❝Tienes un olor exquisito, creí que tu maldita raza había sido exterminada pero te conservare como mi nuevo juguete.❞
La raza Omega ha sido exterminada, el Imperio de los Alfas ascendió al poder luego que un brote extraño hiciera que los Omega perdi...
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Su visión poco a poco iba haciéndose más nítida, no recordaba demasiado de lo que había sucedido, únicamente su cuerpo pesando como dos toneladas empujando sobre él. Aunque el lugar no le parecía demasiado conocido, Taehyung se incorporó con dificultad y se sentó, metiendo suavemente sus cabellos con ayuda de sus largos dedos.
El lugar era extraño, solitario y no parecía su imponente castillo. Sin haberlo previsto a su lado dos figuras se paseaban ignorando completamente su presencia.
Una de ellas era resplandeciente como el mismo sol, sus cabellos largos y rubios, ondeaban respeto en el aire, seguido de otra figura que se escondía entre las sombras alejado de aquel resplandeciente ser que iluminaba todo el lugar.
—Tiene que creerme, rey, ella no planea ceder ante lo que usted desea.
El sol por su parte no prestaba atención a lo que aquel ser decía, únicamente observaba expectante en el horizonte donde ya los colores del cielo se volvían naranjos y la luz se hacía más tenue. Entonces a lo lejos visualizo aquella silueta alzándose en los aires, pero antes de que pudiera instaurarse dónde resplandecerá el resto del día, fue atrapada por uno de los destellos de fuego del sol, tirando de ella hasta ese lugar.
La astro mayor se quejó en voz suave, furiosa por aquella insolencia, rápidamente aquellos destellos desaparecieron de alrededor de ella quedando completamente carbonizados a cenizas. La mirada de desaprobación que le dedicó al sol, mientras que el sol solo la observaba sin parpadear.
La madre luna, se cruzó de brazos, mirando de reojo a aquel ser que también se encontraba en el lugar.
—¿Has considerado mi propuesta?
—No tengo nada que considerar, mi respuesta seguirá siendo no.
—¿Estás completamente segura?
—Lo estoy.
El sol furioso intento someter a la luna ante él, sujetándola con fuerza está vez soportando que sus destellos quedarán como las cenizas, pero si ella no quería por las buenas, lo haría por la fuerza. Pero casi al momento en que creía que ganaría contra ella, la luna tenía un carta bajo la manga, invoco a los espíritus nocturnos y eso involucraba a aquel ser que los acompañaba y este tuvo que doblegarse ante el sol, causando una furia inmensa en él especialmente porque esa jugarreta de la luna le permitió escapar y que aquel se convirtiera en algo que no tiene cuerpo, únicamente esencia.
Desde ese día el no nacido juró que se vengaría de ambos astros que lo habían usado de esa manera.
Taehyung por su parte solo observó desde su lugar sin mencionar ninguna palabra, únicamente que su marca incandescente destellaba como intentando llamar a su progenitor. El sol después de que la luna se fuera volteo a mirar a su hijo, acercándose a él pero obviamente era un espejismo, un sueño por lo que lo expulsó de sus recuerdos con enojo.
