❝Tienes un olor exquisito, creí que tu maldita raza había sido exterminada pero te conservare como mi nuevo juguete.❞
La raza Omega ha sido exterminada, el Imperio de los Alfas ascendió al poder luego que un brote extraño hiciera que los Omega perdi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Kim Namjoon, un alfa rebelde que había decidido darle la espalda a su raza, corría por los enormes y frondosos árboles del bosque del Norte, en busca de su campamento. Por alguna maldita razón habían salido todo el grupo de Omegas que habían sobrevivido a la masacre, Namjoon estaba buscando un lugar seguro cuando fueron interceptados, el solo recordar lo sucedido le hacía hervir la sangre, no podía creerlo, habían capturado a uno de los Omega y peor aún uno de los más importantes.
Después de haber logrado defender y huir con los Omegas. Se instalaron en un lugar apartado del lugar, cerca de un riachuelo y una enorme cueva que en caso de peligro podían esconderse sin problemas ahí, las cosas se ponían peor, el Alfa Líder y Emperador Taehyung estaba haciendo la caza de Omegas y de Alfas que les ayudarán mucho más exhaustiva y eso le preocupaba pues no deseaba que más sangre fuera derramada, su padre había muerto por la causa, él no deseaba contar con el mismo destino.
Seokjin salió de la cueva en encuentro de Namjoon quien le recibió con un fuerte abrazo y un suspiro de anhelo, deseaba que lo que le dijera fueran buenas noticias pero la expresión de Namjoon era una historia completamente diferente.
-Encontraste algo...-preguntó con miedo el castaño, esperando que no fuera un golpe demasiado desalentador la respuesta de Nam.
-No, Jin, no lo encontré, seguí su rastro hasta el límite con la base del Norte, el aroma de Jungkook desapareció ahí.
-Todo esto es mi culpa -cerró sus ojos y lágrimas recorrían sus mejillas como dos cascadas cristalinas, era devastador -No pude protegerlo, qué clase de persona soy.
-Cómo íbamos a saber que el bastado de Hoseok iba a aparecer, sabes que es completamente astuto y demasiado persuasivo, espero que este todo bien con Jungkook.
-No quiero que sufra, es mejor que muera rápido, esos bastardos son capaz de despedazarlo, no deseo eso para él.
En el nuevo Imperio Alfa, los Omega eran la peor escoria que existía especialmente cuando eran jóvenes, la búsqueda y caza de Omegas sobrevivientes era una de las actividades preferidas de los Alfas, especialmente los que formaban parte de las bases militares, seres sumamente despiadados, capaces de torturar y violar a cuanto Omega pudieran hasta hacerles suplicar a sus víctimas por la muerte.
-Lo recuperaremos pronto, Jin, te lo prometo -habló por fin el Alfa, dando un beso sobre el suave y sedoso cabello castaño de Jin, escuchandole suspirar y soltar un suave sollozo.
Se adentraron a la cueva pues por mucho que desearan hacer algo, sabían los peligros y actualmente estaban en peligro, si bien en otros países ya estaba una regla para la convivencia pacífica de Omegas sobrevivientes y Alfas, en Corea seguía demasiado lejos ese acuerdo, no sin antes derramar sangre inocente.
En la base del Norte, el Emperador Taehyung, había roto todo lo que había en su oficina, su mente divagaba en aquel jovencito que según Hoseok era su "regalo" de cumpleaños, se odió a sí mismo por sentirse débil y atraído por el aroma se ese maldito Omega, no recordaba haber tenido contacto con uno, aparte de Jimin, que eso era otra historia, pero estaba ahí intentando no ceder a sus deseos carnales, no deseaba aceptarlo, la única manera de desquitarse era haciendo sufrir a ese chico.
