𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐓𝐄𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 - 𝗧𝗔𝗘𝗞𝗢𝗢𝗞

14.

Una vez más ambos se miraban, Taehyung únicamente gruñía por lo bajo o más bien su lobo era el que se encontraba herido por lo que la cercanía de Jungkook le fastidiaba, pero la herida seguía sangrando al menos no como antes pero si lo suficiente para causar un daño si no se retiraba la flecha.

Jungkook acercó su mano con lentitud y ante el quejido del Alfa titubeó un momento.

—No me toques maldita sea, eso duele —bramó el más alto con mucho enojo en su voz.

—Si no saco eso vas a morir ¿Eso quieres?

El Alfa calló unos momentos, observando los vivaces ojos del menor los cuales no esperaban una aprobación, mucho menos alguna palabra, si estaba jugando su vida también al intentar ayudar a quien había abusado de él.

—Esas flechas son especiales, si la toques te puede lastimar, sabes así como me está destruyendo a mi.

El menor calló, sabía a lo que se refería, había visto a SeokJin destrozar Alfas que querían secuestrarlo o lastimarlo, el chico solo asintió intentando verse valiente pero en realidad sabía que no le pasaría nada, por lo que sujetó la punta de aquella flecha y ante el fuerte bramido de Taehyung tiró de esta, tan rápido y fuerte como pudo, ante la mirada de sorpresa del Alfa este se desmayó, no tuvo tiempo de ver aquella flecha desvanecerse en su mano y ser absorbida.

Jungkook observo a aquel Alfa desprotegido y la necesidad de no haber hecho eso le inundó en el corazón y cuando eso sucedió el viento sopló despeinado sus cabellos.

"Tu no eres malo Jungkookie, eres bueno" escuchó el susurró en el aire y sonrió nostálgico ante el comentario y únicamente cortó algunas hojas de aquel enorme árbol frente a ellos, moviendo al Alfa para cubrir su herida con vendajes.

—¿Se va recuperar pronto?

—Si Jungkook, mis hojas son curativas, aparte tu tienes ese don también, hay cosas que tú no sabes de ti mismo, pero pronto las descubrirás.

—¿Yo sanar? Claro que no, no digas tonterías, yo no quiero estos dotes, solo me han traído problemas y soledad ¿Por qué tengo que ser así? ¿Por qué, por qué? Yo solo quería una vida normal, no estar secuestrado, no ser el tesoro al mejor postor, por qué, dime árbol.

Jungkook lloraba y dentro de él una energía crecía, una que estaba comenzando a descontrolarse, aquel lugar que era un prado hermoso comenzaba a llenarse el cielo de nubes oscuras y un viento fuerte, el chiquillo estaba molesto.

—Y tu maldito Alfa de mierda, tu terminaste de arruinar mi vida, por ti soy un miserable ahora.

—Pues yo también te odio.

Los ojos de Taehyung se abrieron y sus cabellos rubios bailaron con la danza del furioso aire que los envolvió. Su mirada estoica se mantenía firme observando al joven, cuando Jungkook en un arranque de enojo comenzo a golpearlo en el pecho y este se quejo, sujetó las muñecas del menor y lo sacudió con firmeza.

—¿Entonces por qué no me mataste y fuiste libre cuando pudiste, estúpido?
Jungkook intento soltarse de él, tirando con fuerza hasta que lo logro, tallando sus muñecas marcadas por la fuerza usadas en ella.

—Porque a diferencia tuya, yo si respeto la vida, ustedes los Alfas son una mierda, creen que los Omegas deben de estar sujetos a ellos y que son dependientes eso es pura patraña, lo único que trae subyugar a un Alfa es la muerte ¿O no?

El Alfa calló, casi de forma inmediata porque en aquel joven solo encontró una pizca de la rebeldía que su madre solía tener con su padre cuando estaba con vida.

—Pues yo cuando llegue el momento, te mataré.

—No puedo esperar por ese momento, así dejaras de tocarme y usarme como un muñeco.

—Y tu desde cuando te crees con el derecho de hablarme así.

—Desde que eres un Alfa vulnerable y herido.

El árbol observaba la escena sin decir mayor cosa, realmente en su interior había una chispa de gozo en ver a esos dos convivir tal vez no de la forma correcta pero era algo que en todos sus siglos existiendo hubiera imaginado.

—Ven aquí, te voy a golpear.

—No seas irresponsable, estás viendo que tienes una herida enorme en tu espalda, idiota.

Jungkook empujó al Alfa de vuelta y este tiró de su brazo, cayendo sobre él, ambos se miraron unos momentos y el rostro de Jungkook se volvió rojo como un tomate y rápidamente se apartó de él, ligeramente abochornado. Taehyung solo lo miró disgustado y lo que resta del tiempo ambos estuvieron en silencio, hasta que finalmente el Alfa volvió a romper el silencio.

—¿Y este lugar que es?

—No lo sé.

—Como que no sabes, nunca había visto algo como esto.

—Pues es que no sé... Solo lo imaginé.

—Tu realmente eres raro.

—Mira quien lo dice...

Por primera vez el Alfa sonrió un poco, mirando el cielo ya despejado, parecía que también ahí anochecía pero tal vez de una manera diferente, los colores se volvían más tenues como una fogata apagandose. No hacía frío pero tampoco era el más cálido del mundo.
Taehyung no lograba conciliar el sueño, su herida ardía demasiado mientras que su acompañante parecía que hace tiempo había caído a los brazos de Morfeo, aunque de pronto comenzó a sacudirse de forma violenta captando la atención de Taehyung.

"NO, NO, MAMI NO ME DEJES" se retorcía el menor, Taehyung intento retenerlo con su brazo sano pero fue en vano el chiquillo se removía inquieto. Taehyung finalmente colocó su amplia mano sobre los cabellos del chico, tarareando una canción que su madre solía cantarle cuando tenía pesadillas, extrañamente una pequeña y tenue luz emanaba de la palma de su mano, arrullando al menor que pronto se quedó quieto durmiendo profundamente, sin imaginar que también el cansancio y el dolor de su recuperación terminaría cediendo a Morfeo durmiendo al lado del menor.

El árbol solo observaba a ambos seres que fueron creados por un objetivo pero el destino jugaba en contra de ambos.

Hoseok se mostró después de que fuera descubierto por ChunHa quien le apuntaba también con una flecha, Hoseok alzó sus brazos en afán de mantener la paz aunque sus sentidos estaban alertas.

—¿Dónde fue Jungkook y Taehyung? —preguntó Hoseok.

SeokJin y Yoongi se miraron pero ninguno dijo nada.

—No sabemos.

—Te diré algo, si Taehyung llega a saber que tú el que conoces a ese chico, esto no acabará bien, sé más prudente.

—¿Por qué nos dejas ir? ¿No es esto lo que haces?

—Así como ustedes, yo también quiero que esto acabe.

Hoseok, corrió lo más rápido que pudo regresando a la fortaleza militar, dónde necesitaba aclarar sus pensamientos un poco, sin querer había comenzado una cadena de sucesos que podrían concluir en un solo final, solo esperaba que Taehyung estuviera bien.