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Ya las horas se había convertido en días y esos días era una completa agonia, el castañito con sus mejillas mojadas de sus lágrimas, lágrimas que derramaba cada vez que era tratado como el juguete que desde el primer momento fue presentado ante el...

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Ya las horas se había convertido en días y esos días era una completa agonia, el castañito con sus mejillas mojadas de sus lágrimas, lágrimas que derramaba cada vez que era tratado como el juguete que desde el primer momento fue presentado ante el Emperador, no importaban las súplicas, no importaban los quejidos, el llanto, ese hombre parecía no saciarse, daba gracias cuando por fin terminaba su eterna agonía.

Solo los jadeos gelidos y gruñidos de parte de aquel Alfa impregnaban el silencio de ese sótano que había sido lo más parecido a una prisión, odiaba que le obligara a mirarlo, esos ojos decían tanto, entre secretos y ira, Jungkook podía darse cuenta con sólo mirar a ese Alfa cuando se encontraba de mal o buen humor, generalmente sólo era mal humor.

El joven soltó un quejido lastimero pues no estaba siendo demasiado delicado con él, tuvo que buscar algo en que apoyarse y lograr mantener el equilibrio pues el ardor y el cansancio en su cuerpo estaban pasando factura. Perdido en sus pensamientos Taehyung se mantenía estático con la mirada perdida en la nada pero el sonido de los quejidos del chiquillo le sacó de su ensoñación, mirándolo fijatemente.

Por primera vez admiro a la luz de un leve destello que se colaba por el techo el rostro aniñado de su mascota. A pesar de parecer muy joven era muy lindo, una nariz respingada, ojos saltones y muy vivaces, unos labios carnosos, esos labios, habían captando su atención por primera vez en todos esos días que llevaba abusando sexualmente de ese chico, su curiosidad le ganó por completo, recibiendo un sobresalto de sorpresa de parte del chiquillo, abriendo sus ojos pero siendo demasiado torpe para corresponder ese leve roce entre sus labios, haciendo enfurecer al Emperador.

—Mueve tus malditos labios o te juro que la vas a pasar muy mal —amenazó, observando el cuerpo del chico temblar, acercó sus labios de vuelta y esta vez un poco más coordinado logró besarlo con delicadeza, disfrutando del suave roce de sus labios como el néctar más prohibido.

En todo el rato no se había percatado que no se seguía moviendo, no seguía lastimando el cuerpo de Jungkook, seguía simplemente devorando sus labios y su esencia como si deseara apoderarse de ellos, marcando como su propiedad, reclamando su pertenencia sobre ellos.

"No puedo respirar" pensó Jungkook cuando sentía su aliento ser arrebatado por la viveza y lujuria de los expertos labios del Emperador, queriendo quejarse soltó un sonido que fue lo más parecido a un suave gemido atorado en su garganta.

Taehyung se detuvo bruscamente mirando al jovencito que permanecia estático con las mejillas sonrojadas y completamente ajeno a los pensamientos del joven Alfa, gruñó levemente y iba a comenzar a moverse de vuelta cuando alguien abrió la puerta sin previo aviso, haciendo molestar al Emperador.

—Quién mierda se atrevió a entrar —habló con voz gélida Taehyung, logrando incluso que Jungkook temblara de miedo.

—Soy yo —habló por fin Hoseok, sin inmutarse con la presencia del Omega estaba serio y su vestuario lleno de sangre.

𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐓𝐄𝐃 𝐋𝐎𝐕𝐄 - 𝗧𝗔𝗘𝗞𝗢𝗢𝗞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora