Eider.
Meses después...
17 de septiembre, 2022.
Escuché a Miriam respirar profundamente, y vi que dejó el libro que leía sobre alguna madre primeriza que daba consejos sobre maternidad en el sofá ni bien el potente llanto de Adiel por no querer estar en la cuna se hizo presente.
Levanté la cabeza y luego mi torso para poder sentarme en la cama de mi prima cuando la oí maldecir en voz baja.
—O apagas a este monstruito o lo pones en silencio, ya no lo aguanto más—Antonio entró a la habitación de Miriam con el pequeño Adiel en brazos antes de que mi prima pudiese salir de la habitación—. Agradezco a los dioses y a todos los santitos juntos, que el mío ya haya dejado de lloriquear por bobadas, ya quemó esas etapas. Además, tengo todo controlado.
—Porque ya lo malcriaste demasiado comprándole toda la juguetería completa, rojo—Miriam le sacó a su hijo en cuanto notó que éste le había hecho pucheritos y estiraba los brazos hacia ella—. En cambio, yo quiero hacer que se acostumbre y que me obedezca cuando le digo que no.
—¿Cómo poder decirle que no? Si es un bebé precioso—me sorprendí mentalmente al escucharme decir eso, y más porque lo había dicho con la voz aniñada, acercándome a Adiel para que dejase de llorar.
No puede ser, te convertiste en la tía y madrina buena onda, cumple caprichitos y millonaria. Todo sueño de cualquier adolescente promedio ¿No?
Bueno, el mío no lo era hasta que poco a poco la ternurita de Adiel me iba consumiendo.
Adiel Bosch era el segundo bebé más hermoso que había visto. En primer lugar, seguía estando Max, que, ahora con su primer añito y diez meses, era todo un terremoto que repetía todo lo que escuchaba. Adiel parecía un bebé hecho por los mismísimos creadores de obras de artes.
Un bebé hermoso, su cabello comenzaba a tornarse de un naranja fuego. Y sus ojos ¡Por Dios! Sus ojos eran del mismo color que el de Miriam, ese verde magnifico.
—Sí, sí, un bebé precioso—Antonio me hizo burla—. ¿Pero sabes qué? Ese monstruito se hizo mierda encima. Y tú como la mejor madrina del año, deberías limpiarlo. Ahí te darás cuenta de que lo que caga no es precisamente precioso...
—Deja de decir idioteces—lo interrumpí, sonriéndole—. Solo estas celoso porque Miriam eligió a Teo como padrino y no a ti—mi sonrisa se ensanchó, consiguiendo que por su parte me mirase fatal.
—Pff. Yo ni siquiera estaba compitiendo por ese puesto estúpido—se hizo el que no le importaba, fijando su vista en otra cosa en lo que me encargaba mágicamente de que Adiel dejase de gritar—¿Dónde están los tres cabezas de zanahoria? ¿Y dónde está Ethan?
—Ethan se iba a ver a Lena—le respondí.
—Y los chicos deben estar con Brunno—Antonio elevó una ceja al no entender lo que mi prima le decía—. Tenían un día algo... ocupado.
—¿Ocupado en qué sentido?
—Paxton en el entrenamiento de atletismo. Willson de seguro que, con una chica, no lo sé. Y Calex tenía que ayudar en el orfanato, ya sabes, Olivia le pidió que...
—Ash—mi primo giró los ojos—, a esa niña tampoco me la aguanto—siguió—, ella es todo amor y paz, es una hippie con buenas intenciones, pero no me cae bien.
—Antonio, a ti nadie te cae bien—le recriminó Miriam.
—Sí—puntualizó él, pensando—, con suerte, ustedes—lo miré como diciendo: oh, gracias, es todo un halago saber que te caigo bien—. Cambiando de tema. ¿Qué hacen mañana?—compartí miradas con Miriam— Me siento bien, me siento feliz, y quiero celebrar. Las invito yo.
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El secreto de los Bosch [✔] [COMPLETA|| EN EDICIÓN]
Mystery / Thriller|COMPLETA| ¿Qué pasaría cuándo un grupo grande familiar esconde un secreto impactante y catastrófico? ¿Y cuándo una joven de la misma familia lo descubre? Algunas personas que no llevaban el apellido Bosch decían que fue todo culpa de ellos, de el...