Un poco de ayuda de una serpiente(Traduccion)

Parte 36

Desde esa noche en adelante, Harry durmió en la habitación de Tom. Sirius y Remus no le dieron mucha importancia, aunque Sirius sí quería tomar una foto. Si tan solo tuviera una cámara ... y si tan solo saliera de su trasero para ir a comprar una cámara, el idiota perezoso.

Azure ahora tenía una habitación entera para ella sola, aunque no se quedaba mucho. Sin embargo, Harry a veces entraba y la encontraba rebotando en su cama como un resorte. Cuando él le preguntó por primera vez cómo estaba haciendo eso, se detuvo por unos segundos para contemplar esto antes de continuar.

Harry parpadeó lentamente y abrió los ojos. Lo primero que notó fue el brazo de Tom que estaba sobre su hombro, acercándolo. Le hubiera encantado quedarse quieto, pero su vejiga gritaba como un gatito llamando a su madre.

Se movió en un intento por liberarse. Pero Tom frunció el ceño y apretó su agarre, dejando escapar un pequeño ruido de protesta.

"Tom, tengo que usar el baño."

Tom murmuró algo en respuesta.

"Vuelvo enseguida, ¿de acuerdo? Déjame levantarme".

Harry se las arregló para soltar el brazo de Tom, saliendo de la cama y yendo rápidamente al baño. Cuando regresó, hizo una pausa, viendo como Tom se movía ligeramente, un ceño fruncido estropeaba su hermoso rostro. Harry finalmente se apiadó de él y comenzó a subir de nuevo a la cama. Inmediatamente lo agarraron y lo acercaron a Tom nuevamente.

No se despertó todo el tiempo.

Harry se relajó, mirando a Tom con suavidad. "¿Quién diría que el gran y malvado Señor Oscuro era tan abrazador?" murmuró.

Un pequeño ruido respondió.

"Y un roncador," añadió Harry con una pequeña risa. Se retorció hasta una posición más cómoda y cerró los ojos.

Aproximadamente una hora después, Tom se movió.

"Buenos días", dijo Harry.

"Buenos días", repitió Tom. "¿Qué te tiene tan mareado tan temprano en el día?"

Harry le sonrió con descaro. "No mucho. Solo saber que tú, el Señor Oscuro más temido de todos los tiempos, eres un gran abrazador."

"No soy un abrazador", replicó Tom.

"Mentiroso. Todas las noches desde que empezamos a dormir juntos me abrazaste tan cerca que apenas podía respirar. Tú también roncas", agregó Harry.

Tom gimió. "Genial."

"Relájate. No es como si fuera a compartir esto con nadie".

"Excepto por Remus y Sirius."

"Cinco puntos para Slytherin." Harry palmeó el brazo de Tom. "Me conoces tan bien."

Tom puso los ojos en blanco. "Solo cállate y duerme."

"Te refieres a abrazar."

"Estoy seguro." Tom se rindió. "Abrazo."

Harry sonrió y de alguna manera se acercó aún más, la cabeza enterrada en el hueco del cuello de Tom.

Y eso fue lo que Sirius vino a encontrar unos veinticinco minutos después. Una parte de él quería dejarlos dormir un poco más. La otra parte, el Merodeador en él, lo tenía saltando sobre la cama y acostado encima de ellos en medio de las protestas asustadas.

Harry bajó las escaleras con dificultad, frotándose los ojos.

"Buenos días, cachorro," lo saludó Sirius alegremente como si no acabara de interrumpir su sesión de abrazos.