Capítulo 3

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Eider.

Tendría que decir que me sorprendió ver a los dos pelirrojos idénticos salir de debajo de la cama, pero no sucedió.

—¿Qué hacen aquí? ¿Escucharon algo? ¿En qué momento llegaron? no, mejor respondan ¿Hace cuánto tiempo están aquí metidos?—les pregunté, cerrando la puerta.

Los gemelos estaban sacudiéndose las rodillas.

—Solo responderemos una ¿Cuál eliges?—me preguntó Willson.

—La ultima sin duda.

Los dos se miraron por un momento, pero luego habló Paxton.

—Estamos aquí desde antes que llegaran, necesitábamos la laptop de Miriam y pues subimos.

—Pero nos escondimos cuando escuchamos a Antonio pisar fuerte las escaleras.

—Sí, creímos que se pelearían aquí mismo.

—O sea que, ¿Escucharon todo?—pregunté.

—¿Qué Miriam esta embrazada? Si, aunque ya lo suponíamos—me respondió Paxton de lo más normal.

—Tiene razón, últimamente ha estado comiendo muchísimo, bueno, ella siempre come muchísimo, pero en estos tiempos es más, y además le da nauseas mi loción.

—Es que tu loción huele mal.

—Cállate que tú usas el mismo.

—No es cierto, tú usas el verde y yo el azul—Paxton le saco la lengua a Willson, haciendo que su gemelo imite el gesto.

En eso escuchamos la puerta abrirse. Me giré para ver a Miriam, Ethan y Antonio boquiabiertos por la presencia de los dos zanahorias.

—¿Y ustedes qué hacen aquí?—preguntó Antonio.

—Que Eider te lo explique, ahora déjennos abrazar a Miriam—dijo Willson, acercándose junto con Paxton para abrazar a Miriam.

—¿Se los dijiste?—me preguntó Miriam, queriendo llorar. Negué rápidamente.

—¿Cómo crees? nosotros ya estábamos aquí y escuchamos todo, ella no nos dijo nada—habló Paxton y le agradecí con la mirada.

Antonio estaba a punto de hablar, pero el ruido de mi celular lo interrumpió.

Hey, ¿Dónde estás?—me preguntaron del otro lado de la línea cuando contesté la llamada.

—En casa de Miri, ¿Por qué?

Estamos en tu casa, fueguito, nos enteramos lo que pasó con tu abuela y decidimos venir con Luci y Matti.

—No era necesario, no sé si volveré a casa hoy.— Ethan me miró con las cejas elevadas— El funeral es en unas horas y quizás termine a la madrugada—aclaré y bajo sus cejas, relajándose.

Tonto, pendejo y cuida.

¿Necesitas algo? no lo sé, podríamos ir a casa de Miriam y hacerles compañía.

—Tranquilo, Aust, no hace falta, ya mañana volveré a la preparatoria y estaré con ustedes todo el día.

Pregúntale qué haremos con el helado.—se escuchó la voz de Mattias— Trajimos helado por si estabas deprimida—dijo Austin y me reí.

—Entrégaselo a Carla, que lo guarde en el congelador.

No. Nosotros lo trajimos así que nosotros nos lo llevaremos de vuelta—la que habló fue Lucia—Cállate, estúpida, yo se lo dejaré porque es mi prima favorita—le contestó Austin y podría jurar que mi prima, al otro lado de la línea, se veía enojada.

El secreto de los Bosch [✔]  [COMPLETA|| EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora