Capítulo 29

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¡CAPÍTULO FINAL!

Disfruten. <3

Eider.

Quedé con una expresión de completa sorpresa.

Al parecer, Evangeline quería hablar conmigo.

Ahora, la cosa era; ¿De qué querría hablar? ¿Y conmigo? Esperaba que no se haya confundido y piense que soy la hija de Frederic. Porque esas cosas me solían pasar a menudo. Casi siempre nos confundían. Y era que en verdad nos parecemos, pero teníamos personalidades muy distintas.

Me aclaré la garganta.

—Sí, claro. ¿De qué quieres hablar?—fue lo que le pregunté al final.

Evangeline dio una muy profunda respiración, como si intentase calmarse, o reunir fuerzas para hablarme. Parecía aquella típica mamá que estaba a punto de darle "la charla" a su hija en plena etapa de la pubertad.

—Sé todo, Eider—habló mi tía, permitiéndome arrugar la cara ante eso. No tenía idea de lo que me estaba hablando.

O al menos intentaba pensar que no era de eso de lo que me estaba hablando.

Moví mi cabeza, eliminando aquella suposición que mi vocecita me decía. No podía ser cierto.

Le di una sonrisa desorientada a mi tía.

—No entiendo—estaba siendo cincuenta por ciento sincera conmigo misma. El otro cincuenta estaba maquinando a ver de qué venía todo esto.

—Sí que lo entiendes—me contradijo, observándome con completa seriedad, consiguiendo de mi parte que mi sonrisa se borrase poco a poco. Y admití en el fondo, que quería que me dijese que esto era una especie de broma o algo así, pero no sucedió, ya que, al quedarme callada y completamente anonadada, ella prosiguió, dejándome con un nudo en la garganta—. Sé lo de Blake, Eider.

No. No era posible.

No. Me negaba a pensar aquello. Eso no podía ser cierto. Nadie más que yo sabía lo de Blake. Nadie más que yo sabía la verdad.

Y realmente me atemorizaba el hecho de que venga una mujer que se apareció en el día de hoy, mostrándome las pruebas suficientes para creer que sea mi tía por parte paterna y que luego se me aparezca en el hospital en el que estaba internado mi hermano para decirme que conocía toda mi verdad.

Mi secreto.

Me negué a pensar que ella sabía todo.

—No... No te entiendo, Evangeline, la verdad, no sé de lo que me estás hablando—traté de sonar lo más natural posible, consiguiendo mi objetivo el cual era parecer que no estaba para nada asustada—. Blake fue mi pareja hace tres años, y luego terminamos. No sé qué es lo que me estás tratando de decir.

Evangeline apretó sus labios, colocando la mano que no sostenía la botella de agua sobre mi hombro, como si me estuviese apoyando en algo.

—Entiendo que lo niegues, Eider, jodidamente lo entiendo, pero me temo que si no hablas ahora de lo que sucedió hace tres años, esto seguirá creciendo—no tenía la opción de moverme, me quedé petrificada, en verdad ella sabía lo que sucedió—. Y sé que eres toda una guerrera, eres una mujer fuerte y digna de admirar, porque a pesar de lo que pasó, seguiste adelante sola y sin ayuda de nadie. Con eso alcanza y sobra para que te admire.

Me quedé sin voz.

—Yo... No...

—Sé que también fuiste abusada cuando tenías quince años, Eider, sé todo—la vista comenzó a fallarme, de pronto, veía borroso, comenzaron los mareos y los fuertes dolores de cabeza al recordar toda la secuencia de hace tres años, cuando estaba con Blake, con el infeliz de Blake—. Y te entiendo también, porque pasamos por lo mismo a la misma edad. Solo que tú sí cobraste venganza, tú sí pudiste.

El secreto de los Bosch [✔]  [COMPLETA|| EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora