado buscar las respuestas yo sola. Para mi suerte Dennis se duerme rápido así que solo tenía que esperar unos cinco minutos aproximadamente, mientras espero tengo que luchar contra el sueño. El silencio invadió todo el lugar, era como que todo el edificio se había dormido menos yo.

Me senté en la cama y agite mi mano sobre la cara de Dennis para asegurarme de que estuviera dormido. Al ver que así era me puse de pie y baje al salón.

Comencé a buscar las llaves del departamento ya que ahí estaban las del estudio, estaba más que segura de que todo lo que buscaba estaba en esa habitación ya que no tendría sentido de que no me dejen entrar ahí solo porque sí. Trate de ser muy cuidadosa con cada movimiento que daba ya que no quería que Dennis se despierte pero no podía encontrar las llaves y eso me estaba frustrando.

Busque tanto en la cocina como en el cuarto de limpieza, pero no había rastro de las llaves. Fui hasta la cocina y me apoye en la mesada a pensar donde podría estar. "¿si yo fuera Dennis donde escondería las llaves?" pensé, la verdad no tendría que ser tan difícil. Entre más me frustraba, no entiendo por qué escondería las llaves si llevo un mes viviendo con ellos.

Luego de estar como diez minutos me viene una idea de donde deberían estar. Voy corriendo hasta el perchero de la entrada y sonrió al verlas. "no las esconderías porque confías plenamente en mí" digo en mi cabeza mientras las tomo con una sonrisa victoriosa.

Doy media vuelta y miro la puerta del estudio, la que en todo un mes fue un misterio para mí. Esta noche iba a poder ver con mis propios ojos que es lo que esconden ahí.

EL AMOR PUEDE SER ALGO PELIGROSO- (fragmentado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora