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Habían pasado dos semanas desde el incidente donde había encontrado a Jimin junto a su mascota, dos semanas desde que había torturado hasta que su enojó se disipó contra el Omega regalo de Hoseok

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Habían pasado dos semanas desde el incidente donde había encontrado a Jimin junto a su mascota, dos semanas desde que había torturado hasta que su enojó se disipó contra el Omega regalo de Hoseok.

Una fuerte jaqueca permanecia desde hace unos días especialmente porque había dos problemas:

1. Jimin no le dirigía la palabra bajo ningún concepto, le ignoraba y pasaba encerrado en su habitación.

2. Tener que lidia con el conde Min y su hermana que insistía en una pronta respuesta a la propuesta.

Ninguna de las dos situaciones le gustaba especialmente porque no tenía interés en casarse, su misión era otra, Taehyung era el Alfa Emperador, sus deseos carnales eran saciados con Omegas como la condesa Chungha, pero no eran suficientes para que su lobo quisiera su compañía.

El único lugar donde podía encontrar "paz" era en su oficina en la base militar, no tenía permitido que dejaran entrar a nadie y los días se habían convertido en una rutina, salidas de sus soldados en busca de rebeldes, capturar Omegas y torturarlos hasta que su sangre escurriera como cascadas en las baldosas del patio de tortura de la base, su deseo de venganza y respuestas era mucho más grande.

"Papá, por qué ni me guíaste qué debía hacer" suspiro el Alfa cerrando sus ojos, ese día partiría de vuelta a su palacio y tendría que resolver la situación con Jimin.

Ya no recordaba cuantas veces había suspirando ese día, sus dedos se movían con elegancia entre las agujas y la bola de lana, estaba tejiendo mientras observaba por su ventana el lugar.

—Joven, si me lo permite, ha hecho el mismo nudo ya 3 veces. —habló el joven beta con una sonrisa juguetona en su rostro.

—Eh... Oh, lo siento Soobin, no te estaba escuchando —se excuso dejando de lado la lana y tomó su taza de té para beber un sorbo.

—Sé que no debería meterme pero lo he visto triste estos días ¿le sucede algo, joven príncipe?

Jimin lo pensó un momento, no se había percatado de la razón principal por la que Soobin mencionaba eso, su mirada fue hacia el amplio cielo y sonrío de forma melancólica.

—Solo extraño a ese Omega encadenado en el sótano, era mi único contacto con el mundo exterior aparte de ti, pero el bruto de Tae hizo semejante berrinche como si fuera a robarle a ese niño, no es... —no logró terminar la frase, derrotado por sonar tan desesperado y patético.

—Si le soy honesto, soy su varón de compañía pero creo que usted puede sacar provecho de esta situación, joven.

La mirada de Jimin viajo del cielo hasta el rostro dulzón y jovial de Soobin, alzando una ceja en señal de interés ante sus palabras.

—Continúa.

Soobin se incorporó en su asiento y sonrío, buscando las palabras adecuadas para no crear falsas esperanzas en el chico.

𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐓𝐄𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 - 𝗧𝗔𝗘𝗞𝗢𝗢𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora