Cada vez... Falta menos.
Flashback.
Hace 3 años (2019)
Julio.
—Erick— digo su nombre mirando a todo el bosque del curso. Es de noche. Terminamos nuestro trabajo. Uno cada uno. Kevin debe estar durmiendo. Liam se fue hace horas porque está con su novia. Momentos de celos por la estúpida de su pareja. Celos absurdos obviamente.
No hay nadie más que nosotros dos.
—¿Uhm?— dice mirando también al frente. El viento me hace tener escalofríos aunque haga calor porque recién nos bañamos para sacarnos no solo la transpiración sino también porque teníamos las manos, el cabello, la ropa y todo el cuerpo lleno de sangre.
Sin duda, hoy nos tocó unos hijos de puta bien jodidos que masacramos no solo porque se lo merecían, sino porque a mí me escupieron la cara y Erick enloqueció de enojo clavándole varias veces el pecho al hombre y a él le dieron un cabezazo cuando se le acercó mucho a la cara otro tipo. Y yo, tan considerada le quebré la nariz con un perfecto derechazo.
—¿Ya perdiste tu virginidad?
—Si...
—¿Puedo saber hace cuánto?
—8 meses si mal no recuerdo.
—¿Y te gustó hacerlo con esa chica?
—No fue una chica Lizzie. La segunda persona si.
—¿Cómo?
—Tanto como el cuerpo femenino, me gusta mucho el masculino. Soy bisexual.
—¿De verdad?— mi sorpresa es muy notable.
—Ajám. ¿Te molesta?
—No soy homofóbica en absoluto. Solo que no me lo esperaba de alguien como...
—¿Yo?— asiento —coqueteo con todo el mundo, es algo muy común para mí.
—Me refiero a tí, que aparentas ser un chico rudo... Yo...— agito las manos —nunca me lo hubiera imaginado Erick. Si que te describe perfectamente la palabra impredecible.
—Soy una hermosa y sexy caja de sorpresas dulce Lizzie.
—Ya lo noté.
—Así que mi pene entró por primera vez en un culo y no en una vagina. Lo cual se considera lo mismo. Una persona no pierde su virginidad cuando coge con alguien de su sexo opuesto.
—Claramente.
—¿Por qué esas preguntas, señorita curiosa?— sonríe de un lado sin verme aún.
—A lo que quería llegar es... ¿Qué dirías si te dijera que perdí la virginidad?
—¿Qué?— gira su cara ahora dándome su atención.
—¿Qué dirías?
—Yo... No sé Lizzie. Acabaste de cumplir 15 años hace solo meses. Faltan unos años para que tengas sexo.
Frunzo el ceño.
—¿Entendiste lo que dije?
—¿Si...?
Me río un poco.
—Lo hice— él frunce el ceño.
—¿Hiciste qué?— ladea la cabeza.
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El Miedo De Ámbar #1
Novela JuvenilUn simple apodo puede desestabilizarla. Un nombre tan común puede enloquecerla. Una mínima coincidencia se relacionan con sus pesadillas y recuerdos. Lo superó. O eso creyó. Ámbar prometió nunca enamorarse después del acontecimiento que vivió. Tien...